Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].

Capítulo 17: Camino a Pandora.

Los labios de Bakugō se perdieron entre la lengua y esos cálidos besos que le daba su vampiro, no se notaba mucho que fuera un sangre fría. Shotō lo tenía aferrado a sus brazos mientras frotaban sus cuerpos sintiendo las sensaciones del otro. Luego de un largo momento los labios de ambos se separaron mientras sus miradas chocaban.

—Las cosas no serán fáciles en Pandora— le dijo Katsuki jugando con sus hebras bicolor—. No creo que los reyes vayan a estar especialmente orgullosos de ser abuelos.

—Deja de preocuparte por eso— dijo Shoto—. Cada preocupación afecta al bebé. Además ya dijo Fuyumi que al principio iba a costar que lo aceptaran, pero que al final lo harían.

—Tú te ves muy despreocupado— le habló el cenizo saliéndose de encima, se acomodó a su lado.

—Creo que estoy demasiado feliz pensando en el nuevo inicio de vida— le dijo el vampiro.

Bakugō sonrió y luego cerró sus ojos sintiendo las manos del bicolor hacerle cariño en sus cabellos. No se dio cuenta cuando se quedó dormido, Shotō se acomodó a su lado para verlo, después de todo los vampiros no dormían sólo descansaban. Sin embargo su mente no dejaba de pensar en la reacción que tendría su padre, era algo que le preocupaba pero no podía dejar que Katsuki se diera cuenta.

Pasado de la medianoche Bakugō despertó encontrándose solo en su cama, miró por la habitación viendo a su vampiro mirando por la ventana.

—¿Por qué me dejas solo?— le preguntó.

Shotō sólo vestía un pantalón de pijama, su torso estaba desnudo y era bellamente iluminado por la luna llena. El bicolor miró a su pareja y caminó hasta la cama, se subió sobre él mientras besaba dulcemente sus labios. Bakugō hizo un rápido movimiento y se subió sobre su vampiro mientras las manos de éste le apretaban el culo.

—Deberías descansar, mañana hay que madrugar— le dijo Shotō alejando sutilmente sus labios del beso.

—Tal vez no quiero dormir aún— dijo el cenizo sacándose las ropas. Luego se acomodó sobre el duro falo del vampiro.

El bicolor sólo observaba ese hermoso rostro y ese bello cuerpo que se entregaba una vez más a su merced. Sentir al lobo cada vez que estaban juntos hacía que Shotō se enamorara más y más de su príncipe, olvidándose de todo a su alrededor.
Sintió de pronto su miembro ser apretado suavemente mientras avanzaba hasta el fondo.

—¡¡Ahh!!— Katsuki se aferróal pecho del bicolor y comenzó poco a poco a mover sus caderas, ese suave vaivén que le llevaba más allá del deseo y el placer carnal—. ¡¡Ah!!.

Shotō ayudaba a su hermoso lobo a disfrutar de las duras embestidas que le daba, cada vez que movía sus caderas llegaba más y más a fondo. Bakugō ya se había acostumbrado al placer que le otorgaba su hermoso vampiro, y cada vez que eso sucedía se convencía que todo lo que estaba viviendo era por algo, y que irremediablemente se estaba enamorando del príncipe del reino de Hielo.

Las caderas de Katsuki se movían más rápido mientras sus manos se sostenían del pecho del bicolor. Shotō disfrutaba de sentir a su amado lobo en todas sus maneras. Los movimientos se hicieron más rápido golpeando una y otra vez la próstata del cenizo, Bakugō tensó sus músculos sintiendo que se acercaba al clímax.

—Acaba conmigo— le dijo Shotō apretándole fuerte las caderas.

—¡¡Ahh!!— Katsuki tiró la cabeza hacia atrás mientras eyaculaba sobre el cuerpo del bicolor.

—Ahh— el vampiro liberó su semen en el interior del lobo. Bakugō sintió el líquido entrar.

El cenizo se hizo hacia adelante y se acomodó en el torso desnudo sintiendo la fría piel.