Cap 3: Parte 4.

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—Sylvie, tienes que disculparte con ella.

—¡Ni lo piense! L-lo siento, no debí levantar la voz.

Sylvie y yo estábamos conversando mientras cenamos.

—¿Tan mal te cae Aurelia? No párese mala persona y te trato bastante bien… ¿Por qué hiciste tales comentarios?

Sylvie solo me miro con el ceño fruncido, con sus dos cachetes inflados, estaba bastante molesta, que sentía que si la tocaba iba a morderme.
Ella alejó la mirada, no quería tener contacto visual conmigo.

—Primero con Nephy, y ahora con Aurelia… enserio, usted no cumple sus promesas, ¡ay!

Le pegue un pequeño golpe en la cabeza de Sylvie por lo que dijo, luego la empecé acariciar.

—No seas tonta… ellas vinieron como clientas, tengo un trabajo… y tú también.

—…Tiene razón, lo siento.

—No es conmigo con quién tienes que disculparte, mañana nos tomaremos el día libre, y le pedirás disculpas a Aurelia.

Ella solo asintió… mientras alejaba mi mano de su cabeza.

¡…! ¿otra vez?

—Solo un poco más.

—Esta bien… sabes acariciar tu cabello me tranquiliza de cierta forma.


Al día siguiente…

—Lo siento, no me comporte como debía, disculpe por todo.

—Esta bien… eres joven y aprenderás de tus errores, te disculpó.

Estábamos en la tienda de Aurelia, Sylvie ahora mismo estaba disculpándose como lo había prometido.

Mire los artículos de la tienda, tal como dijo ella, habían llegado nuevos artículos… pensaba comprarle ropa a Sylvie, como ya se disculpó y Aurelia acepto las disculpas, supongo que Aurelia no se negara a buscar ropa para ella.

—¿Vienes a comprar más ropa para Sylvie?

Sylvie hizo un pequeño salto, se sorprendió de que Aurelia la llamara por su nombre sin más.

—Si, así es, ¿podrías por favor?

—Claro, espere donde siempre, Elena la acompañará.

Ambas desaparecieron en el vestidor como costumbre, mire hacia el asiento, ahí estaba Elena, leyendo un libro mientras comía algunas galletas.

Fui hacia ella y me senté en el sillón…

No dijo nada… no espera… un poco más…

—Sabes me incomoda tener a un pervertido cerca.

Lo sabía, no faltaría tan frase, esta chica me ha estado tratando mal durante todo este tiempo, siempre que suelo venir a comprar ropa está ahí solo para molestar, no le importa si soy un cliente o no.

—Deberías tratar de respetarme un poco más ¿no lo crees? Siento que estás siendo muy grosera.

Elena paso una página de su libro, luego agarro una galleta y me la ofreció, sin quitar su mirada del libro con portada roja que ella leía.

—Gracias.

Tome la galleta y me la metí en la boca… sabía bien, pensé que podía haber puesto algo en la galleta… solo estoy alucinando, no creo que ella llegaría a tales extremos.

…El relato de markov… ¿el relato de markov? D-de donde….

—O-oye E-Elena, ¿de donde sacaste eso?

Ella me miro confundida.

—Me lo dio mi madre… que pasa, ¿hay algo de malo con este libro?

—¿Te lo dio tu madre? Ella ¿cómo lo consigo?

—¿Eh? Porque pregunta… no lo sé, solo que me lo dio, dijo que es de mi padre.

Me quedé atónito al ver la portada de tal libro, hace tiempo que no lo veía, solo quería agarrar ese libro y partirlo por la mitad, luego lanzarlo al fuego.

Me tranquilice para no llamar la atención y no parecer que estaba loco o ansioso… una vez calmado empecé a preguntar a Elena.

—¿Qué te parece la historia?

Ella me miro, aún confundida y algo asustada, vi el libro, ella estaba por la mitad, así que ya debía saber la mayoría de cosas.

—Es una buena historia, sabe cómo generar terror y a la vez preguntarte cosas, es bastante bueno… quisiera saber cómo se llama el autor… pero.

Elena fue a la primera página.

—Solo está esta palabra “Sector 12” supongo que es el nombre alias del autor, ha, y atrás dice proyecto libitina… es un libro que incluso con la portada genera curiosidades y miedo… por eso lo leo de día.

