Capítulo 10

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Hoy es lunes 4 de abril, corrí hacia la escuela la verdad algo apurada, aún con todo pude llegar temprano. Me senté en mi escritorio, saqué un cuaderno y me puse a escribir. Quería aprender algo a escribir poesía, así que estuve leyendo algunos tratados teóricos sobre ello. Esto fue lo que salió:

«"¿Por qué me enfado contigo?" Me preguntas.

Será tal vez porque a pesar de esos lagos que tienes

de ojos, no tengo más remedio que alejarme de ti

Porque con solo verte a los ojos mi enojo olvido.

Soy presa de tus ojos, me enojo porque no lo notas.

Me enojo porque no puedo enojarme contigo y el

enfado que ves no es hacia a ti, si no hacía mí

por no poder enfadarme contigo. »

-¿Qué escribes? -preguntó una voz femenina-. ¿Es un poema?

Tomé la hoja de papel, la arranqué, la hice bolita y la guardé en mi bolso, era Jimena quien me hablaba.

-Nada, nada -me apresuré a decir cerrando el cuaderno-. No era nada Jime.

Ella levantó una ceja, parecía no haberme creído nada.

-Si, claro... -dijo sentándose a mi lado-. Vine porque quería saber si el domingo querías ir a ver una obra que vamos a estrenar.

-Por supuesto guapa -respondí con entusiasmo-. Depende de cuántas tareas nos dejen esta semana, pero si puedo estaré ahí, tenlo seguro.

Ella suspiró, no sé si de alivio o de algo decepción por no obtener un sí absoluto.

-Dime una cosa Laura -preguntó al fin-. Yo te veo siempre súper segura de todo, tienes decisión, yo estoy sumida en nervios con solo venir a invitarte a una tonta obra. ¿Cómo lo haces?

-¿De dónde sacaste eso? -pregunté sonriendo-. Las dudas son humanas, no soy un robot, no soy Sebastian.

-Eso, toda la naturalidad con que tratas a los muchachos, enséñame a ser como tú.

-¿Por qué querrías ser como yo, si ya eres como tú?

-No lo sé, no me gusta como soy Lau...

No supe qué decirle de inmediato, pensé un momento, volví a abrir el cuaderno y escribí algo en él, dándole vueltas al asunto. Tampoco la conocía demasiado. ¿Cómo debería saber que es lo que necesitaba escuchar mi compañera?

-A ver dime tú mejor algo Jime -dije después de un rato-. ¿Qué es lo que no te gusta de ti misma? -pregunté tomando lápiz y una hoja-. ¿Hagamos una lista sí?

Ella me miró algo extrañada.

-¡Vaya! Que difícil ejercicio -dijo poniéndose la mano en la barbilla y quitándose el cabello de la cara-. Para empezar odio no poder decidirme.

-Ok -dije apuntando-. ¿Qué más?

-No puedo hacer nada, no me siento capaz de nada -dijo frunciendo el ceño-. Soy un manojo de nervios para todo. Además, ¿En qué momento se me ocurrió cortarme el cabello de manera tan estúpida? Ni siquiera me gusta cómo me veo.

-Oye, te ves bien -intervine-. Pero si te entiendo, yo también me corté el cabello hace relativamente poco y me arrepiento, ya no crece igual que antes.

Ella río, al menos la pude alegrar un poco.

-Ya que sabemos los puntos que quieres mejorar podemos trabajar en cómo hacerlo, ves:

Laura(borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora