CAPÍTULO 40

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Tan pronto como acomodo mis prendas me acerco a ella—Sra. Lodge no es...

—Susan, solo Susan— corrige con una sonrisa lobuna.

La mujer habia abierto la puerta sin previo aviso. Por ende, nos ha atrapado en una situación que bien podía malinterpretarse.

—Nosotros, es decir yo estaba...

—¿Que es lo que quieres?— la voz de Caleb se dirige a ella, sin ganas y huraño. Le doy una mirada de reproche por tratarse de una persona mayor.

—Tu padre, quiere que la junta se reúna ahora— manifiesta tranquila, aunque parece que no le afecto la manera en que le acaba de hablar su hijastro yo noto un ligero cambio, mínimo pero existente.

—Bien— dice Caleb poniéndose de pie y saliendo antes que nosotras.

—Que cambió de humor— susurra para nosotas la Sra. Lodge.

—Una disculpa— digo aún avergonzada. La mujer empieza a andar sin prestarle más atención. —Por favor Susan, lo que usted vio ahí no es...

—No debes preocuparte, sé que son jóvenes y bueno... Quien soy yo para juzgarlos.

—No no... en serio no esta...

—Me gustaría escucharte, pero temo que debo entrar a la sala también— miro la puerta negra de la oficina de su esposo. Me hago a un lado al percatarme que interfiero el paso.

—Cuanto lo siento— la mujer del Sr. Lodge me da una mirada extraña y responde.

—En lo personal, creo que es diferente contigo.

Abro la boca y me quedo en silencio. Susan lleva un traje celeste hermoso cuando la veo empujar la pesada y metálica puerta. Mis brazos caen a mis lados.

—¿Qué acaba de pasar?— pregunta Cassie.

Ella esta a mi lado con los ojos muy abiertos. Le cuento lo más resumido posible y ella no tarda en chillar con frases sobre su efectividad en sus predicciones. Lo niego, sin embargo, no sirve de mucho.

—Mira, allá viene Lara— señala a la chica de lentes y con varios cabellos desordenados.

—Hola— saluda cuando llega a nosotras.

Ahora que Caleb está ocupado y yo no tengo nada que hacer, puedo estar con las chicas un rato. —¿Por qué tanto misterio?

Si ella siempre estaba en las reuniones importantes no podía negar que también me hacía la misma pregunta.

—El inversionista que pide muestras— dice agotada. Su carpeta llena de hojas de cálculos que no entiendo me dejan claro lo duro que puede ser su trabajo.

—¿Ya no lo teníamos?

—Nos están dando excusas y eso está molestando al Sr. Lodge.

Cassie empieza a morderse una uña. Soy consciente de que falta muy poco para que termine mi pasantía, pero de igual forma no me gustaría que una Editorial como Fiore se venga abajo.

—Y ustedes. ¿De qué hablaban?

—Harriet y Caleb, en una misma oración — hace un baile de cejas muy divertido.

—Que. ¿Están saliendo?— niego.

—Solo están acercándose...

—¡Cassie!— ella me hace ojitos de ser inocente.

—¿No estabas con...

Y vuelvo a recaer. Cassie se encarga de explicarle la historia. Nada más la mención logra bajarme los ánimos. ¿Cómo pudo hacer algo así?. Nathaniel era la persona más centrada que conozco, como pudo caer con Katherine. Y como se atrevía a insinuar que yo hice lo mismo que él. ¡Es que perdió la cabeza!.

CUANDO TE VUELVA A VER [AMORES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora