ISOLATION | Dramione - Traducida

Capítulo 49: Epílogo

Las palabras apenas habían salido de la boca de Andrómeda antes de que la pequeña bruja prácticamente corriera hacia las escaleras y las subiera torpemente. Oyeron sus pequeños pasos en el piso de arriba hasta que llamaron a una puerta con suavidad y cortesía. A su pesar, Draco sonrió cuando su primogénita se invitó a sí misma a entrar en la habitación de Teddy con un tono entusiasta que le recordaba cada vez más a su madre. Taura Andrómeda Malfoy era digna hija de Hermione Granger, y eso le parecía perfecto.

Volviéndose hacia su tía y sentándose a la mesa, Draco enarcó una ceja mientras estudiaba las oscuras sombras escondidas bajo sus ojos y las nuevas arrugas que ciertamente no habían estado allí hace una semana. ''¿Estás bien, 'Dromeda?''

''¿Yo? Oh, sí. Estoy bien. ¿Tú estás bien? Recuerdo los días de los dientes, menudas noches sin dormir''.

''En efecto'' asintió, poniendo en blanco sus cansados ojos. ''Según mamá, lo ha sacado de mí''.

Si Taura Andrómeda Malfoy era la hija de Hermione Granger, entonces Theodore Orion Malfoy era definitivamente su hijo. Aunque aún no había cumplido un año, Draco ya establecía paralelismos entre su hijo y las historias que su madre le había contado sobre cómo se había comportado a esa edad. Si Theo era la mitad de inteligente que su hermana, iban a tener problemas cuando llegara a los tres años.

''Tu madre me envió una carta deseándole suerte a Teddy para mañana'' dijo Andrómeda, interrumpiendo sus pensamientos. ''Va a venir a almorzar después de que Teddy se vaya a Hogwarts''.

Su voz vaciló ligeramente en la última sílaba, y Draco lo notó. ''Oye, si vas a echar de menos tener un niño cerca, puedes tomar prestado a Theo durante unos días''.

''Hay una gran diferencia entre un niño de once años y uno de un año, Draco''.

''Punto justo. Bueno, ¿cómo se siente Teddy por lo de mañana?''

''No estoy segura'' suspiró Andrómeda. ''Hoy parecía estar bien en el Callejón Diagón, pero estaba un poco distraído. Estuvo muy callado en la ciudad''.

''He leído en el periódico que este año sólo hay unos pocos estudiantes nuevos. Decía que era porque eran los "bebés de la guerra" y la tasa de natalidad era baja ese año por... razones obvias''.

''Sí, solo hay dieciocho de primer año. Pero, al parecer, en los próximos dos años habrá más estudiantes; el típico baby boom de posguerra''.

Draco frunció el ceño y tamborileó los dedos contra la mesa. ''Parece que fue hace tanto tiempo. Es extraño pensar que este año habrá niños que irán a Hogwarts y que no estaban vivos durante aquello''.

''Eso no significa que no les haya afectado''.

''Me hace sentir jodidamente viejo, también''.

Andrómeda sonrió. ''Siempre serás joven para mí''.

''Eso es porque tú estás mayor'' sonrió, mirando a las escaleras. ''Bueno, vine a tener una charla con Teddy''

''Creo que le gustaría. Ve tú. Mantendré a Taura ocupada con algo''.

''Mientras no sea tu varita, deberías sobrevivir''.

Mientras Draco salía de la cocina y se dirigía al piso superior, no pudo evitar el muro de nostalgia que se estrelló contra él. Este había sido su hogar durante cuatro años después de la Guerra, y a pesar de los horrendos recuerdos residuales de aquellos meses que rondaban la casa, se había sentido cómodo viviendo aquí con Andrómeda y Teddy. Era un hogar chirriante con más telarañas que velas, pero siempre se había sentido cálido y seguro. Incluso ahora, cuando subía las escaleras, sabía qué escalones chirriaban bajo sus pies después de volver a casa a escondidas desde la casa de Granger e intentar no despertar a Teddy cuando era un niño pequeño.