Te necesito vivo - Shinkami

Todos juntos.

Capitulo 18.

─Eres un idiota─ Soltó una vez quedaron solos en la habitación. Hitoshi, por su parte y como respuesta, bufo.

─El té es rico, pero el café aún más─ Aseguró con la cabeza alto.

─¡Oh, por favor! No puedo creer que digas eso ¿qué más dirás ahora? ¿qué los libros policiales son mejores que los de romance?.

─Pues..

─Por dios, tengo de amigo al típico personaje de Wattpad: antisocial, frio, serio, sarcástico que se enamora del chico más radiante y alegre de la univercidad. Muy cliche para mi gusto, me voy─ Respondió con una molestia fingida haciendo que el pelimorado riera.

Joder, su risa pensó Den, el cual miraba atento la escena que le daban los dos chicos. Apenas estuvo al tanto de lo que le pasó a su chico corrió por todo el hospital en busca de aquel chico de ojos morados para comprobar de que estuviera sano y salvo, o al menos respirando.

Y para su suerte si respiraba ¡hasta incluso estaba riendo!.

─Tienes razón, no sé en qué momento mi vida se convirtió en un clásico cliché ¡eso es vergonzoso! se suponía que yo nunca estaría de novio.

─No lo estas─ Corrigió el rubio. ─Oh vamos ¡no me veas así! tu más que nadie sabes que eres un mi-e-do-so que no pudo pedirle al idiota ser su pareja.

─No es idiota─ Aclaro. ─Y ya se que nunca se lo pedí, solo que, ¿quién necesita una estúpida etiqueta cuando ambos nos amamos y nos tratamos como tal?.

Monoma negó con la cabeza sonriendo.

─Mi querido Hitoshi, no intentes excusar tu miedo con esa frase barata de '¿Quién necesita una etiqueta?'. Tu y yo sabemos bien que te mueres de ganas por llamar a ese idiota como 'tu novio'. No intentes ocultarme tu lado posesivo porque te conozco más de lo que tu lo haces.

─Idiota..─ Bufo. ─Bueno, tal vez si me de miedo ¡pero tampoco se si el quisiera ser mi novio!.

─Sí serás.. ¡el pobre chico casi meaba sus pantalones con solo una mirada tuya!.

Menos mal que esos dos no podían ver al rubio hecho un tomate al lado suyo porque sino Monoma estaría sacandole miles de fotos para después burlarse de él. Aunque para ser sinceros no era el único que estaba así ya que los colores no tardaron en subir a la cara del pelimorado cubriendo gran parte de sus mejillas y orejas.

─Bueno, ya basta, que tu tampoco puedes hablar tanto..

─No me compares contigo y con tus problemas amorosos.

─¿Ustedes siempre se la pasan discutiendo?─ Preguntó riendo.

El azabache entró a la habitación junto a sus demás amigos, los cuales traian unas bolsas.

─No puede ser, ¿acaso no pueden dejarme a solas con mi mejor amigo?─ Dijo irritado.

─Callate, maldita fotocopiadora.

Bueno, eso es algo bastante normal entre ellos; Monoma soltaba alguna pregunta molesta y Bakugo respondía con algún insulto.
Y aunque los dos rubios negasen con su vida que se agradan todos saben que en verdad lo hacen. No cualquiera recibe insultos de Katsuki todos los días sin llegar a recibir algún golpe.

─¿Qué es lo que quieren?.

─Ignoren a Monoma y pasen ¿qué traen en las bolsas?─ Preguntó Hitoshi resiviendo a sus nuevos amigos.

─Pues.. son algunas golosinas, snaks, jugos, gaseosas, juegos de mesa y creo que solo eso─ Respondió la rosada. ─Como tienes que quedarte aquí un buen rato..

─Pensamos en traerte esto para que no te aburras─ Completo Eijiro.

Ante la confesión Hitoshi quedo sin palabras, nunca había sido de muchos amigos ─y por muchos amigos se refiere a más de uno─, por lo tanto nunca le había pasado algo como esto. Se sentía agradecido, querido, y sobre todo feliz; un sentimiento que últimamente no lo había vuelto a sentir.

─Espero que hayan traído jugo de fresa porque si no es así los sacaré a patadas.

─Los jugos de fresa son de Bla-Bakugō..

─Que pena por el.

Y, sorprendentemente, los chicos terminaron bien la tarde. Bueno, no del todo bien pero al menos nadie había perdido un brazo.

Monoma y Bakugo se le pasaron discutiendo hasta por quién discutía más mientras que Kirishima intentaba calmarlos un poco ─Apesar de que Bakugou pasase de él─ y los demás pasaron la tarde normal, distrayendo al pobre Hitoshi.

─Mañana vendrán los abuelos de Den─ Anunció Hitoshi, logrando que los demás dejaran las cosas que estuviesen haciendo para mirarlos.

Los abuelos de Den. La verdad es que ese par de ancianos siempre fue muy querido por los conocidos de la familia Kaminari. Eran de esos abuelos que, apesar de que no los conocieras, te daban esa impresión de ser modernos, copados, comprensibles y, sin duda, de ser de esos que pasan dinero a escondidas en las juntas familiares.

─No sé qué tan preparada estoy para ver a los abuelos de Den-den en esta situación.

─Estarán destrozados─ Suspiró Sero.

─Pero a Kaminari le hará bien ver que vinieron a verlo.

─Sí estuviera consiente. Sí─ Agrago el pelirrojo.

A todos les dio la impresión de Monoma quiso decir algo más, pero no lo hizo aunque tampoco le prestaron tanta atención.

Hanta suspiró.

─Ya es algo tarde. ¿Les parece si los llevo a casa?─ Miro a los demás.

─Por mi esta bien─ Agradeció Eijirou, Mina asintió.

─Yo me quedaré.

─Ni de ensueño, bomba con patas. Quiero quedar con mi mejor amigo. Ve levantando tu culo y saliendo por esa puerta.

─Monoma..─ Advirtió el pelimorado.

─Dije que me quedo. Te guste o no─ Respondió de malas maneras, luego se giro hacia sus amigos. ─Váyanse sin mi. Y, Sero, para la próxima que me digas que alguien no está aquí, más te vale que sea verdad.

Hanta puso los ojos en blanco mientras que el pobre Kirishima se sonrojaba, avergonzado. Mientras la pelirosa intentaba entender la situación, mirando desconfiada a sus mejores amigos.

─¡Lo han hecho otra vez!.

─Hacer.. ¿precisamente qué, amor?

─¡Esconderme cosas! Tú y Kaminari lo hacían, Bakugo y Kirishima también. Y, ahora que Den no está, ¡lo hacen entre ustedes tres! Es injusto.

─Nadie te oculta nada, maldita exagerada. ¡Y ya deja de gritar! Que me dejas sordo con tu voz tan chillona.

Oh, no..

─¿Cómo te-..? ¡Mi voz no es para nada chillona!─ Gritó enfadada.

─Oh, claro que no. Solo es tan aguda e irritable que me dan ganas de peinarme con un bisturí.