Capítulo 2

13 2 1
                                    

Al finalizar la clase de geografía, me quedé sentada en mi sitio observando a todos marcharse, menos yo. Blair, Dylan, Cam y yo. La profesora se sentó en su sitio de nuevo y se puso sus gafas mientras sostenía un papel entre sus manos.

—¿Blair Bennett? —comenzó a pasar lista.

—Yo.

—¿Cameron Marshall?

—Yo.

—¿Dylan Campbell?

—Yo.

—Y por último, ¿Lexi Allen?

—Yo —dije.

—Bien, estamos todos.

Me recosté en mi asiento, cansada de estar tantas horas en la misma silla. Y pensar que estaría una hora y media más de lo que me corresponde. No diré que no es mi culpa, ni me quejaré, porque sí es mi culpa. Cam y yo estábamos hablando, pero, ¿Blair y Dylan? Solo dijeron cuatro palabras y ni siquiera formaban parte de nuestra conversación... Yo no tengo motivo para enfadarme, pero ellos sí.

—Bueno, quiero deciros que no estaré yo con vosotros —dijo Mrs.Wiley —. Vendrá otro profesor, pero yo tengo que ir a mi casa. Aún así, os dejaré tarea—se acercó a la pizarra y comenzó a escribir—. Quiero que escribáis como mínimo seis líneas sobre los factores físicos que alteran nuestros paisajes y hagáis la actividad número tres de la página 167.

¡Bien! No tendríamos que aguantar a Mrs.Wiley durante tanto tiempo, algo es algo, ¿no? Saqué mi cuaderno y mi estuche mientras la profesora recogía sus cosas. Todos hacíamos lo mismo, Blair incluso había comenzado a escribir.

—Me voy —dijo Mrs.Wiley desde la puerta—. Quiero que os comportéis, mañana recogeré vuestros trabajos. Buen día.

Se fue y justo en ese momento, entró otro profesor. Vaya, Mr.Baker. Un profesor bastante aburrido, la verdad. Lo tuve en mi segundo año y aprendí entre poco y nada. No le culpo, tendrá 57 años y sigue aguantando a adolescentes que no tienen ganas de nada.

—Buenas tardes —dijo mientras se sentaba en la silla—. Supongo que tenéis tarea.

—Sí —asintió Blair.

—Bien, pues comenzad a hacerla en silencio.

Comencé a escribir sobre lo que nos había dicho la profesora. No estaba inspirada, tampoco había atendido mucho en clase, así que me costó un poco completar el texto y que estuviera bien escrito. Después de un rato, realicé la actividad del libro. Era un tanto larga, pero no me quejé, al menos me entretenía.

—Pst —escuché por detrás —. Pssst —de nuevo. Me giré, sin otro remedio.

—¿Qué quieres, Dylan?

—¿Has terminado la redacción, morena? —dijo tranquilo. ¿Morena? Iugh.

—No —mentí.

—Pues termínala y...

—No pienso dártela —dije, antes de que pudiera terminar.

Rodó sus ojos y volvió a acomodarse en su sitio. Lo observé unos segundos mientras jugaba con sus lapiceros, y acto seguido volví a centrar mi vista en el cuaderno.

El tiempo pasó rápido. La hora y media de castigo finalizó y todos salimos del aula. Blair comenzó a caminar con velocidad, pero se detuvo en cuanto Dylan gritó su nombre.

—¡Eh, Bennett! —dijo el castaño.

—¿Qué quieres?

—Ven.

Blair hizo caso y se acercó. Cam y yo observábamos la situación con atención, ya que era rara esta cercanía entre Bennett y Campbell.

—¿Os venís a los jardines a comer algo?

—¿Nos dices a nosotros? —dijo Cam, extrañado, frunciendo su ceño con la cabeza inclinada.

—Sí, vosotros —asintió Dylan—. Vamos, no tenemos nada más que hacer, ¿o sí?

—Pues yo tengo que... —comenzó Blair, siendo interrumpida.

—Me da igual —Dylan le cortó, caminando hacia los jardines.

Al darse cuenta de que ninguno de nosotros le seguía, se detuvo para darse la vuelta y mirarnos.

—¡Venga, no tengo toda la tarde!

Cameron me miró y alzó sus hombros, siguiendo a Dylan. Blair dio un paso y me lanzó una mirada, para, acto seguido, seguir a estos dos. Sin otro remedio, comencé a caminar tras ellos.

Me detuve en seco al escuchar un golpe a lo lejos. Giré mi cabeza hacia el pasillo que dejaba detrás mío, pero no vi nada, así que no le di importancia y continué caminando tras mis tres compañeros.

Spooky classWhere stories live. Discover now