Una Segunda Oportunidad

Problemas

¿Qué es el amor? Es una pregunta que muchos nos hacemos día con día sin realmente saber definirlo o explicarlo. Para muchos, es un sentimiento que te embarga y te posee de tal manera que crees que la otra persona es perfecta. Otros definen al amor como el encontrar en la otra persona cosas que te impulsan a ser mejor en cualquier ámbito de la vida. Creo que a estas alturas el amor puede tener diferentes puntos de vista, pero siempre conlleva a lo mismo y es el no poder vivir sin la presencia de esa alma que te complementa. Cuando se está enamorado, al parecer todo a tu alrededor deja de existir y tu tiempo y pensamientos se depositan en una sola persona.

Ahora te preguntarás, ¿por qué todo esto sobre el amor?, bueno, es más o menos una breve explicación de lo que Valentina Carvajal y Juliana Valdés estaban viviendo con mucha intensidad.

Desde aquel glorioso día en donde se entregaron en cuerpo y alma la una a la otra no habían podido concibir la vida estando separadas. A dónde iba una, la otra también hacía todo lo posible por cambiar sus citas o despejar su agenda solo para poder estar en la compañía de la otra

Todo esto que estaban viviendo no podía pasar desapercibido por nadie. Todos, absolutamente todos, sabían que ambas tenían una relación más que amistosa y no precisamente porque ellas dijeran algo, no, eran las sonrisas que se plasmaban en sus rostros cuando se veían o esa mirada tan dulce y tierna que se dedicaban con el hecho de cruzar sus miradas brevemente. Era digno de admirarse el ver que hacían lo imposible por disimularlo, pero en ocasiones eran más grandes sus ganas de estar en contacto aunque sea con un simple roce de manos que se delataban.

Si antes en el bufete tenían sus dudas, ellas mismas se encargaron de disiparlas y confirmarlo. Aunque eso a ellas las tenía sin cuidado, si realmente intentaban disimular era para que no pensaran que esa nueva relación que había surgido entre ellas podía afectar el ámbito laborar y lo que menos querían era que pusieran en entre dicho la reputación de ambas como buenas litigantes.

Para fortuna de las abogadas, el fin de semana se acercaba nuevamente; era su último día de trabajo, se encontraban trabajando en un nuevo caso que no requería de demasiada atención, así que decidieron terminarlo lo antes posible, cada una se encontraba en su respectiva oficina para poder avanzar más rápido.

Valentina se encontraba absorta en sus actividades cuando de repente su celular comenzó a sonar. La rubia por un momento alejó su vista de los documentos para poder tomar la llamada, agarró el celular y se llevó la grata sorpresa de que era su amiga Emy

-Hola Emy, esto si es un verdadero milagro-

-Muy graciosa amiga, tú eres la que no se ha aparecido por el departamento toda esta semana, me comenzaba a preguntar si te habías mudado-

-Ahora la graciosa eres tú, claro que no. Solo he querido pasar más tiempo con mi novia-

-Ay mi Vale, ¿En que momento te convertiste en esa chica tan enamorada que no puede vivir sin su novia?-

-No lo sé Em, solo sé que estoy muy feliz de estar a su lado y no quiero separarme de ella-

-Mi querida amiga, en definitiva, estas perdidamente enamorada, y dime ¿Dónde se encuentra tu chica ahora mismo?-

-Ella esta en su oficina, estamos terminando un caso y ella se fue para poder hacer unas llamadas-

-Muy bien, porque tengo algo que decirte y no creo que sea buena idea que Juliana escuche-

-¿Qué pasa Em? Me estas asustando-

-¿Recuerdas a Chloe?, ¿esa ex novia loca que tuviste cuando recién iniciabas tu carrera como abogada?-