i hate him

[01] lost

La calle vacía, repleta de faroles, casi irrecordada, irreconocible, perdida en su oscuridad. Lo que parecía una simple discusión entre amigos, terminó siendo una catástrofe, con botellas rotas de por medio, insultos y golpes, dos chicos, no tan chicos, peleaban como si fueran dos simples desconocidos, amenazandose con matarse entre los dos, y los demás que intentan separarlos y otros desconocidos incentivando a que siguieran, como si el dolor de los demás los alimentase para calmar su ira.

El castaño le propina un fuerte golpe en la mandíbula a su a su objetivo, este se tambalea, casi lloriqueando del dolor y los abucheos crecen cada vez más ¿Cómo habían llegado a esto? ¿Cómo es que pasaron de ser amigos, compañeros, colegas a esto? No era novedad, siempre tuvieron sus diferencias en la banda, y se aguantaban las ganas de matarse a golpes.

Hasta hoy.

Las drogas y el alcohol habían ayudado mucho a esta pelea, desde que tenían la banda no paraban de tomar e inyectarse o esnifar alguna sustancia. Creo que se tomaron bastante literal lo de "sexo, drogas y rock and roll" sexo era lo que más faltaba, uno de ellos estaba comprometido y los demás, bueno, los demás estaban bien así.

Unas luces rojas y azules iluminan el pequeño espacio dónde suceden los hechos, y esa pequeña multitud no tarda en irse corriendo al ver que se trata de la policía. Desaparecen como ratas de alcantarilla, dejando a los dos hombres en suelo, aún golpeándose entre ellos, dejando atrás lo que algún día en el pasado se llamó amistad.

– i¿Otra vez ustedes dos?! —grita Minho al ver a dos de sus amigos medios muertos en el suelo, su vista está fija en la patrulla de policía y se las ingenia para no tener que pagar una multa. Agarra una manta que cubre el auto de un desconocido, y tapa a sus dos amigos, fingiendo que no está pasando nada–. Hola oficiales, ¿Qué tal? ¿Conocen a panic! at the disco? Son una gran banda, eh, yo le veo futuro. El vocalista está buenísimo, yo le doy.

Los oficiales lo miran sin ninguna expresión en sus rostros, chequean desde el vehículo que no haya nada sospechoso. Se rinden cuando sólo ven a Minho diciendo estupideces, dan la vuelta perdiéndose en la avenida.
Minho suspira, aliviado, gira la cabeza para ver al bulto en el suelo, este se está moviendo de un lado a otro, lo que quiere decir que ambos hombres siguen peleándose.

— Joder, ¿De verdad tienen que llegar a esto? ¿No pueden hablarlo con un pastel y té en una tarde en casa de Hyunjin? —dice Minho "regañándolos" niega con la cabeza, cansado de las mismas peleas por parte de estos dos—. Arriba, ratas Los llevaré a su casas, no jodas, hasta parezco sus madres.

— ¿Te piensas que tenemos quince años? —masculla molesto Hyunjin mientras intenta levantarse, dejando a Chan en el suelo medio muerto.

— Por como veo que arreglan sus problemas si, parecen dos putos adolescentes. Literal, por lo de putos digo.

— Chúpamela.

— ¿Ves?

— Se nos fue de las manos —murmura Chan desde el suelo aún, escupe algo de sangre antes de levantarse... O al menos intentarlo.

— Siempre dices lo mismo, búscate otra excusa o acepta que tengo razón —ataca el castaño con ganas de moler a golpes otra vez al pelinegro.—Me tienes los huevos por el piso que no te comprometas con la banda, te la pasas metiendo excusas para no ir a los ensayos.

—¡No son excusas!

— ¡Joder, Minho dile algo!

—¿Que quieres que le diga? ¿Por qué me pones en esta posición, Hyunjin? —dice Minho algo cohibido, de verdad, no le gustaba que lo tomen como "líder" de la banda.

— Ah, tú tampoco quieres hablar, está bien. Me voy de la banda —sentencia Hyunjin alejándose de ambos, rebusca en su bolsillo y los gritos de Minho hacen eco en su cabeza.

— ¡No puedes dejarnos así!

—¡Entonces haz lo que tengas que hacer! —grita el castaño sin darse vuelta, pero detuvo sus pasos, esperando a que Minho lo dijera de una buena vez.

—¿Eh? ¿Qué?

