Especial Kalex

61K 4.8K 1.3K
                                    

Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez era su karma. —Isabel Allende.

Antes de leer: Este es un capítulo especial, por lo tanto no ocurre en la línea de tiempo de la novela y tampoco la altera.

Pd: Escuchen Saturno de Pablo Alborán mientras leen.

Pd: Escuchen Saturno de Pablo Alborán mientras leen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Kilian, Alexander! —grito desde el balcón de la casa, donde se encuentra el patio trasero. Ambos giran a mi dirección y me sonríe. Le devolví la sonrisa, pero de inmediato fruncí el ceño al verlos llenos de tierra —¿Qué les sucedió? —cuestiono y ellos vuelven a sonreír.

—Nada, solo estábamos plantando flores para ti, mami —expresa emocionado, señalando una flor —. Lo hicimos nosotros —dice con orgullo, levanta la mano para chocarla con Alex.

Niego divertida, ellos se han vuelto muy unidos. Desde que supe que él se hallaba con vida, Alex estuvo conmigo en cada momento. Estos dos años han sido difíciles, pero lo hemos podido sobrellevar.

—Vengan a cambiarse de ropa, Darius y Liam vendrán en unas horas —asienten y yo me alejo para ir a la sala.

La verdad es que siguen sin llevarse bien, a pesar de que se haya aclarado que Darius mató a sus padres por culpa de Lyon, aunque lo entiendo, sus padres nunca volverán a la vida y Darius es el causante de eso.

Sin embargo, hacen el intento de llevarse bien en mi presencia, pero no siempre termina de la mejor manera.

Escucho sus pasos acercándose de manera rápida, al llegar se detienen y se miran entre ellos como si planearan algo, antes de que pueda hacer cualquier movimiento, están encima de mí.

—¡Abrazo! —gritan ambos.

—No, ¡están sucios! —me río cuando comienzan a besarme —. Ya basta —digo, tratando de sonar sería y fallando en el intento.

—¿Ya no nos amas? —cuestiona con fingida tristeza. Niego divertida, aún con sus brazos rodeándome —¿Viste, Kilian? —ambos hacen tiernos pucheros.

—Me ensucian —finjo quejarme —. Si se limpian les daré muchos abrazos.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo, bebé.

Se alejan unos centímetros y me agacho para besar la frente de Kilian, mi pequeño ha crecido tanto. Él besa mi mejilla y sale corriendo, me levanto y me doy cuenta de que Alex me mira fijamente.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? —me toco el rostro, pero no siento nada extraño.

—No, solo estoy viendo a la mujer de mis sueños —acorta la distancia entre nosotros, posando sus manos en mi cintura —. Eres tan hermosa, Kaela. A veces me cuesta creer que eres real —sus ojos brillan con intensidad. Me sonrojo y escondo mi rostro en su pecho, escucho su risa resonar en el lugar y me aprieta más a él —. No te avergüences, sabes que te amo y estoy loco por ti.

Eres mía© [#1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora