Prometo Esperarte

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Son las 13.00 y Pablo ya se encuentra recogiendo las últimas cosas de la habitación. La música de Beyoncé es la banda sonora de su vida, y como no, una vez más, testigo de sus pasos de baile que jamás ha mostrado a nadie. Suena su teléfono pero con los auriculares a tope no lo oye. Minutos más tarde alguien comienza a dar golpecitos en la puerta. Pablo sigue sin oírlos. Pero justo en ese momento la canción se acaba y los segundos de cambio entre una canción y la siguiente le permiten escuchar los golpes en la puerta.

Pablo se dirige a la puerta y sin esperar a nadie la abre. 

MARCO: (sonriendo) por fin te dignas a aparecer.

PABLO: (sonriendo) que dices?

MARCO: te he llamado no se cuantas veces y llevo como dos minutos aquí llamando a la puerta, la gente se habrá pensado que estoy loco.

PABLO: (acercándose a su boca) loco de amor (le planta un beso en los labios)

MARCO: (abrazándolo) te voy a echar de menos.

PABLO: ya has hablado con tu familia?

MARCO: si, pero la puta casera me ha dicho que como me queda un mes no me puedo ir aún, que tengo que quedarme hasta que se acabe el contrato.

PABLO: y ya luego...

MARCO: me voy contigo.

Ambos sonríen y se miran a los ojos como dos niños que acaban de descubrir el amor.

MARCO: que hacías?

PABLO: pues preparar las últimas cosas, estaba con los auriculares.

MARCO: (sentándose en la cama) descansa un rato conmigo.

Marco y Pablo se tumban en la cama.

PABLO: te voy a echar mucho de menos este tiempo.

MARCO: pero, voy a tardar muy poco en volver. Tu ves buscando piso, así cuando yo vaya, lo tenemos todo preparado.

Los dos están tumbados en la cama mirando al techo.

MARCO: ojalá estar en el campo, en medio de la nada, solos tu y yo.

PABLO: (incorporándose apoyado con el codo) cierra los ojos.

MARCO: pero si te tienes que ir dentro de poco

PABLO: cierra los ojos.

Marco obedece a Pablo.

PABLO: imagina que corre una ligera brisa, estamos en... Austria. En uno de esos montes con naturaleza donde solo se oyen a los pequeños pájaros cantar. Respira despacio (riendo) pero no dejes de respirar que te mueres

Marco suelta una pequeña carcajada.

PABLO: (coloca su mano en el pecho de Marco) uy, un pequeño conejo se ha subido encima tuyo. Míralo que bonito, es blanco, acarícialo.

Marco mueve su mano y acaricia la suave mano de Pablo.

PABLO: ay, que pena, se ha ido. Ahora corre más la brisa, observas el polen delante de tus ojos, bendita naturaleza. De repente se crea un silencio inmenso. Que pasa?

MARCO: que pasa?

Pablo se queda en silencio y se acerca lentamente a Marco. Cuando ya está a centímetros de sus labios susurra.

PABLO: quieres ser mi novio?

MARCO: creía que eso no hacía falta ni preguntarlo.

PABLO: eso que significa?

MARCO: que si, que si y si. Contigo al infinito Pablo, te quiero.

Se funden en un apasionado beso. Pablo acaricia la nuca de Marco suavemente mientras sus labios siguen pegados. Parece que el mundo se ha parado pero el tiempo sigue corriendo, y mientras ellos dos quisieran quedarse pegados para siempre, el tiempo es egoísta y quiere avanzar, dejándose atrás a quién sea.

Damiano David - Por CasualidadWo Geschichten leben. Entdecke jetzt