Después de las palabras de Kenma, Tobio reflexionó un poco "¿A Shoyo realmente le gusta cantar?, ¿Está cómodo?, ¿Tan malo será su padre?, ¿Qué relación tiene con el camarero?
––¡El camarero!––
— ¿Qué tiene? —
— ¡Voy al bar!, Si no vuelvo...—
— ... Es porque moriste, si, suerte—
Tobio se alejó al trote.
— Espero que no muera. Es mi único inquilino, y además que me paga—Cuando Tobio llegó al bar se encontró con Yamaguchi barriendo el piso de la galería. Por supuesto que cuando este vió a Tobio no estaba felíz, es más, estuvo a punto de gritar algo pero Tobio lo detuvo antes.
— ¡Por favor escúchame!—
— ¡¿Y qué ganó con eso?¡—
—Con toda sinceridad, tu no ganas nada... pero tampoco perderás algo—
Yamaguchi separó los labios, pero los volvió a juntar y se quedó callado. Tobio entendió que lo escucharía.
—Ayer también conocí a un tipo muy estúpido. No nos llevamos para nada bien al principio, pero después de hablar un poco nos arreglamos—
— Me pides que te escuche sólo para decirme estúpido, ésto es genial, en realidad si estoy ganando algo—
— Ah, ¿Si?—
—Siii, definitivamente tengo más ganas de matarte que anoche— Dijo Yamaguchi, con la sonrisa más sarcástica del planeta.
La piel de Tobio se erizó.
— ¡No, espera, lo siento!—
De pronto Shoyo sale de entre las puertas vaivén.
— Tadashi, no hay más servilletas naranja- ¡Ah, eres tú!— Apuntó a Tobio con su dedo y después lo saludó, sonriente.
Tobio no se derritió sólo porque es lógicamente imposible, pero se sintió como si Shoyo fuera capaz de hacer que pasara.
— Bien, más tarde haré una llamada y encargaré más. Ve adentro por favor—
— Siiii, ¡adiós señor Tobio!—
— Adiós, ¡¿Señor?!— Pero Shoyo ya se había ido.
— ¿Acaso eres menor de edad?—
— No, tengo 22, ¡Pero de eso no estábamos hablando!—
— Es verdad, nos quedamos en que soy estúpido—
— Ya me disculpé—
—Ve al punto, tengo cosas que hacer—
—¡Déjame trabajar aquí!—
En respuesta, Yamaguchi levantó una ceja y se despidió con un — Adiooos...— mientras entraba en el bar.
Tobio subió a la galería y tomó los hombros de Yamaguchi, para verlo directo a los ojos esta vez.
— ¡Espera, de verdad necesito este trabajo, me gusta mucho el pueblo y quiero vivir aquí!—
— ¡Ya sé que sólo quieres acercarte más a Shoyo!, No engañas a nadie—
— No lo haré si eso quieres, si están saliendo voy a respetar su relación—
De pronto Yamaguchi comenzó a reír. Tobio lo soltó y se alejó unos pasos. Se sorprendió mucho.
— Wow, ¿Sabes?, Nos falta un comediante, serías perfecto— Dijo sarcástico.
— ¿De verdad?—
— Olvídalo... pero lo pensaré. Ven mañana y te lo confirmo—
Tobio casi no se lo cree — ¡De acuerdo, muchas gracias!— pero cuando está a punto de salir corriendo Yamaguchi vuelve a hablar
—¡Y Tobio! Shoyo y yo, somos primos— Termina y entra al bar, dejando un Tobio aliviado, felíz, asustado y lleno de otras pequeñas emociones que luchaban por el control.Al volver con Kenma le contó todo lo que pasó, y en la parte que hizo reír a Yamaguchi, Kenma también rió a carcajadas.
— Deberías ser comediante de verdad, hace mucho que no me reía de esa forma —
— Si me aceptan mañana, entonces prepárate, porque estarás riendo todos los días de esta forma— Dijo Tobio, orgulloso.
