𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒎𝒂

Start from the beginning
                                    

La ojiverde sonrió por la inocencia de sus palabras. Dazai nunca tuvo motivaciones más que el suicidio.

Llegaron al departamento del ejecutivo, dejo de vivir en ese trailer después de cumplir 17 años. Lo recargó en su hombro para avanzar hasta la entrada —Vamos, te dejare en la cama.
    
—Extrañaba esto— Susurró abrazando el cuerpo femenino —Que te preocupes por mi.
    
—Deja de hacer eso— lo apartó para quitar su prendas dejando solo la camisa y pantalones.
    
—No hacía falta que cuidaras de alguien tan rastrero como yo— de forma torpe camino hasta su cama, para recostarse de lado.
    
—No digas eso de ti— quitó la mechones de su cara, a la par acomodó unas almohadas para evitar que terminara boca arriba —Te veré mañana después de tu misión.
    
Se dió la vuelta pero el joven sostuvo firmemente su brazo —Estoy inspirado, las palabras fluyen con facilidad si tú me escuchas.
    
—Estas ebrio y no soporto tus bromas cuando bebes— tomó su mano entre las suyas —¿Quieres que me quede?.
    
—Solo si me das un masaje especial— Sus ojos se oscurecieron, y su tono no era como el de siempre —Jane, tu guardia apenas comienza.
    
—Eso da miedo— confesó apartando sus manos para rodearlo en un abrazo —No seas tan tétrico, de lo contrario no tendrás suerte con las mujeres.
    
—Mi amada flor de loto, debo decirte algo con urgencia— detuvo sus palabras de golpe.
    
—¿Qué cosa?— la más baja cuestiono con preocupación —¿Te sientes mal?.
    
El hombre sonrió para negar y soltarla —Supongo que puede esperar.
    
—Entonces nos vemos— acarició su cabeza una última vez —Descansa, mañana tienes que trabajar.

     —Entonces nos vemos— acarició su cabeza una última vez —Descansa, mañana tienes que trabajar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

~•~

    
Al día siguiente pasó su día realizando el informe de las negociaciones en occidente, por consecuente paso mucho tiempo en la oficina de Chuuya —Creo que ya acabamos— suspiró dejando las hojas de lado —Podemos descansar un rato.
    
—Te traje algo— Chuuya le mostró una bolsa negra con toques dorados —No te la pude dar porque ayer desapareciste.
    
—Tuve que recoger a Osamu— al oir la última palabra la cara del pelinaranja se puso rígida.
  
Tenía años de no llamarlo así solo se refería a el por su apellido, enseguida imaginó que durante su ausencia pasaron cosas entre ellos. Chuuya se sintió como la segunda opción mucho tiempo. Inconscientemente volví a sentir eso.
    
—¿Estás bien?— movió la mano frente a su cara —Luces distraído.
    
—No es eso— sin querer su tono fue muy grave —Son chocolates.
    
—Muchas gracias— sacó una caja azul, la abrió tomando unos de los chocolates llevándolo a sus labios, sin esperar una afirmación hizo lo mismo con Chuuya —Son deliciosos.
    
El de ojos azules lo comió, aún tenía su ceño fruncido y la nariz arrugada. Quería hablar pero no encontraba las palabras.
    
—Muy bien— se puso de pie caminando hasta su silla —¿Pasó algo malo?.
    
—Deja de molestar— la ignoró girando su cabeza para no verla.

𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]Where stories live. Discover now