Una Segunda Oportunidad

¿Desaparecida?

La mañana había llegado y definitivamente para Juliana la noche no había sido para nada placentera, en este momento se encontraba en la cocina preparándose un café muy cargado. No había podido pegar el ojo en casi toda la noche y se sentía aún más cansada de lo normal.

Decidió disfrutar por un momento de esa taza que contenía el liquido obscuro que tanto necesitaba para poder mantenerse despierta; una vez que hizo eso, le echó un vistazo a su celular para poder ver la hora y vio que finalmente era el momento de arreglarse para ir al trabajo, una parte de ella moría de nervios y de miedo por ver nuevamente a la rubia y la otra parte ansiaba tenerla frente a ella, la extrañaba demasiado y no sabía cuánto tiempo más podría soportar sin ver esos hermosos ojos azules que tanto le encantaban.

No podía evitar también sentirse un poco decepcionada y confundida al ver que Valentina desde ayer había dejado de intentar contactarla. Estaba casi segura que al llegar a su departamento la encontraría a fuera esperando, pero su sorpresa fue grande cuando no vio rastro alguno de ella. Por milésima vez había desbloqueado su celular para ver si tenía alguna notificación de la ojiazul pero no había nada.

-¿Será que te has cansado de mi Val?- se decía a sí misma con un toque de tristeza mientras contemplaba aquel aparato. Soltando un profundo suspiro de resignación guardó el celular en su bolso y luego se dirigió a su habitación para tomar un baño y arreglarse.

Llegó a su destino una hora después; aparcó y se dirigió a la entrada del edificio con la esperanza de toparse con la rubia ya que las pocas veces que no se quedaban a dormir juntas regularmente llegaban a la misma hora y entraban juntas a la oficina, pero en esta ocasión fue diferente y nuevamente se sintió triste por eso.

Cuando atravesó las puertas y pasó por el área de recepción Karla, la recepcionista se levantó enseguida de su lugar y se dirigió a la morena

-Disculpe que le robe unos minutos de su tiempo Licenciada, pero quiero pedirle una disculpa-

-Hola Karla, ¿una disculpa? y por favor, te he dicho mil veces que me llames Juliana, no se va acabar el mundo porque me digas así- dijo la morena al mismo tiempo que le dedicaba una pequeña sonrisa

-Lo sé Lic...digo Juliana, solo que no me acostumbro. Y si quiero pedirle una disculpa por el incidente que ocurrió el día de ayer con la mujer que entró-

Juliana parecía algo curiosa por esa declaración pero decidió dejar que Karla siguiera hablando sobre el asunto

-Si hubiera sabido que causaría problemas le hubiera negado el acceso enseguida. Le juro que me dijo que era una vieja amiga de la Licenciada Valentina y que se pondría muy feliz de verla por eso le indiqué el camino hasta su oficina-

-¿Me dices que Valentina no sabía que estaba aquí?-

-Eso parecía, me dijo que era una sorpresa. Pero al parecer no resultó bien porque la vi salir a usted molesta y a los pocos minutos a esa mujer enfurecida-

-¿Y viste a Valentina después de eso?- preguntó la morena intrigada

-Sí, después de que la señorita se fue, ella bajó a los pocos minutos con sus cosas. Parecía que tenía prisa y se veía muy angustiada-

Con esa nueva información el estado de ánimo de la morena mejoró y tal vez como le había dicho Valentina antes de que se marchara, que todo aquello que había presenciado no era lo que ella pensaba. Ahora más que nunca estaba decidida a hablar con la rubia para aclarar todo el asunto

-No te preocupes Karla, de mi parte está todo bien contigo. Pero por favor, la próxima vez se más cuidadosa con eso-

-Lo seré, téngalo por seguro. En cuanto llegue la Licenciada Valentina me disculparé con ella-