Quédate Conmigo # 2 Llévame al límite.( Completa) Wattys 2020

Capitulo 19 ( Viaje)

Después de media hora, ya estábamos en el estacionamiento. No llevaba nada de ropa, le dije a Jane que la compraría en Cuernavaca, ella solo asintió. Estaba pensativa, después de haber tenido sexo, no había hablado de nuevo conmigo. Tal vez se sentía vulnerable por lo que me conto, tal vez no estaba dispuesta a volver hablar conmigo de eso.

-Quiero manejar.- le dije mientras metía su maleta en la cajuela.

- No.- su voz de asistente, me estremeció.

- ¿Vas a manejar hasta Cuernavaca?

- Si.- estaba por entrar al auto.

- Vamos, puedo hacerlo, no quiero ir sentado a tu lado sin hacer nada.

- ¿Qué pasa con los hombres y los autos? – se cruzó de brazos, esperando una explicación.

- No lo sé, es una relación que nace en la adolescencia.-sonrió. Su vestido amarrillo se levantó por el aire, pero a ella no parecía importarle.

- Manejare yo, es mi auto.

- Eres una envidiosa

- Tu también.- me mordí el labio- Hace unos minutos me dijiste que no querías compartirme.

- Pero este auto es un objeto, tu eres una mujer bellísima que todo hombre desea, es diferente, mi situación es más difícil.-puso los ojos en blanco.

- ¿Asi es como conquistas?- Jane era difícil de convencer, y me fascinaba esa fortaleza, era como la mía.

- ¿Qué quieres?- por fin su sonrisa relució.

- Háblame de ti, te conté mucho de mí, y ahora quiero saber algo de ti.- asentí, lo sabía, sabía que se sentía expuesta, necesitaba que yo también me abriera.

- Bien.- me lanzo las llaves, le abrí la puerta y estaba por entrar. Cuando la estire, choco contra mi cuerpo, no le di tiempo para quejarse. La subí encima de mis pies y la bese sin piedad, hasta que ambos jadeamos. Después la ayude a subirse y le abroche el cinturón.- Buena chica.- me fulmino con la mirada, acaricie su pierna y le di un inocente beso en la frente.- Terroncito, nada de enojos, o tendremos que parar en un motel.

- Ni loca.- bese de nuevo sus labios, quería un beso sencillo, pero ella se aferró a mi cuello. Adentro su lengua y peleo con la mía, me dejo sin aire y al final mordió mi labio, solo Jane Vanella besaría de esa manera.

Maneje en silencio al menos por diez minutos, hasta que llegue a la carretera, había encendido la radio, pero no había nada bueno que escuchar. Jane estaba desesperada, esperando a que hablara. Cuando ya no pudo más, apago la radio y se concentró en mí.

-Habla.- tosí para aclararme la garganta. Hablar del pasado nunca ha sido mi fuerte. Pienso en lo que soy capaz de decirle, no es buena idea que se entenderé de toda mi vida, en realidad, no sé por qué no quiero decírselo, tal vez, porque aun guardo odio.

- Tú historia y la mía es un poco parecida. Mis padres se amaban, eran la pareja más feliz con la que pude crecer cuando niño. Mi madre era una feminista, siempre que me encontraba quejándome de las mujeres se enojaba y me daba buenas ideas para tener a una mujer feliz, siempre me daba consejos, algunos no los entendí muy bien hasta que crecí. Cuando ella murió, yo aún era un niño-Jane apretó mi rodilla, le sonreí, en realidad aun no llegaba a lo peor.- Mi padre se alejó de mí, un año de silencio, fue lo que guardo después de la muerte de mi madre. Por un año, yo me encargue de la casa, sabia donde guardaba el dinero, él siempre lo dejaba para mí. Pero entonces, un día el salió, y siguió saliendo, hasta que un día, trago a una mujer, esta pronto se instaló.

- Una madrasta.-torció el ceño, le sonreí.

- Al principio me ignoraba, y yo a ella, dormía con mi padre, al principio creí que era buena idea, que tal vez asi recuperaría a mi padre, pero el no cambio, el siguió indiferente, y comenzó a beber. Ella se hacía cargo de la casa, acomodo todo, quito las fotos de mi madre. Es una mujer odiosa, hubiera preferido vivir con su silencio.