El corazón de Mycroft Holmes

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Te conocí en la oscuridad, tú me levantaste, tú me hiciste sentir como si yo fuera suficiente

Una vez que Mycroft quedará encantado con los pasteles de Clara, se decidió a hacer otra visita.

-Usted de nuevo- saludo ella, nada más al verlo

Mycroft se quedó en silencio y Clara solo negó con la cabeza mientras sonreía divertida. Luego le preguntó.

-Qué será está vez

-Chocolate, por favor- pidió él con toda la formalidad de la que fue capaz.

Clara asintió y fue por lo pedido, después al cortarlo, volvió a preguntar, -y qué hace allí

Mycroft no entendió la pregunta. Clara supo que debía replantearla.

-Qué se hace en el Club Diógenes- dijo ella

-Solo es un lugar para poder estar en silencio o leer un periódico en paz- comentó Mycroft como si nada pasará

-Sabe ese club siempre me causo curiosidad, cree que podría visitarlo- exclamó ella

-No creo que sea algo le interese mucho- dijo él con acidez, ya que se sintió un poco abrumado

-Lo dice porque todos son políticos distinguidos- comentó Clara haciendo caso omiso al tono de ese comentario y Mycroft levantó la mirada sorprendido, por esa afirmación.
Ella lo noto, sonrió, y volvió a hablar, -mire ese traje de tres piezas, los impecables zapatos, igual que su cabello, habla de una persona muy profesional y sobre todo importante, además, la ropa es costosa. Si descartamos todas las profesiones posibles solo quedan dos: abogado o político. Pero los abogados son un poco más distraídos, y usted tiene una mirada seria, analítica y directa. Su trato es cortes, pero no siempre, eso no significa arrogancia como todos pueden creer solo evidencia que es persona selectiva, y muy inteligente, que no esta dispuesta a perder su valioso tiempo, por alguna charla sin sentido. En conclusión, es un político

Mycroft quedó completamente desarmado ante tremenda deducción, pero sobre todo quedo fascinado. Nadie había sabido leer cada una de sus facetas y menos descifrar cada uno de los pequeños trucos que hacía para parecer lo que no era ante los ojos de los demás.

-Eso sería todo- dijo ella tranquila

-Sí- contestó Mycroft un poco perdido y pagó

-Nos vemos- despidió Clara

-Mycroft- comentó él

Clara sonrió y volvió a decir, -nos vemos, Mycroft

Bailamos toda la noche, entonces tú sonreíste por encima de mi hombro, por un minuto estaba completamente seguro, te puse más cerca de mi pecho, y entonces tú me preguntaste sí me quedaría

Clara se separo un poco del abrazo para mirar a Mycroft a los ojos y él al verla, la abrazó un poco más fuerte.

-Te quedarás- preguntó ella que tenía la cabeza recagarda en el hombro de él

-Ya te lo había dicho...te protegeré siempre, pez dorado- contestó Mycroft

Clara sonrió por encima del hombro de Mycroft, sin dejar de abrazarse. Luego la canción terminó y volvieron a la mesa con las manos entrelazadas. Terminaron el soufflé y él exclamó.

-Creo que deberíamos ir a descansar

-Tienes razón- apoyo ella y ambos se marcharon

Boris los esperaba afuera y cuando ya estaban dentro del auto, este arranco. A mitad del camino Clara estaba acurrucada en el asiento y comenzó a quedarse dormida, Mycroft noto aquello y de forma automática le coloco su saco sobre sus hombros y se quedó a su lado viéndola dormir.

Los Holmes, un Watson y una HudsonWhere stories live. Discover now