XXIX

437 37 21
                                    

¿Una oración para describir nuestra situación actual?

 Estábamos absoluta, completa e inimaginablemente jodidos. 

Caminaba de un lado a otro por toda la planta baja del local que perteneció a Eliot y ahora funcionaba como nuestra guarida. Daba vueltas al anillo que se encontraba en el dedo anular de mi mano izquierda, al mismo tiempo que pensaba que haríamos ahora.

 "¿Huir? ¿Escondernos?""¿Qué tal si trataba de llevarnos de vuelta?" 

Pero por más que buscara entre miles de millones de ideas, no había nada que funcionara. Después del pequeño "incidente" en la plaza, decidí irme antes que los demás. Estaba...no, corrijo. Seguía extremadamente furiosa con todos y también conmigo.  Mas conmigo que con cualquiera. Así que lo mejor que podía hacer era alejarme un rato para poder calmarme y tratar de organizar un nuevo plan. 

Eso era hasta que escuché la campanilla de la puerta. Seguido Allison entró, su cara era de pocos amigos, hasta que me vio. Se quedó inmóvil en medio del pasillo. Me miraba como si un espectro estuviera frente a ella.

 - ¿Allison? – cuestioné en voz alta - ¿Eres tú? 

Una sonrisa temblorosa se asomó en sus labios, al mismo tiempo que salía de su trance para correr y abrazarme. 

 -Cero, de verdad eres tú- dijo Allison – Pensamos que nunca más te volveríamos a ver. 

Correspondí al abrazo de mi hermana. Ella era a la única que todavía no había visto. Entre todos los problemas que habíamos pasado, no tuve tiempo de ir a saludar.

 -También te extrañé mucho, hermana. 

Cuando nos separamos del abrazo, pude notar que también llevaba un anillo en su dedo anular izquierdo. Era un anillo de bodas. 

 Sonreí ampliamente, emocionada y contenta por mi hermana. Ella rápidamente se dio cuenta de a donde se dirigía mi mirada. Alzó la mano, dejándome ver bien su anillo.

 - ¡Allison, felicidades! - exclamé aun sin borrar mi sonrisa – Tendrás que contarme todo, como fue tu boda, tu vestido, tienes que contarme como es él también. 

Mi hermana soltó una carcajada, dejando otra vez su mano descansar a su costado. 

-Con gusto. Debemos tener una tarde de chicas. Necesitamos ponernos al corriente de todo.-

Totalmente –asentí –Tengo mucho que contarte también. 

 Aunque nuestra felicidad no duró mucho, pues la campanilla de la entrada volvió a sonar. Primero entró Luther seguido por Klaus y luego Diego y así sucesivamente hasta que todos llegaron. Sus caras también eran de pocos amigos, incluso la de Cinco, quien entró al último. Ya ni siquiera se le veía enojado, más bien decepcionado y desganado. Todos pasaron a nuestro lado, saludaron a Allison, pero a mí me dirigían una mirada rápida al mismo tiempo que agachaban la cabeza como niños regañados.

Busqué la mirada de Cinco, pues él era el único que no había pasado junto a mí. Le hice una seña, buscando respuesta por el comportamiento de mis hermanos. Él solo soltó un fuerte suspiro señalando con su mano a Diego y a Luther. Giré la cabeza a su dirección, traían una televisión encima de un pequeño soporte con ruedas.

Encendieron el televisor y se acomodaron junto a nosotros. Cinco se puso a mi lado sin decir ni una palabra, solo miraba el dispositivo. Las noticias empezaron a transmitirse y fue entonces cuando fotos de nosotros seguidos de una no muy grata descripción apareció en la pantalla.

" Las autoridades piden testigos para identificar a personas de interés presentes en la plaza Dealey al momento del asesinato. El FBI sospecha que estas personas actuaron en conjunto con el supuesto tirador, Lee Oswald: Vanya Hargreeves, buscada por asesinar a varios agentes del FBI. Un exiliado cubano conocido como Diego. "

El diario de Cero.H Vol. 2जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें