Capítulo 9: La Profecía del Oráculo.

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El camino de regreso se hizo algo pesado. El frío y los recuerdos hacían que los pasos se hicieran más diíciles.

—¿Qué le diremos al Capitán Chisaki?— le preguntó Kirishima a su príncipe—. Seguramente estará molesto porque no le dijimos nada de la misión.

—Fue una órden mía. No tiene porque decir algo— le aclaró Bakugō.

—Pero.

—¿Qué pasa contigo?— le dijo molesto el cenizo—Fue una emergencia, él no tiene potestad de hablar.

—No es eso príncipe— le dijo el pelirrojo—. Lo digo por los Reyes, después de todo Kai es de su Guardia Real, no vaya a ser que le haya llegado algún tipo de castigo por huir del reino.

—Mis padres no son tan irracionales. Además creen en la palabra de Kai, sí él dice que no sabía nada, es porque así fue— dijo Bakugō con voz tranquila—. Lo importante es que salimos de las tierras de los vampiros sin que se dieran cuenta de nuestra verdad.

Midoriya sintió un fuerte dolor en su estómago, realmente estaba preocupado por todo lo que le reveló al príncipe vampiro. A pesar de lo que había pasado, ellos seguían siendo enemigos y eso era algo que dolía. Katsuki tampoco quedó exento de sus propias palabras, sus pensamientos aún no podían olvidar el hermoso cuerpo del bicolor y aquellos dulces labios.

—Por cierto Izuku— dijo Kirishima—. ¿Qué hizo el príncipe de los Lobos para pasar tu mal?. Bueno, él no sabía que tú estabas en tu celo. Entonces— miró al peliverde.

—Él sólo me dio unas yerbas y el segundo día me dio otras plantas, y algunos masajes especiales— les mintió Midoriya.

—Al parecer te hizo bastante bien. Eso fue bueno— le dijo Bakugō—Ahora dejen de pensar en ellos, y continuemos avanzando.

Caminaron un largo trecho. A cada paso que daban se alejaban más de las tierras de Hielo, y también de aquellos vampiros que dejaron marcas en ellos.
Finalmente llegaban al final de las tierras y comezaba el bosque que los llevaría a su hogar.

—Deberíamos descansar— le dijo Eijiro a su príncipe. Sabía que estaba con su celo, pues el aroma no lo engañaba. Además Izuku estaba igual.

—De acuerdo— dijo Bakugō.

Se acomodaron bajo un enorme árbol, Kirishima se puso en medio de ambos.

—Príncipe— dijo el pelirrojo—. ¿Estás con tú celo?.

Katsuki se quedó callado un segundo.

—Sí— le dijo.

Midoriya lo quedó mirando pues él mantuvo ocupado a Kirishima. ¿Cómo calmó su celo entonces?.

—¿Y qué hiciste sí yo estaba vigilando a Izuku?— le preguntó Eijiro.

Bakugō se quedó en blanco, fue entonces que los recuerdos de Shotō sobre su cuerpo  regresaron como un oleaje. Sintió un fuerte ardor donde el vampiro lo había mordido, llevó su mano al lugar.

—¿Príncipe?.

Katsuki se quedó callado, miró su pulsera.

—Y tampoco nos has dicho como la conseguiste— insistía Kirishima.

—Lo que haya pasado, ya no importa— dijo Bakugō—. Descansen, nos iremos al alba.

Izuku se acurrucó al lado del pelirrojo quedándose dormido.

Comenzaba a amanecer, Shotō caminaba por el pasillo en busca de Bakugō. Irían donde su hermana y le preguntarían por las joyas. Se encontró con la chica en el pasillo.

Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].Where stories live. Discover now