Capítulo 11: La Legión de las Lágrimas Escarlata.

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Ese día Katsuki no quiso salir de su habitación. Sólo aceptó la comida que le había llevado Kemy, enviada por los reyes. Mientras que en el Reino de Hielo las cosas estaban algo más movidas. Shotō había pasado gran parte de la jornada buscando entre libros alguna respuesta, algo que le diera un indicio de la criatura que nacería de la cruza de ambas especies. Enji y Shota estuvieron en el Salón de Cristal junto a los capitanes de las Legiones. Natsuo ya había hablado de la estrategia con su padre, por lo que ahora se había dedicado a enseñarle a los vampiros todos los ataques que utilizarían en contra del enemigo. Sin embargo las palabras de su hermano aún le pesaban y aquellas enseñanzas de muerte le dolían de cierta manera.

La noche había caído como un manto oscuro. Sin estrellas ni nada. Midoriya se había quedado en su habitación todo el día, por el tema del celo. Al llegar la noche Kirishima lo pasó a ver.

—¿Qué fue lo que te ocurrió?— preguntó el pelirrojo apenas abrió la puerta.

Izuku se incorporó apenas lo vio entrar.

—No creo que deba decir algo ahora— dijo sentándose—. El príncipe dijo que hablaríamos después.

—¿Cómo qué no es nada?— insistió Kirishima tomando una de sus manos—. Independiente que el príncipe no esté, somos amigos. Así que cuéntame la verdad.

Izuku miró a su amigo, sabía que de igual forma Bakugō se enteraría.

—Fui tomado por el príncipe Natsuo— le dijo Midoriya completamente sonrojado.

Kirishima quedó con la quijada en el piso.

—¿Que carajos?— preguntó incrédulo.

—Lo sé, yo, no lo sé Kiri— decía Izuku—. Realmente fue algo inesperado.

—O sea, ¿él te vio?— preguntó pálido Eijiro.

—La segunda vez que estuvimos juntos, mis orejas y cola asomaron. Él se quedó conmigo toda la noche, y sólo me preguntó que hacíamos ahí.

—¡¿Y le dijiste?!.

—Sólo le dije que íbamos por la pulsera del príncipe. Y seguimos teniendo sexo— le dijo Izuku casi con un hilo de voz.

—¿Copuló dentro de ti con tú celo?— Kirishima no quería creerlo—. Pero el príncipe Bakugō no dijo nada de haber visto a Natsuo cuando te fue a buscar.

—Él se ocultó— le dijo Midoriya—. Le dije que nos íbamos. Sólo me besó y me dejó ir. El príncipe Bakugō no entró a la habitación.

A Kirishima le daba vueltas la cabeza, esa información debía ser revelada de inmediato a su príncipe.

—Está bien— le dijo Kirishima, abrazó a su amigo—. Por ahora diremos que estamos juntos para que Kai no te moleste. Y hablemos pronto con el príncipe.

—Gracias— le sonrió Midoriya.

Mientras que en las tierras del Hielo Shotō no había perdido el tiempo. Ocupó todo su día en la biblioteca, apenas bebió una copa de sangre pues estaba más centrado en averiguar que comer. Cuando finalmente se fue a su recámara, los recuerdos de Katsuki pasaban una y otra vez por su mente. Se estiró sobre su cama tratando de entender todo lo que estaba viviendo.
La noche terminó por pasar fría y serena, como si la oscuridad quisiera ocultar los secretos en el olvido.

A la mañana siguiente las trompetas de los Muros de Hielo comenzaron a sonar. Natsuo se apresuró a subir para ver quien era.

—Señor, dicen ser de las tierras de las Lágrimas Escarlata. Vampiros de la Legión del Este— le dijo su subordinado.

Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora