¡Especial de navidad!

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Ya teníamos mucho tiempo, viviendo juntos, Sylvie y yo, la muchacha que alguna vez había llegado sin previo aviso, aquella chica con la cabellera plateada, misteriosa, amorosa… y celosa.

—¿Navidad? Lo siento amo, nunca antes había escuchado hablar de ello, recuerde que estive encerrada durante mucho tiempo, a veces con mucha suerte podía ver un misero rayo de sol.

Sylvie, durante todo el tiempo que he convivido con ella, me he sentido tranquilo, y esta navidad, será la primera en la que no la pasare solo, después de mucho tiempo.

Quisiera decir que es porque estaré junto a Sylvie festejando, pero.

—… ¡Es verdad! Nephy había mencionado algo al respecto, dijo que tendría una gran fiesta de navidad, nos invitó a ambos así que no pienso dejarlo ir solo.

Y ahí vamos de nuevo.

—Obviamente iré junto a ti, eres con la que llevo viviendo más de medio año….

—…Entonces, ¿porque esta con esa cara tan preocupada?

Sylvie, sabia como me sentía de tan solo verme, nunca antes me había sentido de esa forma tan engreída.

—Solo que, es tu primera navidad, y quería que festejáramos solo los dos.

Sylvie se había quedado en silencio, sin decir una sola palabra… pude ver como su rostro empezó a cambiar a una tonalidad más rojiza, sus ojos se abrieron como platos y la hasta ahora tranquila Sylvie, se empezó a poner muy nerviosa de la nada.

—…L-lo siento, no quería referirme a eso.

Ella desvió la mirada para evitarme, no porque lo que había hecho fuera malo, solo fue el agarre desprevenido.

Junto a ella hemos estado practicando su forma de hablar, ella le puso mucho esfuerzo para poder, algún día, ayudarme con mi trabajo.

Mire a mis alrededores mientras me hundía en mis pensamientos, recordé una cosa, esta, aunque no sea mi casa, me siento cómodo, tranquilo y feliz, aquel ángel plateado, me cambio la vida para bien.

—Amo… yo, si quiere podemos cancelar los planes que Nephy, a lo que nos invitó, talvez lo mejor es que ambos nos quedemos en casa a festejar juntos.

…Yo también me quede callado en ese incomodo momento, podía notar como mi rostro se calentaba, dándome cuenta, que, aunque sea mayor que ella, sigo comportándome como un adolescente tonto, talvez, ella hizo que rejuveneciera.

—No, está bien, mejor vamos con los demás, después de todo, son nuestros amigos ¿verdad?

—…Mientras solo sean amigos toda ira bien.

…No sabía cómo responder a eso, ¿fue una amenaza?

Durante esa tarde ambos estuvimos bastante nerviosos, pues lo que había pasado hace un par de horas nos había puesto a la defensiva.



—¿Oh? ¡hola chicos!

La molesta camarera, al vernos se acercó rápidamente hacia nosotros, agitando la mano mientras que en otra tenía una bandeja llena de platos de comida que tenia que llevar a sus clientes.

—¿Como les va?

—¿No se supone que tendrías que llevar eso a otra mesa?

—Vamos Alessandro no seas aburrido.

Lo dijo mientras me daba unas palmaditas en la espalda como si estuviera burlándose de las veces que me ponía aburrido por la forma en la que se comportaba.

—¡Sylvie! Como has estado….

—Todo ha ido bien durante estas semanas… como esta tu madre.

Nephy se puso seria de un momento a otro.

—Iré a entregar estos pedidos.

—Lo… lo siento por preguntar.

—No te preocupes Sylvie, todo está bien.

Ella forzó una sonrisa y se fue a seguir trabajando.

La madre de Nao y Nephy ha estado bastante enferma estas ultimas semana, enfermedades que si te enteraras que las tienes no tendrías el valor para decirles a tus familiares, y solo ser una carga… eche un suspiro y mire a Sylvie, quien está preocupada y molesta consigo misma por hacer esa pregunta.

