Gracias a los ingresos de los meses acumulados del alquiler de su casa, fue capaz de saldar los honorarios de su abogado y guardar otro tanto para subsistir hasta que pudiese regresar definitivamente a su hogar. No obstante, necesitaba encontrar trabajo y la cosa estaba muy difícil. En las entrevistas a las que acudía todo iba excelente hasta que mencionaba que había estado en la cárcel. Entonces, lo miraban diferente y se apresuraban a despacharlo con el típico verso de que pronto lo contactarían. Por supuesto que eso nunca pasaba. No importaba que hubiese sido declarado inocente. Estaba manchado.

Cansado del continuo rechazo, decidió hacer una pequeña escapada a Entre Ríos, lugar al que solía ir de muy joven junto a sus amigos para pasar el verano. Estaba seguro de que quedarse unos días allí, en una cabaña en medio del bosque, le daría la paz que tanto ansiaba. Necesitaba despejarse y recargar las pilas para poder continuar con el largo y frustrante camino que tenía por delante. Hoy más que nunca, necesitaba volver a tomar las riendas de su vida.

Pero se equivocó y lo único que consiguió fue llenarse de recuerdos que, lejos de ayudarlo, lo arrastraban más rápido al abismo. Allí había vivido la mejor época de su vida junto a las personas que más quería: sus amigos. Amigos que, por distintas circunstancias, ya no tenía a su lado. Amigos que llegó a considerar hermanos, pero que hoy no eran más que extraños.

Inquieto, arrojó la colilla al suelo y se puso de pie. El frío calaba su ropa y comenzaba a sentir el cuerpo entumecido. Con los ojos fijos en la gran masa de agua frente a él, suspiró. ¿En qué momento había dejado que todo se fuese a la mierda?

De pronto, el sonido de unas pisadas acercándose lo alertó de la llegada de alguien. Frunció el ceño. Estaba anocheciendo, por lo que le resultaba extraño que los vecinos de la zona estuviesen paseando a esa hora. Volteó hacia atrás para ver de quien se trataba y observó a la mujer que caminaba hacia él con una sonrisa en el rostro.

No podía verla bien, pero no tenía dudas de quien era. Reconocería en cualquier lado ese andar sensual tan característico de ella. Sus ojos se clavaron en los suyos. Hacía años que no la veía y, aunque estaba un poco cambiada por el paso de los años, seguía siendo igual de atractiva.

—Hola, sexy —lo saludó del mismo modo en que lo hacía cuando estaban juntos—. Me dijo mi abuelo que estabas acá —continuó a pesar de que él no emitió palabra—. Siempre supe que volveríamos a vernos algún día, que tendríamos la oportunidad de hablar y aclarar las cosas entre nosotros.

No pudo evitar tensarse al oírla. Tenía menos de veinte años cuando la conoció en unas vacaciones en las que él fue allí con sus amigos. Ella había ido a visitar a su abuelo, el dueño de las cabañas, y no tardaron en cruzarse. La atracción fue instantánea y el amor no tardó en surgir. Al menos, así había sido para él. Ahora sabía que ella nunca lo quiso realmente. De lo contrario, no habría intentado acostarse con su mejor amigo.

Pablo, quien era casi un hermano para él, siempre había sido el más apuesto del grupo. Ya en ese entonces, quería unirse a las fuerzas, por lo que entrenaba diariamente para estar en forma. Eso, sumado a su actitud fría, distante, y ese aire de misterio que, aún hoy, lo envolvía, hacía que las mujeres hicieran fila para tener una oportunidad con él.

Por su parte, a su amigo, lejos de gustarle, parecía fastidiarle la atención recibida. Claro que avanzaba si alguna de ellas le gustaba, pero solo para encontrar mutua satisfacción. Jamás se involucraba emocionalmente con ninguna. Tenía muy claras sus prioridades y el amor nunca había sido una de ellas.

Junto con Alejandro y Martina, los más allegados, formaban un cuarteto inseparable. Estaban siempre juntos y compartían los mismos intereses. Tanto que hasta se habían inscripto en la escuela de policía al acabar la secundaria. Pero todo cambió después de ese último verano en el que una mujer se interpuso entre ellos destrozando por completo una amistad de años.

Su última esperanzaWhere stories live. Discover now