Al escuchar lo que decía se me puso la piel de gallina… ella me enseñó la capa inicial del libro, un ojo hecho con cuero.

—Ves, da mucho miedo, quien hizo este tipo de portada debe ser un genio, está hecho de cuero.

—Ya veo….

—Porque estas preocupado, ¿quieres que te presté el libro?

—Aleja eso de mi….

—…Está, bien.

Paso un rato, salió Sylvie, vestida con la misma ropa con la que entró, pero cargando algunas bolsas llenas de ropa.

—¿Ya terminaron?

—Si así es, gracias por esperar… Elena ¿puedes cobrar?

Elena se me quedó mirando…

—Si está bien… ¿puede acompañarme por favor?

Empecé a seguir a Elena, algo preocupado aún no podía quitar de mi mente la portada y el nombre del libro.

¿…?

—Déjeme acompañarle amo… esta vez no está trabajando ¿no?

Sylvie sujeto de mi camisa, solo mostré una sonrisa, enserio, no puedo creer que está chica me quito todo el estrés con lo que dice, supongo que… no tome la decisión equivocada.

Fuimos con Sylvie a pagar al mostrador, una vez pagamos nos despedimos de Aurelia y Elena, cuando salíamos dos mujeres entraron… cómo es de costumbre, se nos quedaban viendo.

Caminamos un poco más.

—Siempre nos miran raro amo… ¿es por mis cicatrices?

—No es eso, es porque ambos somos raros de por sí, recuerda que somos impares… no somos normales, creo.

¿…? Y ese quien es…

—¿Amo?

Vi a un hombre el cual sentía que nos estaba vigilando, eso me puso nervioso… aunque ahora dejo de mirarnos y se fue por otro rumbo.
—No pasa nada, vayamos a comer algo.

Ambos seguimos caminando hacia el restaurante de Nephy….

Mientras caminábamos, sentía la misma sensación, me siento vigilado, volteaba a ver a todo lado tratando de ver a alguien el cual nos vigilará… ¡…!

Otra vez el mismo hombre.

Podía ver al mismo hombre de hace un rato… vestido de una forma igual a la de Ferrum, aunque él no llevaba sombrero… siento… que algo malo pasará.

Seguí caminando.

—Alessandro ¡bienvenido! ¿…?

Nephy me saludó como de costumbre pero yo pase de largo…

—Amo… creo que nos pasamos… dejamos el restaurante atrás.

—Sylvie, acércate más, y no te sueltes.

—¿…?

Seguí caminado, Sylvie se acercó más a mi, agarrando con más fuerza mi camisa… sentía que el mismo hombre nos seguía.

Trate de mirar a atrás, pero sería en vano, sentía que nos seguía, podía escuchas sus pasos acercándose poco a poco, ¡maldición porque tuve que salir hoy! No hay tanta gente aquí afuera….

Decidí confrontar al hombre el cual nos seguía, me quedé quieto y volteó rápidamente.

—¿Qué carajos quiere? ¡…!

Lo único que podía oír era la poca gente que salió corriendo… podía ver, como el hombre me apunto con un arma de fuego, un revólver cargado.

…Esto, no puede estar pasado.

El hombre de una edad mucho mayor a la mía, saco un sombrero igual al de Ferrum y se lo puso, apunto, cargo el gatillo… yo no podía moverme, me quedé inmóvil.

—¡Cuidado!

¡…! Escuché un disparo, y una chica con el cabello castaño quien se lanzó al hombre vestido de Ferrum… esa chica era Nephy, quien empujó el arma, haciendo que el hombre no llegara a meterme un disparo en la cabeza… pero… ahora puedo mover mi cuerpo, sentía una pequeña comezón en mi brazo, luego dolor, ardor… y después mucho más dolor, mi otro brazo instintivamente cubrió la parte de mi brazo, al mirar….

…¿Sa-sangre? La bala, si me llegó, aunque a mí brazo.

Mire a Nephy. Todo se veía en cámara lenta, Nephy siento empujada por el hombre, diciendo una palabra “corran” mire a Sylvie, ella estaba aterrorizada, apegada mi, con los ojos cerrados.

No pensé nada más, y agarre de la mano a Sylvie y salí corriendo.

—¡Quédate ahí doctor del carajo!

