- Solo fue un sueño, no es nada - tome sus manos para relajarlo, lo que hizo por el tacto además de una pequeña ola de calma que le envié - ¿Dónde están los demás?

- Pietro duerme con Edward, él está acosandolo - Bromeó un poco sabiendo que el cobrizo observaba a mi hermano dormir

«- ¡No es cierto! - escuché el pensamiento del cobrizo »

Reí por la queja de Edward junto a un detonante gruñido que también venía de él, provocando la risa de Emmett y la mía. Suspire divertida arreglando mis cabellos un poco. El extraño sentimiento ya había bajado de mi sistema.

- Rosalie está jugando a las cartas con Jasper en la sala, Alice está volviendo a reacomodar su armario y papá está en la oficina estudiando - Terminó de contar - Yo estaba jugando videojuegos pero vine aquí, era yo o Jasper pero fui más rápido - Presumió con una sonrisa victoriosa

« - Eso no es verdad, lo deje ir porque Rosalie iba a espiar mis cartas - corrigió el rubio desde abajo en sus pensamientos »

Volví a reír sin poder evitarlo, era obvio que la rubia, si Jasper venía, iba a espiar las cartas del soldado para saber que tarjetas tenía y hacer trampa. Mire con una pequeña sonrisa a Emmett cuando sentí algo removerse debajo de las sábanas. Mire allí notando a Tobi que se había enredado e intentaba salir.

- Ya te dije que no duermas allí - Dije en un suspiro rendida ayudando al perro - Tienes tú cama para ti solito ¿Cuándo subiste?

- Si sabes que un perro no te va a contestar ¿Cierto? - Se burló el azabache pero lo ignore para acomodar a Tobi a mi costado, el cachorro solo se apegó a mi volviendo a dormir

- Ya vé a jugar, Emmett. Estoy bien - Me recosté nuevamente, el pelinegro asintió soltando una risa, besó mi mejilla y se fue

Tobi volvió a levantarse mientras soltaba pequeños sonidos pidiendo caricias. Levanté la mano algo cansada mientras me removía para mirar el techo, el cachorro se subió sobre mi pecho y empecé a hacerle pasar mi mano suavemente sobre su pelaje esperando a que se vuelva a dormir.

No podía evitar volver a pensar en la visión.

Un prado lleno de nieve, justamente en su punto más fuerte. Parecía como si estuviese en el cielo de lo blanco que era aquello.

Bastantes personas, estaba segura que eran unas diez. Solo podía distinguir sus pasos acelerados junto a las infantiles sonrisas y melodiosas risas que provocaban una sensación de agradable calor en mi pecho.

Una voz suave avisando que las galletas estaban listas, el sonido de el horno listo, la voz de Pietro burlándose de alguien pero amigable. La voz de los Cullen hablando con la suave melodía de un piano detrás como si fuese esa suave canción de cuna que suena en los aparatos musicales de bailarinas.

Moví a Tobi nuevamente al saber que no podría dormir sintiendo ese escalofrío constante recorriendo mi espalda. Me senté en la cama en silencio viendo un punto sin sentido en la esquina, ¿Por qué me alegraba pero incomodaba esa emoción? ¿Por qué quería quedarme pero mi cuerpo quería irse como si estuviese negado a querer pasar por ello?

Era como si fuera una visión hermosa, pero había algo triste y melancólico detrás.

Aún que la visión demostraba que me quedaría con los Cullen, eso me confundió.

𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇; Carlisle CullenWhere stories live. Discover now