17. Besos húmedos

2.7K 208 126
                                    

―Cásate conmigo.

―Estamos casados. ―Ella rio.

―Celebremos una ceremonia grande, con nuestras familias presentes. Hagamos las cosas bien esta vez.

―¿Como personas nuevas y un inicio nuevo? ―balbuceó.

―Sí.

―Está bien ―accedió, sonriendo―. Quiero hacerlo.

Aunque no esperaba una respuesta negativa, mi corazón se sintió aliviado.

Me levanté y le extendí la mano.

―Vamos, el suelo es frío.

―No seas exagerado.

―Eso díselo a tu cuerpo ―bromeé.

Ella me sacó la lengua en una actitud infantil. Margo era susceptible al frío desde tiempo inmemorables, se enfermaba por situaciones ridículas, así que era especialmente cuidadoso. Margo avanzó a mi lado y recorrió con la mirada la enorme habitación.

―¿Tienes ideas para el diseño?

―Le pediré a Amanda que busque algún diseñador de interiores, así te pondrás de acuerdo para que sea a tu gusto.

―Ella no ―protestó―, Roxy podrá hacer ese trabajo mejor

―Amanda es mi asistente.

―¿Ella lo sabe? ―continuó esta vez malhumorada.

Solté un suspiro.

―Bien, será Roxy entonces ―accedí.

―Pronto será nuestra casa, así que no puedo dejarlo a manos de cualquier persona. Tiene que encargarse una persona de confianza.

―De acuerdo. ―Me acerqué a ella y me incliné hacia su rostro―. Hace un momento, ¿son celos lo que percibí?

Margo giró la cabeza a un lado.

―¿Cómo crees? No tengo razón para estar celosa... ―Hizo una breve pausa―, ¿o sí?

Sonreí. Pues parecía que eran celos lo que percibí. Aunque, si le comentaba que hubo cierta situación embarazosa, seguro ella se molestará.

―No ―respondí―. No hay razón. ¿Pero es un hecho que te molestaste?

―¿Qué? ―increpó mirándome directo a los ojos―. ¿No puedo enfadarme? Hay una mujer hermosa rondando alrededor de mi esposo, así que es natural que me sienta amenazada.

Eso me sorprendió.

―¿Te sientes así?

―También fui tu asistente ―terminó, volviendo a desviar la mirada.

Había una gran diferencia entre Margo y Amanda.

Tomé la barbilla de Margo entre mis dedos y la alcé, atrapando sus labios con míos. El beso se derramó como un estallido ante esas palabras y esos sentimientos innecesarios que rondaban en la mente de Margo. Comenzó como un toque suave y sincero, que se tornó violento y lleno de deseo, desplazando la conversación anterior a un rincón oscuro y alejado.

Margo besaba con suavidad y dulzura, pero a la vez con una intensidad que no hacía más que anhelarla. Cuando nuestros alientos comenzaron a agotarse, nos separamos por un momento antes de cavar profundamente otra vez. Ella era flexible, aunque un poco torpe.

Por un momento, cerré los ojos y disfruté de la sensación familiar y vertiginosa que se extendió de mis labios hasta la lengua, repartiéndose por el resto de mi cuerpo. Margo se puso de puntillas para alcanzarme más.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 09, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Seduciendo al chefWhere stories live. Discover now