No era que a los chicos les importara tanto. No, estaban felices por Juyeon y les gustabas mucho, pero lo que les gustaba aún más era molestarte por ser tórtolas demasiado cariñosas.Entonces, cuando estabas babeando por tu hombre esa mañana, besando su rostro una y otra vez porque aún no podías comprender su belleza etérea, Eric, que se unió a ti, gimió y dijo: "Oye, ¿podrías dejar de comerte la cara de Juyeon. mientras estoy aquí tratando de disfrutar mi desayuno? No quiero vomitar en mi cereal." Luego soltaste a tu novio, la incomodidad calentaba tus mejillas mientras Juyeon solo se reía y tomaba tu mano. Más tarde, cuando estaban solo, le preguntaste si le molestaba que fueras tan pegajosa a veces. Los ojos de Juyeon se abrieron como platos."¿Hablas en serio? Por supuesto que no. Me encanta el hecho de que estés tan loca por mí. Y también..." Envolvió sus brazos alrededor de tu cuerpo como si no quisiera dejarte escapar nunca más. "En realidad, a veces tengo miedo de que pienses que yo soy demasiado susceptible y pegajoso".
"¿Seriamente?" respondiste sorprendida. "No puedo tener suficiente de ti, pensé que estaba bastante claro". Él sonrió satisfecho y presionó un beso en tu cuello. "Entonces no escuches lo que dijo Eric, Solo estaba jugando contigo".
Jacob
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Jacob fue atacado con tus besos en el momento en que cruzó la puerta de tu apartamento. Él sonrió contra tus labios y te rodeó con sus brazos, levantándote y haciéndote girar juguetonamente, antes de cruzar la habitación y sentarse en el sofá, contigo en su regazo.
Sosteniéndote fuerte contra su cuerpo, comenzó a salpicarte la cara con besos, observando felizmente tu rostro sonriente. Odiaba estar lejos de ti y momentos como estos solo le hicieron darse cuenta de cuánto te extraña cada vez que necesita salir de gira. Sin embargo, el día en que finalmente se reencuentran siempre es su favorito porque sabe que obtendrá toda tu atención y todo el amor que tienes reservado solo para él. Y a tu novio le encantaba ser alabado y amado todo el día, especialmente cuando eras tú. "Espero que sepas que no me iré de tu lado por el resto del día. O la semana. Estás atrapado conmigo" dijiste, tus palabras ligeramente amortiguadas por presionar tus labios en su cuello."¿Qué pasa si necesito ir al baño?"
"Iré contigo", respondiste como si fuera la cosa más obvia del mundo."Wow, no sabía que te gustaban ese tipo de cosas " le golpeaste el pecho, sonriendo justo después, disfrutando en secreto de que él se burlara de ti nuevamente."Cuéntame algunas historias de la gira, extrañé tu voz", exigiste, besando su mejilla suavemente.
"Actúas como si no hubieras escuchado mi voz desde que me fui", se rió entre dientes. La forma en que actuabas como si no pudieras tener suficiente de él, nunca dejaba de divertirlo.
"Escuchar tu voz durante unos minutos cada dos días ni siquiera está cerca de cumplir con mis estándares". él se rió a carcajadas por tu respuesta, echando la cabeza hacia atrás, solo dándote más espacio para dejar pequeños besos en todo su cuello. Pasaste el resto del día recostada sobre su pecho, jugando con su cabello mientras su voz te arrullaba lentamente.
