Capítulo siete.

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El veneno ahora recorría mi cuerpo por completo.

Debía ocultarme como un animal durante el día.

Estuve días encerrado en una habitación pequeña a las afueras de Londres intentando ignorar cualquier impulso salvaje que me llevara a cometer una tragedia.

Una sensación gélida me perseguía todo el tiempo, recordándome que estaba parcialmente muerto.

Una puñalada en el estómago me torturaba a causa del hambre.

Sentía la presencia de demás personas cuando cruzaban el pasillo, cuando estaban en la habitación continúa e incluso cuando aparcaban en el sótano del edificio.

La mayoría ya deben saber la mentira que obligue a Charlie decir; me fui a perseguir mis sueños, porque sentí que la vida de casado me estaba destruyendo.

Jamás dije una mentira de tal magnitud ni jamás se me cruzó tan siquiera por la cabeza la idea de separarme de mi familia, pero en este caso debía hacerlo. Si Fleur conocía la realidad estaba seguro que me buscaría por cielo y tierra, pero eso era lo que menos quería que sucediera.

No me perdonaría nunca si llegara a colocarla en peligro.

Entregué la llave de mi bóveda en Gringotts con el oro que me dejaron los duendes, sería suficiente para que Fleur y Victorie puedan estar bien sin mi por toda una vida, si fuese necesario.

¿Sería suficiente para el resto de sus vidas?

¿Viviré la eternidad pensando en lo que les pudo hacer falta a mi esposa y mi hija?

Mi corazón estaba destruido.

Mi vida había terminado abruptamente.

Ahora debía adaptarme.

Sobrevivir como una bestia.

No sabía cuántos días ni cuántas noches duró mi tormento hasta que decidí actuar por primera vez.

Mi hermano había preparado unas maletas con algunas pertenencias que hizo llegar a mi residencia, entre esas incluía una pócima para dormir.

Seguramente pensó que no podría consolar el sueño en un largo tiempo.

Estaba en lo cierto.

Mi estómago de nuevo se retorció provocando una mayor decisión para actuar.

Después de un largo baño, salí por primera vez al pasillo. El motel era bastante mediocre, no podía exigir muchos lujos por el precio que me pedían.

Caminé con la cabeza baja hacia la salida a pesar de que todos mis sentidos se encontraban en alerta máxima.

La ansiedad en mi cuerpo aumentó con rapidez, mordisqueaba el interior de mi mejilla buscando autocontrol.

Inhalé con profundidad y advertí la presencia de alguien, una mujer joven, sentía el aroma de cigarrillos y alcohol, tal vez también alguna droga que cargaba encima.

Caminé hacia su dirección, mis oídos se percataron de que había sacado unas llaves e intentaba entrar a su habitación así que aceleré el paso para llegar a ella.

El plan era utilizar la pócima para hacerla dormir y tomar de su sangre sin que lo notara, incluso podría morderla en una zona indetectable para evitar cicatrices.

Sin embargo, todo pasó muy rápido.

En el instante en que la vi, una inquietud se apoderó de mi cuerpo.

Era la misma fuerza sobrehumana que me llevó a querer atacar a Fleur y el Sanador en el hospital.

Pero ahora no había quien me detuviera de estos instintos salvajes.

Coraline || Bill Weasley || Vampire🥀Where stories live. Discover now