Solo escuché el grito de aquel hombre, por suerte no escuché otro disparo, yo salí corriendo con Sylvie agarrándola de la mano, prácticamente la estaba arrastrando.

Corrimos y corrimos, el hombre no disparo ni una sola vez.

—¡Amo que pasa!

—¡Solo sigue corriendo!

Corrimos y corrimos, no quería que otro salga herido así que bajo mi propio riesgo fui a un lugar donde no solía haber tanta gente.

¡…! ¡Mierda!

Había escuchado otro disparo, espero que ese idiota no haya disparado a nadie.

Mire hacia atrás, el hombre nos seguía, pero no solo el, otros cuatro también armados aunque con navajas nos seguían.

Seguí corriendo, que debería hacer ahora.

Corrimos un poco más, tomándolos con gente, aunque no quería involucrarlos, seguí de largo si pedir ayuda.

Hasta que llegue a mi fin.

¡Mierda! ¡no recordaba que esta calle era cerrada!

Un callejón sin salida… ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!

—Parece que llegó su fin… puf jajajaja, lograste cansarme.

Agarre a Sylvie y la puse detrás de mí.

—¡Vayan por la niña! ¡y maten a ese hombre!

Dos hombres se empezaron a acercar rápidamente.

¡…!

¿Qué pasa?

Los dos hombres se quedaron quietos, para luego caer al piso.

—¡Que está pasando, mi cuerpo me pesa!

—¡A mí también! ¡pero que mierda!

¿…? ¿Sylvie?

Sylvie estaba atrás mío, con el mismo aura que tenía hace uno día, un aura de color plateado, volví a mirar a los dos matones, también tenían el aura de color plateado, Sylvie estaba abrazándome con fuerza, sin abrir los ojos, asustada, pero que estaba pasando ahora mismo.

—¡No estoy para juegos! ¡Ustedes vayan por ella!

Los otros dos empezaron acercarte rápidamente con sus navajas listas para atacar… no me quedaba otra, tenía que proteger a Sylvie.

—¡Ten esto! ¡…!

El hombre se acercó a mí, yo di un golpe a su pecho… pero… ¡que mierda es esto!

Mi brazo tenía un gran trozo de hielo sólido el cual traspaso el pecho del hombre, dejándome con toda su sangre en mi rostro… no estaba entendiendo nada.

El otro hombre se asustó, pero eso no lo detuvo y atacó.

Yo solo puse mis brazos como escudo.

¡…! Pude notar la navaja rota cayendo al suelo… mis manos….

Tenía las manos manchadas de sangre, pero no solo eso, ambas de mis manos tenían como un tipo de garras de hielo en cada dedo, vi el rostro del matón, o lo que quedaba de el, su rostro estaba destruido, con púas de hielo clavadas en toda su cara.

El hombre cayó al piso, piso el cual estaba repleto de sangre fresca, una escena la cual me impresionó.

—¡Maldito monstro!

¡…! El hombre disparo con su arma cargada, antes de que pueda hacerle daño a Sylvie, la abrace y me tiré al piso con ella, pero en vano, el disparo cayó en mi brazo derecho.

—¡Ahhhhhh!

—¡Amo!

Solo logré escuchar la voz de Sylvie, y escuché otro disparo… pero esta vez no sentí nada. ¿…?

Me trate de levantar y mire rápidamente atrás, el cuerpo del hombre el cual me disparo dos veces, estaba cayendo lentamente, mientras un chorro de sangre salía del lado de su cráneo. Mire al otro lado, ahí están Ferrum, con un arma, el cual había disparado.

El se acercó a los dos matones del piso, y hizo algo que me dejó atónito… le metió a cada uno dos disparos en la cabeza.

Detrás de él aparecieron dos hombres, vestidos con una vestimenta rara, mientras uno de ellos tenía en sus manos una espada, una filosa… katana.

Se acercó a uno de los hombres tirados en el piso, y… corto su cabeza como si la espada hubiera cortado una hoja de papel.

Mire a Ferrum, el vino corriendo hacia mi.

—Lo siento… llegue tarde.

No pude escucharlo más… me empecé a marear, mi cuerpo no encontró estabilidad y cayó, desmayándome en el lugar.

Teaching Feeling: Watashi No Chīsana Dorei Vol.1 Vol.2 (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora