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CAPITULO 28

—¿Para cuándo es la audiencia? — preguntó Joseph a Lena.

— es para pasado mañana mi vida...

— igual arregla todo, alimenta bien a esos bastardos y bañalos que huelen fatal. — indico a su esposa señalando a los niños llorosos del rincón.

— pero la trabajadora social viene hoy a las cuatro... Y s-santiago tiene el labio morado. — dijo Lena en voz baja y mirando de reojo al niño de nueve años.

— ponle un cubrebocas y di que está enfermo. — indico el hombre subiendo al segundo piso.

Los demás se quedaron en la sala, parados sin decir nada. Lena miro a los niños y los llevo al baño para regalarlos, termino con ellos y se puso a limpiar la casa. Los trastes sucios y la basura de cajas de comida preparada inundaban la cocina; pues no pudo hacer nada durante su tiempo en cama.

Joseph se enojo con ella y la golpeó hasta que en uno de esos golpes la dejo inconsciente.... Se veía que a Lena le iba mejor, sí como no.

[X (v)]

Su papá tenía que salir de viaje y violeta no podía quedarse sola, al menos eso lo sabía aquel amargado hombre. Claro que la mamá de violeta iba a todos lados con ellos y de una u otra forma todo estaban obligados a convivir.

— ¿Tiene todo lo que les pedí? — pregunto el hombre a la señorita del mostrador.

— si señor Müller, ya todo está listo aunque conseguir tres pasajes a último momento no fue fácil. — dijo la señorita amablemente.

— ¿Tres?

— vera... — dijo antes de ser interrumpida por la mamá de violeta.

— yo le pedí ir con ustedes, hasta crees que llendote de viaje me alejaras, iluso...

El hombre apretó la mandíbula ya un poco arto de la mujer.

— vámonos ahora. — dijo tomando a violeta bruscamente del brazo en dirección al estacionamiento.

— por favor Jhonatan, no puede ser que de verdad aún estés enojado. — se burlón la mujer siguiéndolo.

— no me llames por mi nombre y deja de ser una molestia. — expreso Jhonatan con odio.

(•••)

— ¡Con un carajo!, ¡Apúrate, violeta! — gritó su padre desde abajo ya con su traje puesto y esperando a ambas mujeres.

— dios, te exaltas demasiado... — bufó la mujer fastidiada de tantos gritos.

— tu cállate, ¡Violeta, voy a subir por ti! — gritó nuevamente a su hija antes de verla aparecer en lo alto de las escaleras.

Al verla, Jhonatan dió un giro y salió de la casa, subió las maletas que faltaban y se metió al auto, las chicas no tardaron en subir. El papá de violeta le dió un fuerte manotazo en la pierna haciendo que ella diera un brinco y cubriera la zona con su mano.

— ¿!que putas haces que te tardas tanto!? — pregunto enojado.

— déjala, así somos las mujeres. Aunque solo sea ir a correr nos arreglamos... Más si existe un hombre de por medio. — lo miro como n una sonrisa, mientras abrochaba el cinturón de seguridad.