Una Segunda Oportunidad

Recuento de los daños

El cielo se había oscurecido; en realidad había sido un día frío y una masa de nubes cargadas de agua  habían cubierto ese hermoso sol que hace algunas horas resplandecía. Las gotas de lluvia comenzaban a caer sin cesar, casi como si pareciera que el cielo estuviera llorando. La sensación que provocaba a su alrededor era de tristeza y melancolía, o tal vez solo era la impresión que le daba a Juliana mientras sostenía a Valentina contra su pecho y sentía el torrente de agua caer sobre sus hombros mientras la empapaban. Una profunda tristeza, miedo o mejor dicho, terror la invadía al ver a su rubia  y a su amigo Oscar en aquel estado, se odiaba a sí misma por haber sido egoísta y no analizar el peligro en el que estaba poniendo a la ojiazul o mejor dicho a todos. Desde el momento en que su novia la siguió para ayudarla a obtener la información y guardarla en el pendrive, la hubiera alejado de inmediato y tal vez nada de esto estaría sucediendo. El amor de su vida no estaría en un charco de su propia sangre y su amigo no estaría inconsciente con una herida de bala en el brazo

La morena se encontraba en un estado de shock, lo que había sucedido había sido mucho para poder procesar, todo había pasado tan rápido que no supo en qué momento todo se fue a la mierda. Lo único que hacía era llorar mientras intentaba detener el chorro de sangre que emanaba de la herida que ocasionó el disparo que había recibido Valentina en su abdomen, sabía que eso era necesario para que no se desangrara

-Vamos mi amor, tienes que resistir. Por favor no me vayas a dejar- le susurraba la morena a la rubia mientras intentaba desesperadamente hacerla reaccionar dándole golpecitos suaves en su mejilla

-Bebé, por lo que más quieras, abre esos ojitos tan hermosos que tienes y déjame nuevamente perderme en ellos- decía entre sollozos, mismos que se vieron interrumpidos mientras sentía que intentaban apartarla de la ojiazul

-¡Nooo¡, ¡Suéltenme maldita sea! - decía mientras intentaba aferrarse a su novia

-Señorita, por favor apártese. Ella necesita atención médica urgente-

Ante esas palabras reaccionó y se dio cuenta de que se trataban de los paramédicos. Cuando volteó a ver a su alrededor, pudo observar que todo el lugar se encontraba acordonado y estaba lleno de policías, al parecer estaba tan afligida y aterrorizada que todo lo demás lo había pasado por alto.

En seguida corrió detrás de los paramédicos que transportaban a Valentina

-Por favor, ¿dígame cómo esta?- dijo entre llantos

-Ha perdido mucha sangre, es necesario llevarla al hospital inmediatamente-

En los ojos de Juliana se veía claramente el horror que le produjeron esas palabras

-¡Quiero ir con ella! No me alejen por favor-

-No se preocupe, puede irse en la ambulancia con nosotros-

Juliana asintió y vio cómo en ese momento otro par de paramédicos levantaban a Oscar en otra camilla.

Al levantarlo, Oscar recobró el conocimiento, y algo desorientado buscó con la mirada a Juliana, a pesar del dolor que sentía tenía que asegurarse que ambas estuvieran bien. Su alarma se disparó al poder vislumbrar a Valentina inconsciente y a Juliana llena de sangre, sangre que no sabia si era de ella o de la rubia

-¡Juliana!- fue lo único que alcanzó a decir antes de que las puertas de ambas ambulancias se cerraran y partieran rumbo al hospital.
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Eva se encontraba reunida en casa de Emy y ambas estaban muertas de angustia por saber qué había pasado. La pelirroja no dejaba de caminar de un lado a otro con el celular en la mano esperando alguna noticia de Oscar diciéndole que todo estaba bien y que ya se encontraban de regreso a casa