Capítulo 17: Estrellas

7.3K 450 242
                                    

Hermione se quejó en la almohada cuando la alarma ahuyentó los susurros de su sueño juguetón. Draco había estado increíblemente maravilloso anoche, igual que lo fue su primera noche; paciente y nada egoísta, pero todavía rezumando esa obstinada desenvoltura que era definitivamente Malfoy y bastante seductora. Los nervios la habían afectado de nuevo, pero ciertamente se había sentido más cómoda esta vez, y algo acerca del agua goteando en sus cuerpos había sofocado sus reparos haciéndole delicadas pero deliciosas cosquillas.

Enrolla tus piernas alrededor de mi cintura.

Sus doloridos músculos se estremecieron cuando recordaba sus labios y murmullos contra su garganta, que la llevaban a un lugar entre pecaminoso y seguro. Había dejado que la apretujara contra los azulejos y despertara ese calor palpitante en su estómago, entre el vapor con esencia de rosas y los ecos del agua pulsátil. Tembló y gimió con abandono, como el viernes, y luego el la llevó a su habitación, esperando a que ella hubiera recompuesto sus sentidos antes de unir sus caderas de nuevo para satisfacerse.

Granger...

Con su cuerpo saciado, ella simplemente lo había observado con fascinación mientras el trataba de liberarse. Las facciones de él se habían suavizado y se veía completamente desahogado en esos breves momentos, y ella distraídamente le daba besos distraídos en la mandíbula y cuello. Lo estudió atentamente y decidió en silencio que nunca se había visto más hermoso y libre, y lo besó con fuerza cuando el lo soltó.

Las sábanas estaban aún húmedas por las gotas de la ducha y el sudor, y mientras que sabía que el espacio junto a ella estaba vacío, echó una ojeada de todos modos; solo para comprobar.

Estaba sola, pero estaba... bien.

Había acudido a ella la noche anterior, y eso era suficiente por ahora. Su orgullo se estaba llevando un golpe serio, y ella era suficientemente sabia para saber que a él le llevaría tiempo adaptarse a su... extraña situación, al igual que ella. La verdad sea dicha, ella no estaba exactamente segura de que espera conseguir de todo esto, pero sabía que le gustaba, y las palabras de Luna la tentaron a actuar por impulsos.

A veces, las guerras pueden traer cosas buenas. Pueden enseñar a la gente a aferrarse a lo que se siente correcto, incluso aunque haya riesgos de por medio.

Tenía el presentimiento de que el destino le iba a jugar una mala pasada pero, solo por esta vez, decidió dejar que las cosas pasaran y siguieran la corriente. Merlín sabía, que encontraría difícil no sobreanalizar la extraña relación con su invitado Slytherin, pero lo estaba conociendo, y acelerarse a tomar decisiones o sacar conclusiones resultaría inútil.

Una mirada rápida a su reloj la avisó que había permanecido en la cama demasiado tiempo y era ligeramente tarde, así que rápidamente empezó su rutina mañanera antes de ir a su encuentro con McGonagall. Las clases habían terminado por lo que la directora podía empezar a mandar estudiantes a sus hogares para las vacaciones de navidad de la forma más segura posible, y Hermione y los otros prefectos habían acordado ayudarla. Desafortunadamente, Michael estaría allí también, lo que significaba que finalmente tendría que enfrentarse al delegado tras huir de el en el baile sin dar explicaciones.

Ya había alimentado la excusa de un repentino virus estomacal con Ginny y sus otros amigos cuando se quedó en la sala común de Gryffindor el sábado por la noche, y esperaba que la mentira piadosa fuera lo suficiente sólida para que Michael se la creyera. Bajando a zancadas por los familiares pasillos, comprobó su reflejo en una escarchada ventana para asegurarse que cualquier marca dejada por Draco había sido correctamente tapada con su apresurado encantamiento de glamour, antes de deslizarse por la entrada de la oficina de McGonagall.

ISOLATION | Dramione - TraducidaWhere stories live. Discover now