Treinta y cinco.

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¿Hace cuánto que no sentía esa calma recorrerle todo el cuerpo? Cómo si el mundo volviera tener importancia, como si de repente le hubieran regresado las ganas de salir, de vivir la vida, de sonreír.

Miró al causante de ello, sabía que sus labios formaban una enorme sonrisa, aunque no supo desde qué momento la tiene. Quizás no se había ido desde que la chillona voz se coló por sus oídos pero, ¿qué importaba? Por fin tenía a su Kelly haciendo circo maroma y teatro con ella, y para ella.

Liam sentía a su alma regresarle al cuerpo mientras miraba a su hija reír. Por mucho tiempo dejó de escuchar aquella melodía, incluso llegó a olvidar cómo sonaba.

Estaba inmensamente agradecido con el pequeño ojiverde por regresarle el brillo a su bebé.

Dejó el plato con galletas y leche para que pudieran comer después, sonrió mirando por última vez cómo Cole pintaba la cara de su primo mientras seguía riendo a carcajadas y salió del cuarto sin hacer ruido.

Le gustaría seguir viendo tan encantadora escena, sin embargo, aún hay un tema que debía hablar con Louis.

—¿Cómo están? —tenía una pequeña sonrisa en los labios que no alcanzaba a llegar a sus ojos, además de su tono cansado, señal de que no la estaba pasando bien.

—Ni cuenta se dieron de que entré.—Liam miró al Omega. Había algo extraño en el aroma que emanaba; pensó que quizás se encontraría triste, o herido, pero al contrario de eso, el olor era de alguien que no podía controlar por mucho tiempo su enojo.— ¿Tú cómo estás?

Louis soltó una risita sin humor.— Con ganas de aplastar lo que le queda a ese maldito alfa, destruirlo y quitarle todo, para que no pueda volver a buscarnos.

Liam iba a decir algo, pero se le adelantaron.—Creo que deberían decirle a Kelly lo que está pasando. Ya ninguno de los tres vamos a permitir que se vuelvan a acercar, tío Louis.

Liam miró a su hijo y su corazón se apachurró dentro de su pecho. Se sentía tan culpable de haber puesto una mirada tan rencorosa a su corta edad. Él era quien debía proteger su inocencia, debía de asegurarse que nadie se acercara a robarles la sonrisa de su rostro, pero fracasó miserablemente.

— Más temprano que tarde tendré que decirle, cariño. Como no se llegó a ningún acuerdo, en la próxima reunión debe de ir él, ya que necesitan escuchar con su propia voz lo que quiere en el futuro.

Había bajado en busca de más leche, pues Cole se bebió con prisa el vaso completo que su tío les subió, cuando escuchó murmullos desde la sala. Siempre le dijeron que escuchar conversaciones de los demás era grosero y de muy mala educación, por lo que se iba a retirar sin que se dieran cuenta que había estado ahí. Sin embargo, escuchar una voz infantil lo detuvo.

Si era una conversación entre adultos, ¿por qué estaba su primo opinando?

Así que se escondió detrás de la pared, lo suficientemente cerca para escuchar con claridad, pero sin ser visto.

— Va a ser un camino difícil, ya que nunca le entregarían la custodia total de un alfa a un Omega solo. Kelly aún no tiene su celo, pero ya es casi segura su clasificación.

Saliendo de su escondite, el pequeño rizado miró a su padre.— Si el que no tengas pareja es un problema, entonces hay que hablarle a Anwar.




Muuuuuuy cortito, pero no quería dejarles sin nada ya que es el último fin de semana que tengo libre, y no sé hasta cuándo pueda volver a actualizar. 🥺

Espero que les guste, y bienvenidxs nuevxs lectorxs!

¡Les amo un montón! xx

Su mejor apuesta.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz