6. Primer día de clases.

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En la reunión de ese lunes finalmente habían descubierto cuáles serían los horarios de cada uno para ese nuevo año lectivo que comenzaba y en el cual el grupo de excompañeros estaría a cargo de formar nuevos jóvenes, algo que ciertamente a Andrews le continuaba pareciendo una completa locura a pesar de haber sido uno de los primeros junto con Toni en apoyar aquel proyecto desde un comienzo.

Esa fecha no tan solo coincidía con el inicio de clases, sino también con el día internacional de la mujer por eso, tras haberse tomado unos minutos para obsequiarle a cada una de sus compañeras en sus respectivos salones el café de la mañana, el pelirrojo dejó para el final aquel en el que agregaría un detalle más junto con la ya mencionada bebida: una flor acompañada de una pequeña nota sin remitente.

❝Nunca pierdas esa valentía que te caracteriza, la fortaleza con la que enfrentas tus días y la convicción con la que siempre actúas.❞

El que la pelinegra no llegara a tiempo al salón no era algo que a Archie le preocupara, de hecho, estaba seguro que así sería, pues cuando de trabajo se trataba sabía que era de lo más puntual y su primera mañana como profesora de Riverdale High no sería la excepción. Por lo pronto, el sargento hizo lo propio encaminándose hacia el salón que tenía destinado para el cuerpo de entrenamiento de oficiales.


Por otro lado, tras la reunión en la sala de profesores, la pelinegra se encaminó hacia el aula donde tendría lugar su primera clase. El salón se hallaba vacío cuando llegó por lo que llamó sumamente su atención el encontrarse con esos obsequios encima de su escritorio, lo que por un instante la llevó a pensar que serían de su esposo, quién se los habría hecho llegar de alguna manera. Sin embargo, al aproximarse y encontrar aquella nota no tuvo ninguna duda de quién era su remitente. Podrían haber pasado siete años pero, al parecer, Archie Andrews había conservado su caligrafía de cuando era apenas un adolescente. Estuvo por salir en su búsqueda para agradecerle el presente personalmente pero entonces los primeros alumnos llegaron no dejándole más opción que coger el móvil para enviarle un rápido mensaje.

📱 A. Andrews.

💬: Gracias por los obsequios, no tenías por qué.

💬: Ha sido un hermoso detalle.


Algo sorprendido por haber sido descubierto tan fácilmente ladeó una sonrisa mientras respondía.

📱 Verónica

💬: ¿Cuáles obsequios?

💬: Pero ya que me los agradeces... voy a hacerme responsable.

💬: Y si tienen un motivo. Para que comiences bonito el día.


Como la respuesta del pelirrojo fue bastante rápida, la pelinegra tuvo tiempo de enviarle un último mensaje antes de comenzar con su clase.

📱 A. Andrews.

💬: Los que has dejado sobre mi escritorio. Tu caligrafía es inconfundible.

💬: En ese caso han cumplido su objetivo.

💬: ¿Te veo a la hora del almuerzo? Tal vez podamos comer algo juntos.

No sabía a ciencia cierta por qué había enviado aquel último mensaje. Simplemente le había nacido, una vieja costumbre que le había quedado de cuando eran pareja y siempre quedaban para almorzar, solo esperaba que el pelirrojo no lo tomara a mal.


📱 Verónica.

💬: Oye, que la he mejorado bastante.

Extraños otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora