Una Segunda Oportunidad

Tu, yo y la noche

La noche la tenía completamente planeada, al acercarse el momento de ir a su departamento, Juliana se ponía cada vez más nerviosa. Quería que todo saliera bien porque por primera vez después de mucho tiempo quería disfrutar una velada romántica a lado de la mujer que era dueña de sus pensamientos y ¿por qué no?, también de su corazón

Después de haber salido de la oficina en compañía de la rubia, ambas se dirigieron a un bar no muy lejos de ahí, esto con la finalidad de hacer tiempo para que Eva pudiera ultimar los detalles que le había pedido, y el tomarse unas copas le ayudaría a calmar los nervios que la carcomían, claro está que la rubia no era consciente de nada de eso.

Al llegar al bar, se dirigieron  a una pequeña mesa que se encontraba al fondo del lugar. Se acomodaron y el mesero llegó a tomar sus ordenes. Una vez anotado el pedido se retiró.

~Ya necesitaba relajarme un momento, ha sido un día un poco pesado~ exclamaba la rubia mientras tomaba la mano de la morena y jugaba con sus dedos.

~Lo sé, ese caso nos ha llevado más tiempo de lo planeado. Pero creo que hemos estado haciendo un buen trabajo. La verdad quiero agradecerte por todo Val. Haz sido un gran apoyo para mi~

~No hay nada que agradecer, sabes que lo hago con gusto~ dijo la rubia sonriendole

A los minutos después, llegó el mesero con sus bebidas, ambas pidieron algo preparado y con muy poco alcohol; necesitaban relajarse pero con algo no tan fuerte ya que aun tenían camino por recorrer.

Por un momento quedaron en un cómodo silencio, disfrutando de la música de fondo que se encontraba sonando y dedicándose una que otra sonrisa

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Mientras tanto Eva y Emy se encontraban terminando los detalles en el departamento de la morena, ya tenían el tiempo encima. A los pocos minutos finalmente habían terminado, ambas se quedaron contemplando aquel lugar, en definitiva les había quedado bien a pesar de tener muy poco tiempo para arreglarlo.

Se preguntarán como es que Emy estaba ahí,  pues la respuesta es sencilla. Eva al terminar la llamada con su amiga, inmediatamente le había marcado a la castaña para contarle los planes de Juliana y pedirle que le ayudara a inventar un pretexto para que Valentina no tuviera que irse a su departamento, estando  casi segura que la rubia le pediría asilo a Juliana por algunas horas. Emy al escuchar el plan estuvo de acuerdo y dijo que le ayudaría y que además  podía apoyarla en terminar los arreglos que estuviera haciendo en el departamento de Juliana, solo necesitaba que le pasara la dirección. Obviamente la pelirroja había aceptado encantada.

~Creo que esta noche será especial para ambas. Estoy tan feliz por Valentina. Tengo que confesar que es la primera vez que la veo así, toda entusiasmada y con ojos de borreguito cuando esta con Juliana~ decía Emy sonriendo

~Yo también me alegro por ambas. Solo espero que Val la respete y la trate bien o se las verá conmigo, tu sabes porqué ~

~No te preocupes, si hace una tontería, yo misma la mato~ dijo riendo

~Bien, es hora de irnos~

Las chicas estaban abriendo la puerta para salir cuando de repente se toparon un joven muy apuesto con el puño levantado en señal de que estaba apunto de tocar la puerta

Eva fue la primera en hablar

~¿Oscar?, ¡que milagro! ¿Qué haces por aquí?~

~Hola Eva, hace mucho que no te veía. ¿Cómo has estado?~