Los Holmes, un Watson y una Hudson

Epílogo

-Quien diría que Bob Higgins tenía razón cuando me dijo que los hombres pueden dirigir, pero son las mujeres quienes gobiernan- decía Frank Hudson una vez que cerraba el ejemplar del Daily Chronicle y lo dejaba sobre la mesa.
En el periódico se podía leer el siguiente encabezado:

Clara Holmes y sus victorias.

Después venía todo un artículo que narraba lo acontecido en la gala organizada por el conde de Leicester, a la cual asistieron muchos políticos influyentes. También había varias fotografías, donde se podía apreciar a Clara junto con sus tres hijos. Ahora Rosie tenía 25 años, mientras que Abraxas y Hamish 24.
Sin duda, el tiempo había pasado demasiado rápido.

En ese momento, la puerta de la celda se abrió y el sonido de unos tacones resonó por toda la habitación. Con una sonrisa Frank se volteó al encuentro de su tan esperada visitante y exclamó.
-Sabía que pronto vendrías a verme, mi niña.
Clara Holmes estaba de frente a él y tenía una mirada recelosa.

-Señor- mencionó Anthea, una vez que entró a la oficina.
Mycroft Holmes se encontraba muy ocupado, revisando con Horacio y con Rosie, los últimos detalles para el presupuesto anual.
-Dime...
Anthea tenía un semblante preocupado y no sabía realmente como decirle a su jefe, lo que estaba sucediendo.
-Qué pasa, Anthea- insistió él
-Señor me han informado que la señora Clara ha ido a "la jaula"- dijo Anthea sin más.

Esas palabras, hicieron que Mycroft le mirara desconcertado. Eso era imposible, Clara no podía haber ido a ese lugar y menos después, de tanto tiempo. 25 años, para ser más preciso.
-Comúnicame con el jefe de seguridad- ordenó él
Anthea como siempre, fue a cumplir con lo pedido.

-Sé muy bien, que tú planeaste todo con tal de que yo viniera. Bueno, aquí estoy, ya no tienes porque atormentar a mi familia- respondió Clara de forma contundente

-Atormentar- preguntó Frank y luego con una sonrisa conforme agregó, -más bien, te refieres a las charlas que tuve con mis nietos. Y déjame decirte, que son unos chicos encantadores y sobre todo, Abraxas...
-No te atrevas siquiera a mencionar sus nombres otra vez. Porque juro que te arrepentirás- amenazó ella
-Hija mía, a pesar de los años. No has cambiado en nada, siempre mostrando esa imagen de mujer poderosa y protectora. Pero, no te imaginas lo que te espera- dijo él mientras negaba con la cabeza.

Clara solo lo miro interrogante. Como si esperara una respuesta que de inmediato llegó, porque Frank volvió a decir.

-Pronto entenderás que yo no era el peor monstruo que has conocido. Incluso puedo decirte que existe uno mucho peor y ten por seguro, que te hará pagar por todos tus pecados.

-Quién es- preguntó ella
-Alguien que pudo escapar de la muerte.

Al escucharlo, Clara se mostró aún más molesta y prefirió irse. Como siempre su padre era una sombra impertinente del pasado.
Pero Frank la detuvo, al decirle.

-Nosotros somos la clase de hijos de puta que termina por hacerle daño a la gente que uno ama y a todo aquel que esté cerca, porque es lo único que sabemos hacer, y eso mi niña, también empezará a aplicar para ti.

Clara no quisó mirarlo y finalmente abandonó la celda.

-Tío, me puedes explicar, qué significa eso de "la jaula" y por qué mi mamá fue allí- preguntó Rosie a la par que seguía a Mycroft, por los pasillos de la sede del gabinete.
-Rosie, hay cosas de las cuales, es mejor no hablar- respondió él y continuó su camino.

Clara subió al auto, todavía muy agobiada por reunión con su padre.
-Es imposible que yo pueda creer en sus palabras. Pero y si esta vez, dice la verdad- pensaba.
Además, qué haría ahora que...y casi al instante recordó un poema que había leído recientemente.

"Muerte, no me sigas y no me canses
Vete, muerte y vuelve otra vez
Me llevarás en el futuro y no me dejarás volver
Vete, muerte y vuelve otra vez
No puedo ganar con este mundo lleno de mentiras
No puedo perder a mis seres queridos
Vete, muerte y vuelve otra vez
Te olvidé, no pensé en ti
Mientras aún bebía el jugo de la muerte en cuencos
Me perdí de nuevo cuando intentaba escapar de ti
Vete, muerte y vuelve otra vez"

Eso la hizo dudar de sí misma y con nerviosismo acarició su anillo doble. De repente, el sonido de una llamada entrante, la hizo volver a la realidad. Clara contestó sin pensarlo mucho y a modo de respuesta, una voz exclamó...

-Clarita, jugamos

De esta manera termina oficialmente: Los Holmes, un Watson y una Hudson.
Ahora solo queda esperar a...

-Mis queridos Holmes, no hay tiempo para tener piedad.

Qué opinan, alguna idea o teoría que tengan para esta secuela. Comenten, que yo amo leerlos.

También, les quiero hacer una consulta.

Díganme, en que actores jóvenes les gustaría que estuvieran inspirados los mellizos Holmes. En este caso, solo sería el físico. Comenten.

Aún recuerdo cuando inicie esta historia, creí que no tendría futuro, pero miren ahora hasta escribiré una secuela y todo se los debo a ustedes, a mis lectores fieles, por leer, por comentar y por votar. De nuevo, mil gracias por todo su apoyo.
Los amo... ❤❤