—Oye Sylvie.

Ella rápidamente me presto atención como siempre lo suele hacer.

—Di-dígame amo.

—¿Sabes porque se celebra navidad?

—¿…? Ahora que lo menciona, no, no se la razón por la cual se celebra navidad, además, tampoco sé que significa esa palabra.

Sylvie no sabía la razón por la cual se llevaba tal festejo, escuche que incluso países orientales toman esta práctica a pesar de su religión.

La religión es algo bastante difícil, por eso, quiero explicar a Sylvie el significado de esta misma, quiero que ella elija en lo que desea creer.

—Bueno, se podría decir que….

—Tengan su pedido.

Nephy se apareció de la nada, trayendo una bandeja de comida, pero… nosotros no habíamos pedido nada aun, incluso ella ni siquiera nos había preguntado que pediríamos.

—Nephy, creo que te equivocaste… no hemos pedido nada aún.

—¿Eh? Lo siento, estoy algo distraída.

Nephy recogió lo que iba a dejar en nuestra mesa….

—Nephy, está muy distraída desde que mencione lo de su madre, ¿fue mi culpa no?

—No te preocupes, no fue tu culpa, cualquier persona lo tomaría de manera seria y trataría de calmarse… solo que ella….

Dije eso ultimo mirando a Nephy, quien se encontraba deprimida.

—…Amo, tengo hambre.

—Disculpa, espera a que Nephy venga, para ordenar nuestra comida.

Al final, Nephy no vino, y tuvimos que llamarla.


La comida estuvo muy buena, aunque con el estado de Nephy, sentía que era algo agria, la comida no sabe igual cuando los que la preparan están de mal humor.

Después de almuerzo Sylvie y yo fuimos donde Aurelia, la cual nos había citado, en especial a Sylvie.

No podría leer a Aurelia, ella era una persona misteriosa, así que no podía saber que nos estaba preparando.

Mientras caminábamos, veíamos a todas las personas preparándose para recibir la navidad, estábamos en la fuente donde siempre solíamos descansar, y esta no era la excepción, cuando llegamos a las banquetas ambos nos sentamos a descansar.

—Vaya, está haciendo bastante frio.

Ya teníamos planeado ir con Aurelia, para comprar ropa de invierno, aunque teníamos nuestras chaquetas no era suficientes.

—Lo siento, se que debíamos ir a comprar ropa antes de invierno.

—No se disculpe amo, no hay problema, estoy acostumbrada.

Cada vez que ella mencionaba algo relacionado con el frio y oscuro lugar donde se encontraba antes de parar conmigo, una aguja perfora mi pecho, no quería que ella se sintiera como en ese lugar, no quería que ella recordara ese frio lugar, no quería que ella tenga recuerdos dañinos.

—Lo mejor es que vayamos con Aurelia lo más rápido posible.

—Si.

Ella sonrió y volvió a tomar mi chaqueta mientras me levantaba para seguir.

Mientras pasábamos por los establecimientos, podíamos ver todo tipo de cosas, aunque la mayor parte de vendedores se encontraban en el centro de la ciudad, aquí la gente también estaba abundando.

—Vaya, mañana ya es noche buena… el tiempo ha pasado muy rápido.

Mire a sylvie quien estaba ocultando sus manos en su rostro, mientras trataba de calentarlos.

—Enserio lo siento, tenia mucho trabajo y no podía venir….

—Amo… sabe, cuando aun me encontraba haya, aunque sintiera frio, hambre o calor, ya no sentía nada, es como si mi alma se hubiera hecho hueca, como si mi cuerpo hubiera dejado de vivir, mi mente, me hizo creer, que ya había muerto… pero, cuando llegue con usted, poco a poco empecé a sentir calor, frio, hambre… dolor, y esas sensaciones, incluso el dolor, se volvieron increíbles en su momento, aunque ahora, ya no quiero sentir dolor, o tristeza… porque, empiezo a recordar ese oscuro lugar.

Sabia que Sylvie había madurado en este poco tiempo, le empecé a enseñar a leer y escribir, tanto, que a ella le encanto y ahora, lee de una mejor manera, escribe muy bien, quien sabe, talvez me encuentro frente a una futura genio.

—¿…? ¿Qué pasa amo?

Ella me miro con su rostro confundido, mientras yo le sonreía con mucha admiración.

—No pasa nada Sylvie, todo está bien.

No tardamos mucho en llegar a la tienda de Aurelia, la cual estaba adornada con varios objetos verdes, las cuales, anunciaban la llegada de navidad.

Entre al lugar, y una campanilla sonó, ese sonido muy particular, el cual daba aviso de un nuevo cliente.

—Vaya, hay cosas que no cambian….

Aurelia, de alguna forma, había logrado recuperar su tienda anterior, ella era la única que no tenia miedo de esos tipos, y sin importarle nada igualmente volvió abrir su tienda.

—¡Bienvenidos! Vaya es usted.

—¿Porque primero me muestras una sonrisa y luego una cara de desprecio?

—No es nada personal.

Del cuarto de personal, salió la mujer que infundía respeto, elegante con su vestido de color verde que hacían juego con su sombrero que cubría gran parte de su rostro.

—Como esta, doctor….

Ella miro a Sylvie, y se acercó a ella.

—Veo que tiene mucho trabajo para a ver descuidado a tan hermoso cristal plateado….

—No me hable como si fuéramos las mejores amigas.

Sylvie respondió cortante, haciendo que Aurelia se molestara, aunque mantenía una sonrisa forzada.

—Sylvie, discúlpate.

Aunque sylvie no quería disculparse, termino haciéndolo.

—Y dime Aurelia, que fue lo que paso, porque nos citaste.

—…En especial quería a Sylvie… ¿ya te enteraste que Nephy hará una fiesta? Solo invito a sus más cercanos, ósea solo nosotros.

—¿…? Aun no entiendo el porque nos citaste… por cierto, quería comprar ropa para Sylvie, ropa para invierno.

Aurelia miro a su hija, y como si se comunicaran telepáticamente, ella desapareció en el instante para buscar ropa para Sylvie.

—Bueno, hace un par de días me llego mercancía, pedí varios trajes de duendes, pero muchos me llegaron de un color muy extraño.

Sylvie y yo nos sentamos en el sofá, escuchando lo que Aurelia decía.

—Y quería regalarles esos trajes a Sylvie y las demás chicas… ¿lo entiendes verdad?

—Si, quieres deshacerte de mercancía defectuosa.

—Traje varias pendas que podrían servir.

Elena nos interrumpió.

—Elena, lleva a Sylvie para que se cambie.

—¡Si claro!

Sylvie se acerco hacia elena y la siguió hacia la zona donde se cambiaban la ropa todas las clientas.

….

—Ahora si… que es de lo que quieres hablar.

Aurelia cambio su rostro al serio, al rostro serio, sabia que nada bueno podía pasar.

—¿Escuchaste los rumores?

—Si, así es….

—Alessandro… debes tener cuidado, sabes a los que me refiero, aunque no nos conocemos del todo, ambos conocemos de esto, ambos sabemos de lo que hiciste y a quienes sacrificaste para lograrlo.

—…Si lo sé, gracias por preocuparte por nosotros.

—Te equivocas, a estas instancias, deberías saber que tanto Elena como yo, somos impares… y si están cazándolos, por culpa tuya… tienes que protegernos, eres el único que despertó ese estado, tu y Sylvie… son los que terminaran protegiéndonos.

—No metas a Sylvie en esto, no quiero que ella este involucrada… yo me encargare.

—Que bien, pero no te llenes de tanto peso, mañana trata de disfrutar la noche buena, y luego, has el trabajo que dejaste a medias.

