Spooky class

Capítulo 13

Llamé a la puerta.

Ya había llegado a casa de Blair, cómo acordamos ayer. También había traído la foto del martillo.

Blair abrió la puerta.

—Hola, pasa.

Pasé hacia dentro, observando que no había nadie. ¿Era la primera en llegar?

—Los demás no han llegado aún —dijo, cerrando la puerta.

—Está bien —asentí.

Blair caminó hacia una de las salas, el salón. Allí había una mesa un tanto desordenada. Un periódico por aquí, unos cuantos papeles por allá...

Blair se sentó en uno de los sofás y yo hice lo mismo.

Un silencio se formó en el ambiente, un tanto incómodo.

—Oye —dijo, captando mi atención—. Siento lo de la otra noche...

—Ah, no te preocupes, está bien.

Ella me miró, intentando comprobar si estaba siendo sincera y realmente daba igual. Le mantuve la mirada, justo como la otra noche...

Entonces sonó el timbre. Blair reaccionó rápidamente y se levantó para abrir.

—¡Eh hola! —escuché a Dylan desde la puerta.

—Hola —escuché a Cam también.

Los chicos pasaron y se adentraron en el salón. Dylan se sentó a mi lado.

—¡Morena! —dijo mientras me molestaba revolviendo mi pelo.

Blair y Cam se sentaron.

—Vale —Blair comenzó—. Empezaré yo —aclaró—. Lo que he observado es que todo apunta a que las mayores pistas estarán en el instituto. Ya tenemos dos. El cadáver de Gerard y el martillo con sangre. Ah, otra que no fue vista en el centro es la mancha de sangre seca en una fiesta llena de alumnos del instituto.

—¡Verdad! —recordé—. Blair y yo estábamos en el balcón, en la fiesta de la otra noche, y vimos una mancha de sangre seca en el suelo.

—Exacto —continuó Blair—. Esas tres cosas deben significar algo, sabéis.

—Estoy de acuerdo, aunque todo esto puede ser tan solo casualidad —dijo Cam—. Quiero decir, no el cadáver asesinado de Gerard, pero sí el martillo y las manchas. ¿No creéis? El martillo; alguien lo usaba y se hizo daño entonces de ahí las manchas. Las manchas en el balcón; alguien se cortó con uno de los vasos o cualquier cosa al alcance en la fiesta y allí se cayó la sangre.

—La sangre del balcón estaba seca —dije—. No creo que se secara en... ¿Cinco minutos?

—Además —Dylan se unió—. No es casualidad que esas extrañas cosas aparezcan después del crimen. Bueno, de haber encontrado el cadáver de un estudiante asesinado. Y brutalmente.

—Como decía —Blair interrumpió—. Todo esto apunta a tener mucha relación con el instituto.

—Estoy de acuerdo, si algo pasara, pasará en el centro —dijo Dylan—. No sé, lo presiento.

—Se me olvida contaros algo —dije—. Alguien está sacando fotos, no sé si de mí, pero sé que sí cerca de mí.

—¿Cómo? —preguntó Blair con el ceño fruncido.

—Llevo muchos días escuchando el disparo de una cámara a mi alrededor... —expliqué—. Por ejemplo, la noche después de la fiesta volvía a casa caminando y escuché el disparo. O la tarde en mi habitación, que lo escuché en frente de mi casa.

—Hay que tener cuidado con eso —añadió Blair mientras apuntaba en uno de los papeles.