— No te emociones tanto. Realmente estás teniendo suerte. Pero espera a que vuelva su viejo. Escuché que llega mañana—
—Oh, debe ser por eso que Yamaguchi me dijo que vuelva. Primero tiene que aprobarme el jefe—
— O harán un show del asesinato contigo—
Tobio lo pensó mejor y suspiró con la idea de él siendo asesinado delante de un montón de gente, como una lección para otros.
Tembló de escalofríos y alguien llamó desde afuera.Ambos miraron por la ventana y vieron a Yamaguchi.
Tobio salió para atenderlo.
— Esto es raro, ¿Qué pasó?—
— Si quieres trabajar en el bar, hay un par de cosas que debes saber—
Después de pregúntaselo a Kenma con un grito, Tobio hizo pasar a Yamaguchi a la sala, dónde antes estaban hablando. Tomaron asiento y escucharon atentos.
— Así que es verdad, mañana llega el jefe— Repitió Tobio, preocupado.
— Si, por eso no te dije con certeza que podrías trabajar con nosotros. Él es quién debe tomar la decisión—
— Pensé que harían un show de asesinato con este idiota— agregó Kenma, y le dió una palmada en la espalda a Tobio — ¿Ves? Todavía tienes esperanzas de vivir—
— Si no hace nada raro estará bien. Creo que hasta le gustarás al tío Shiro. Le caen bien los tontos—
— ¿Podrían dejar de insultarme? — Pidió Tobio.
— Tu me llamaste estúpido— dijeron a la vez Kenma y Yamaguchi.
—Este es "el otro estúpido"— pensó Yamaguchi.
— Se dió cuenta de que soy "el otro estúpido"— pensó Kenma.
— Bien, si mañana puedes ir a las seis de la mañana sería genial —
—¡¿Tan temprano?!—
— ¿Quieres el maldito trabajo o no? —
—Por favor sigue, prometo no quejarme más—
— Necesito que estés temprano para tener más tiempo de enseñarte lo que debes hacer, y también tendrás más tiempo de adaptarte— Se puso de pie y empezó a caminar hacia la puerta de salida — El tío llega al mediodía, así que si quieres ver a Shoyo todos los días, ésta es tu primera y última oportunidad— abrió la puerta y salió — no lo arruines, a Shoyo le caiste bien en sólo segundos— se fué después de cerrar la puerta.
— ¿Escuchaste eso?, también le gustas al chico. Sólo debes ser paciente y- ¡Hey, no llores!—
— Es que— se limpió un ojo— estoy tan felíz, siento que por fin — se limpió el otro— estoy encontrando mi lugar—
—¡Jajaja!—
— ¡No te rías!—
— ¡JAJAJA!—Esa noche Tobio fué a dormir súper temprano, al día siguiente despertó a las cuatro de la mañana y para las cinco treinta ya estaba en la puerta del bar, que estaba completamente cerrado. Minutos después fué abierto por Yamaguchi, que por primera vez le sonrió.
— ¿Hace cuánto estás esperando?—
— Treinta minutos—
— Muy bien, vamos a empezar, entra—
Mientras subía las únicos tres escalones Yamaguchi volvió a hablar
— Si te va bien ahora, me aseguraré de que puedas estar con Shoyo el mayor tiempo posible—
Por más emocionado que se sintió, supo que esto también era una prueba. Respiró profundo y se contuvo casi por completo.
— Entonces me aseguraré de ser el mejor, sin importar la tarea que me asignen—Yamaguchi, en lugar de sonreír con malicia, lo hizo con orgullo. Tobio era casi igual a otros tontos de por ahí, sin embargo hubo una chispa en él que lo hizo un poco más especial. Tobio no ve a Shoyo como un espectáculo, él lo ve como el espectáculo, el único, el más hermoso y sorprendente. Y Tobio es un idiota, un idiota valiente... más valiente que idiota.

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Our song
FanfictionMúsica country, armas, un pueblo dejado en el olvido y Tobio tratando de atrapar el corazón con la voz más bonita del mundo.