Aurelia se alejó, y justo en ese momento apareció Sylvie vestida para la época.

—Te queda muy bien sylvie… pagare y nos vamos ¿estás bien con eso?

—Claro.

Aurelia volvió a aparecerse cargando con una bolsa con algo en su interior, ella se acercó hacia Sylvie.

—Ven con esto a la fiesta de Nephy, estoy segura que te quedara bien.

Ambos salimos del lugar sin decir nada más.

—Amo… ¿no cree que deberíamos comprar ropa para usted también?

—No te preocupes por eso….

Volví a recordar ese momento, en el cual terminé asesinando a personas….

Como le digo, que, desde ese momento, no he podido sentir frio.

Tardamos en llegar a casa, pero una vez ahí sylvie se dispuso a abrir lo que había dentro de la bolsa.

—¿Es tu primer regalo?

—Si… disculpe por estar tan emocionada.

Ella fue a su habitación para ver que había en la bolsa.

Yo me quede mirando un estante supuestamente vacío, donde guardaba algo muy importante para mí, que le entregaría a Sylvie.

Al día siguiente….

—¡Por favor, necesito ayuda!

Un misterioso hombre toco la puerta con desesperación y empezó a suplicar mi ayuda, aun no entendía muy bien a lo que él se refería.

—Tranquilícese por favor… ¿Qué fue lo que paso?

Trataba de tranquilizar a aquel hombre, el parecía no ser de este lugar, de este barrio en específico, pues desde que me mude a mi nueva casa, todo ha sido trabajo, pero la mayor parte de la gente que atendía era extranjera, gente que yo no conocía.

—¡Por favor, necesito su ayuda, por favor!

Aunque trataba de tranquilizarlo, no lograba hacerlo….

—Dígame que fue lo que pa….

—…Hola Alessandro, como te ha ido tu nueva vida.

Una voz y rostro conocido, un ex compañero de trabajo y de estudios.

—Vaya, nunca pensé volver a verte… en mi vida.

—Entiendo, han pasado muchas cosas desde la ultima vez que nos vimos.

Aquella persona, se acerco hacia la persona la cual se encontraba desesperada y la calmo enseguida, una extraña habilidad que la tenía.

—Alessandro, tenemos una emergencia, y solo tu puedes ayudar, uno de los mejores médicos del país….

—…De que se trata….

—Una persona de mediana edad, le dispararon en el pecho, posiblemente tenga daño en el corazón… necesitamos a alguien quien dirija la operación… cuando lo veas, no tendrás duda de ayudarlo, estoy seguro.

—…Dame unos minutos.

—Rápido, tiempo es lo que menos tenemos.

Cerré la puerta y fui a cambiarme rápidamente, pero, Sylvie estaba atrás mío, ella había escuchado todo.

—Amo… ¿ira?

—Lo siento, esa persona me necesita.

—Lo entiendo.

Ella me sonrió de manera cálida, esa sonrisa es la que me hacia falta para poder salir y ayudar a aquel hombre.
Me acerque hacia ella y acaricie su cabeza.

—Amo….

Ella redirigió mi mano hacia su mejilla y siguiéndole el juego empecé a acariciarla.

—Suerte… estaré donde Nephy, lo esperaremos para festejar.

—¿Esta segura? ¿saldrás sola?

—Si, no se preocupe… estaré bien.

Deje de acariciarla y fui a cambiarme, no demore mucho y salí de casa para ir al hospital, donde al parecer se encontraba la persona grave de salud.

….

….

….

Y otra vez sola, mi amo, durante este tiempo me a déjalo mucho tiempo sola, siempre se encuentra cansado desde que nos mudamos, apenas come cae rendido a su cama para descansar… ya no tenia tiempo para hablar con él, incluso, tuve que estudiar sola.

Teaching Feeling: Watashi No Chīsana Dorei Vol.1 Vol.2 (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora