Capítulo 8: Agobio.

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Comenzaba a caer la noche. Durante esas largas horas Shotō y Katsuki estuvieron dándose mutuo placer.

—Deberíamos parar— le dijo el vampiro besando su cuello.

—S-sí— Bakugō estaba agotado. Había perdido la cuenta de cuantos orgasmos le hizo sentir el bicolor. Y gracias a eso, el celo bajó lo suficiente para poder esconder sus orejas y cola.

Shotō se removió del interior y sacó su miembro. Menos mal que era vampiro, con lo duro que se dieron lo tendría el pelado.
Caminaron de regreso en un profundo silencio. Todoroki no sabía que pensar, su mente sólo divisaba aquellas imágenes confusas. Miraba de reojos al cenizo recordando su rostro de placer. Nuevamente sintió el deseo de poseerlo.

—¿Qué haremos ahora?— preguntó Katsuki mirando al vampiro.

—Démonos un baño— le dijo el bicolor. El Lican quedó descolocado, se esperaba cualquier respuesta menos esa.

—De acuerdo.

Entraron al castillo. En el pasillo se encontaron con Enji que venía junto a Aizawa.

—No te vi en los entrenamientos con tú hermano— le dijo el pelirrojo—. ¿Dónde estuviste todo el día?.

Shotō lo quedó mirando. Luego llevó sus heterocroamticos al libro que llevaba su padre entre sus manos.

—Tuve mejores cosas que hacer— le respondió el bicolor sorprendiendo a Bakugō—. Estaba con nuestro huésped.

Enji frunció el ceño.

—Sabes que Natsuo comenzará con los entrenamientos para matar a los Licántropos— le dijo el pelirrojo—. Hemos estado averiguando como poder derrotarlos.

Katsuki se tensó, Shotō lo miró de reojos y luego volvió los ojos a su padre.

—Le dije a Natsuo que después me enseñara. Ahora sí nos disculpas iremos a tomar un baño. Tuvimos un día algo movido con Kacchan— dijo Shotō mirando a su padre. Pasó por su lado y se dirigió a las termas seguido del cenizo.

Mientras en la habitación de Izuku el peliverde se encontraba con Kirishima. Le mintió a su amigo diciéndole que Natsuo le había dado algunas yerbas para bajar la fiebre. Lo cuál le habría servido para calmar el celo. Sin embargo el peliverde sentía la enorme necesidad de tener nuevamente a Natsuo dentro de él.

—Permiso— dijo el albino después de tocar la puerta. Entró—. Disculpa brujo Red, necesito que me dejes a solas con Deku por un momento.

—¿Estás seguro?. Me puedo quedar— le dijo el pelirrojo—. Después de todo es sólo un té.

—Hoy es algo más que un té— dijo el albino—. Por favor te pediré que salgas— habló amablemente.

Kirishima miró a Izuku y frunció el ceño extrañado que el peliverde no se opusiera. Sin decir nada se levantó del asiento y salió de la habitación . Natsuo cerró con seguro.
Midoriya lo quedó mirando, su cabeza era un torbellino de confusiones pero su cuerpo lo deseaba demasiado.

—¿Por qué me miras así?— le preguntó Natsuo, se acercó y le acarició el rostro—. ¿Quieres decirme algo?. Puedo dejarte solo si quieres.

—No, espera— le dijo Midoriya sosteniendo su brazo—. Hazmelo.

Como si se sintiera embrujado, el albino hizo caso de inmediato y se arrojó sobre esos dulces labios. Era como si necesitara del cuerpo de aquel desconocido, y realmente no sabía porque. Sólo bastaron unos segundos para que ambos quedaran completamente desnudos, y nuevamente sus cuerpos se unían entre sí dándose mutuo placer. Natsuo sentía que su cuerpo y sus sentidos se perdían en aquel joven brujo, aquel aroma que cubría el cuerpo del peliverde era como un elixir.

Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora