Su pregunta me desconcierta. ¿Yo le importo? ¿Soy una persona que él quiere?

Tardo un poco en responder, pero aún así lo hago.—No me iré, solecito. Tendrás que soportarme por mucho tiempo más —hago una promesa silenciosa.

—Me estoy acostumbrando a ti, creo que podré soportarte —veo entre la oscuridad una diminuta sonrisa en su rostro aún cubierto de lágrimas.

Llevo una de mis manos a tu rostro, limpiando todo rastro de lágrima de ella con delicados movimientos. Cerró los ojos como ai estuviera disfrutando de mi tacto, parecía un niño chiquito.

No sabía por cuánto tiempo me quedé mirándolo en silencio hasta que el sonido de mi celular me hizo volver en si. Pestañeo varias veces y contesto.

—¿Scott? ¿Que pasa? —pregunto con un tono muy bajo, no queriendo despertar al chico que estaba durmiendo en mis piernas.

Hablamos con Gérard —dice—. Dijo que puede que Deucalion esté ciego, pero no siempre lo está.

¿Y eso qué? ¿Tiene que cambiar de oculista? —él me explica todo lo que el viejo ese les contó. Acerca de la historia de Licao, la historia de cómo Deucalion se volvió villano y bla bla bla.

Segundos después recibí la llamada de Stiles. Comenzó a dar un vomito de palabras hasta que logré tranquilizarlo. Una vez calmado pudo contarme que estuvo hablando con Peter y Cora Hale sobre el pasado de Derek, lo cuál no quise saber, pero por insistencias de mi mejor amigo lo hice. Básicamente me contó sobre cómo Derek se volvió como es, la historia de su primer amor y cómo sus ojos se volvieron azules. En si la historia se me hizo muy personal, pero luego de algunos segundos uní uno que otro cabo.

—¿Brujita? —su voz adormilada me sobresalta. Ya había colgado la llamada y me puse a jugar un juego de frutas—. ¿Todo bien?

—Todo bien —afirmo—. Ven, duerme en tu cama. Creo que será más cómodo que el piso.

—Tus muslos son cómodos —dice con sinceridad.

Golpeo levemente su hombro y lo obligo a levantarse.—Vamos, rubito.

El chico sube a la cama, quitándose la bufanda y acomodándose entre las sábanas. Yo me dispongo a ir a mi habitación, pero su voz me detiene.

—¿Puedes quedarte? —arqueo una ceja en su dirección—. Por favor —pidió, y pude ver en sus ojos que realmente quería eso.

Acepté. Acepté por el simple hecho de que ambos estábamos mal, yo en silencio, pero lo estaba. Un poco de compañía mutua no nos vendría mal, supongo.

Me acomodo a un lado suyo, también adentrándome entre las sábanas. Puedo sentir como él se acomoda de igual forma y yo le doy la espalda en busca de una buena posición para dormir.

Puedo escuchar como su respiración se va calmando hasta un punto muy bajo. Él, medio adormilado logra formular algunas palabras que hicieron que algunos latidos míos saltasen.

—Si me importas, brujita. Mucho. —y dicho esto, durmió.

—Puede que tú también me importes, solecito...

☽☽☽

Y de forma continua, Scott frenó su motocicleta, Stiles su Jeep y yo mi auto uno a lado del otro. Isaac bajó del asiento del copiloto y yo con pesar bajé de igual forma. Ambos estábamos en pijama.

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟Where stories live. Discover now