Lazos de Sangre 🧛‍♂️🐺 [Todobaku].

Capítulo 6: Celo.

Se encontraban todos reunidos en el comedor de cristal. Los tres Lican estaban sentados frente a los vampiros que no dejaban de mirarlos. Kirishima era el que más disimulaba, comía de la rica carne sin preocuparse. Midoriya por su lado trataba de comer rápido. Lo único que quería el peliverde era irse a su habitación pues la mirada de Natsuo lo estaba mortificando.

Por su lado Bakugō no dejaba de mirar una y otra vez la pulsera en la muñeca del bicolor. Shotō no entendía por qué el brujo del bosque tenía esa fijación con la pulsera. Sabía que había algo raro en todo aquello, y lo averiguaría.

—¿Hacia dónde se dirigen?— les preguntó Enji bebiendo de su copa.

—Caminamos a las tierras del norte— le dijo Bakugō mintiendo—. Los Valles de Lorien nos esperan.

—¿Los Valles de Lorien?— preguntó Natsuo—. Creí que era sólo un mito.

—No, mí príncipe— le dijo el cenizo—. Son tierras que prometen mucho.

Shotō miró a Fuyumi, la chica no dejaba de observar a Katsuki.

—Oye, vampiro sexy— le llamó Kirishima a Kaminari—. ¿Me das más carne?.

—¿Te tenían amarrado?— le dijo el rubio acercando la comida.

El pelirrojo tomó el plato, y tocó los dedos de Denki el vampiro lo miró con el ceño fruncido.

—Gracias bonito— le sonrió Eijiro mostrando sus puntiagudos dientes.

—Mis disculpas— dijo Midoriya levantándose de golpe—. Me siento algo indispuesto. Gracias por la comida— hizo una reverencia y salió rápidamente del comedor. Su celo estaba regresando, y aún les quedaban tres días ahí. Se metió a la habitación y se encerró.

Bakugō miró a Kirishima, ambos sintieron el aroma del sexo. El cenizo abrió los ojos con sorpresa entendiendo que su compañero estaba con el celo.

—¿Estará bien el brujo?— preguntó Fuyumi algo preocupada. Natsuo hizo el amague de levantarse, pero Eijiro fue más rápido.

—Iré a verlo— dijo el pelirrojo.

—Insisto, tengo dones curativos— le dijo Natsuo.

El albino se levantó de la mesa y salió del comedor. Kirishima miró alarmado a Bakugō , el cenizo trató de mantenerse estoico. Katsuki miró por la ventana, la noche había caído como un manto enterno. Una apequeña tormenta de hielo se desató, algo normal para aquellas tierras tan gélidas. Supo entonces que a esas horas sus padres ya debían estar al tanto de su misión.

Mientras en la habitación de Midoriya, el peliverde se encontraba sobre su cama desnudo de la parte posterior. Con la poca fuerza que le quedaba, dejó aparecer su cola y orejas. Trataba de controlar su respiración pero estaba demasiado caliente. Comenzó a masturbarse con la idea de liberar algo de tensión.

Escuchó un golpe en la puerta, con el susto apenas escondió su cola y orejas.

—¿Deku?— la voz de Natsuo hizo que al peliverde se le cayera el alma. ¿Qué hacía él ahí?. Por lógica creyó que Kirishima iría a verlo.

—No-es-lo que piensas— le dijo Midoriya. ¿Era enserio?. ¿Cómo le podía creer sí se estaba masturbando?.

—¿Qué sucede contigo?— preguntó Natsuo mirando descolocado al peliverde.

—Yo— ¿qué se supone debía decir?. Era un brujo del bosque, ¿ellos tenían ese problema?—. Soy brujo de la lujuria— ¿qué estaba diciendo?—. Y aveces me dan estas crisis— Izuku lo miró con los labios entreabiertos y los ojos vidriosos. Su respiración era agitada y tenía las mejillas rojas—. No-sé-qué-hacer.