ISOLATION | Dramione - Traducida

Capítulo 13: Solo

Hermione no podía recordar sentirse tan cálida y contenta.

Soltó un murmullo perezoso mientras los movimientos rítmicos de un pecho masculino la acunaban de vuelta al maravilloso purgatorio entre el sueño y la realidad. Un apetitoso olor a menta y pecaminoso Slytherin le cosquilleó en la nariz, y alejó parpadeando los restos de un alegre sueño mientras recordaba donde estaba.

A juzgar por las fuertes respiraciones que jugueteaban con su pelo, Draco estaba mucho más ajeno al mundo, pero sus brazos debían haberse enrollado en ella durante la noche, y no pudo evitar empujar su cuerpo un poco más contra el suyo. Se sentía tan bien envuelta alrededor suyo, que quiso absorber el momento tanto como pudiera antes de que la negación y las discusiones llegaran. Frunciendo el ceño tras ese pensamiento, se dio cuenta que probablemente era mejor que se fuera antes de que él se agitara, aunque solo fuera para evitarles a ambos la vergüenza y el fastidio.

Sin saber por qué, pero incapaz de resistirse, alzó el cuello y le plantó un prolongado beso en la línea de la mandíbula, antes de desquitarse cuidadosamente de su agarre.

La ausencia de su tacto la dejó sintiéndose abandonada y fría, y como idea de último momento, cogió una de las mantas de Draco para taparle. Con una triste mirada final, se giró para irse, ajena al par de ojos grises que se abrían lentamente tras ella.

Draco llevó sus dedos hacia donde sus labios habían estado, y miró fijamente su espalda mientras le dejaba solo. Un idea momentánea le asaltó, y silenciosamente se levantó, justo logrando atrapar la puerta antes de que se cerrara tras ella. Asomó la cabeza por el hueco y puso a prueba su capacidad auditiva para captar su contraseña con éxito.

¿Lutra, Lutra?

No tenía ni idea de lo que significada, ni le importó; sólo se sintió satisfecho de que las cosas podían ser un poco más justas ahora. Si ella estaba tan jodidamente dispuesta a entra en su habitación cuando quisiera, ahora él podía hacer lo mismo. Se dijo a sí mismo que era puramente con propósitos estratégicos, pero cuando llevó de nuevo los dedos a la mandíbula rozada por Granger, no pudo evitar preguntarse si había motivos más oscuros en sus actos fisgones.

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Tras un almuerzo ligero y un viaje a la biblioteca, Hermione había vuelto a su dormitorio encontrando a Hedwig picoteando en la ventana.

Hermione leyó la carta de nuevo, y su sonrisa se ensanchó. El sobre venía dirigido únicamente a ella, así que no había buscado a Ginny esta vez. Tras semanas de nada salvo decepción y combustible para su siempre creciente pesimismo; finalmente había algo de luz en la oscuridad. La nota estaba garabateada con la familiar y torpe letra de Ron, pero las palabras eran firmes y claras en el pergamino.

Lo encontramos. Está destruido.

Buscando los otros.

Te echo de menos.

R&H

No había dudas sobre lo que habían encontrado. Habían encontrado el guardapelo. Su curiosidad sobre los detalles tendría que esperar; sabía que era demasiado arriesgado para Harry y Ron darle demasiada información. Pero por el momento, no le importada, estaban un paso más cerca de derrotar a Voldemort y terminar con esta guerra.

Te echo de menos.

Su amplia sonrisa se convirtió en un triste ceño cuando un ataque de culpabilidad la golpeó fuerte. Visiones de sus recientes... actividades con Draco danzaron por su consciencia, y se dio cuenta, con una mueca, que no había considerado ni una vez como su comportamiento podría afectar a su amistad con los chicos, específicamente Ron. Los detalles de su relación con él eran complicados por no decir otra cosa, y supuso que debían culparse a ambos por nunca haber tenido una conversación civilizada sobre el tema.