— No te hagas, lo que estuvimos hablando la otra noche.—Hyunjin gira sobre sus talones—. Debo ver la reacción de nuestro ex bajista, ups arruiné la sorpresa.

La cara de Chan cambió de un momento a otro, mira a Minho esperando a que dijera algo, seguro era una de sus otras bromas, pensó el pelinegro.
— ¿Minho? —insiste en que hable.

— Si, joder. Estas fuera de la banda.

– i¿Que?!—exclama indignado Chan, y es lo último que escucha Hyunjin, porque empieza a caminar hacia su casa, con una sonrisa satisfactoria.

Camina calle abajo, en la oscuridad latente de una noche de verano, y es que se le hizo costumbre andar de noche y dormir de día, los días que no tienen ensayo, claro. Hyunjin es responsable en ese sentido, nunca faltó a uno, se podría decir que era responsable sólo para las cosas que importaban, él mismo no entraba en ese espacio. Poco se preocupó por su bienestar, fundiendose entre las drogas y el alcohol.
Muchas veces se cuestiona, si debería preocuparse al no sentir nada, si debería intentar conocer a alguien, no es algo que él quisiera entonces por eso mismo no lo intenta. Podría cogerse a medio vecindario, podría entablar una conversación con una mujer u hombre y aún así no lograba encontrar a una persona que lo entienda a la perfección, que le haga creer que vale la pena, que le haga creer que es hermoso. ¿Dónde quedó ese altísimo ego y alta autoestima que tenía en la adolescencia? quedaron enterrados dentro de un baúl, junto con todos los recuerdos, que no pretendía sacarlos de ese lugar.

No cree que el amor sea para él.
Prometió transformarse en otra persona, a modo de mecanismo de defensa, y eso iba a hacer.

Es temprano, apenas puede mantener los ojos abiertos pero le prometió a su madre que la acompañaría a su trabajo por un proyecto de la banda que fue idea de Jisung, a los muchachos le pareció bien y un gesto muy dulce por el guitarrista de la banda. Ir a visitar a los niños enfermos, enseñarles a tocar varios instrumentos y pasar un día divertido con ellos. A Jiwoo le pareció una idea muy dulce, creyó que su hijo finalmente estaba ablandando un poco, sus sentimientos, su corazón, su forma de ser, pero antes que dijera algo él dijo:

— Antes de que digas algo, odio estar con mocosos pero si es por el bien de la banda. Está bien, lo haré.

— Es horrible lo que estás diciendo.

— No me importa —sorbe su nariz, verificando que no hubiera rastros de... eso.

— ¿Entoces por qué vienes conmigo?

— Se lo prometí a Jisung, además. ¿Tienes que pedir permiso para que pudiéramos hacer eso, verdad?

— Si —responde Jiwoo con la vista en el camino, busca algún lugar para estacionar—. Puedes recorrer el hospital si quieres. Llevará tiempo.

— Genial

— Y no te robes frasquitos de morfina.

Hyunjin baja del auto, sin esperar a su madre comienza a caminar hacia la entrada, hay muchas camillas fuera y una de las muchas ambulancias acaba de salir a toda velocidad. Jiwoo lo alcanza, mientras revuelve su bolso, buscando su uniforme, está algo alterada porque llegaron tarde, fue culpa de Hyunjin por no querer levantarse a tiempo, el castaño entra al hospital, detrás de su madre quién se va directamente a cambiarse la ropa casual por la ropa de enfermera.

El castaño recorre los pasillos del hospital, paseandose por la primer planta, los recuerdos de su abuela siendo transportada en una camilla por estos mismos pasillos no lo dejan en paz. Le afectó mucho la muerte de su abuela, y se siente mal por no visitar a su abuelo, que después de la lamentable despedida se aisló por completo en su humilde casa, Hyunjin simplemente no iba porque sabía que la iba a pasar mal.

Sus pasos son cortos, y siente una presión en el pecho, todo alrededor parece distorcionarse. Quiere vomitar, y el dolor del pecho se intensifica más, trata de inhalar y exhalar pero sigue sin llegarle el aire, lo hace de manera exagerada llamando la atención de algunos pacientes y enfermeros en el pasillo. Busca a su madre con la mirada, una ola de terror ataca su cuerpo, enfermeras tratan de enderezarlo y otras le hacen preguntas, no llega a contestar porque termina por colapsar en suelo, y todo se vuelve negro.