Babilonia, 575 A. C.
- Y ta-da.- la castaña sonrió haciendo manos de jazz a un pequeño grupo de niños frente a ella, adoraba ver sus caras sorprendidas cuando creaba fuego con sus manos o movía objetos con la mente. Había descubierto que de hecho era capaz de controlar los átomos a placer, dándole lugar a muchos poderes, algunos aún no descubiertos.
- Usted es asombrosa, señorita.- dijó uno de las pequeñas.
- Y muy muy bonita.- halago otro pequeño.- de grande, me gustaría conocer a alguien tan bonita como usted y casarme con ella.
La castaña le sonrió y estaba a punto de responder, cuando los ojos del chico cambiaron y supo de quien se trataba. Inmediatamente, el chico se fue y con él, todo el grupo de niños. La castaña habló.
- ¿En serio estás celoso de un niño?- rió.
- Mi dulce Aisha, pasas más tiempo con ellos que conmigo, quería un rato contigo a solas.- susurró en su oído, mientras pasaba sus brazos por la cintura de la eterna.
- Solo tienes que pedírmelo, cielo.- respondió acariciando sus brazos.
El chico recargo su cabeza en el hombro de la eterna y permanecieron en un abrazo silencioso por un tiempo.
Antes de que su charla pudiera ser retomada, Aisha sintió las vibraciones típicas de Desviantes.
- Druig, adentro, todos a la fortaleza.- ordenó Aisha, separándose del abrazo y besando al telepata en la mejilla.- la orden va para ti también.
La pareja se separó y Aisha fue con el grupo de eternos a defender a la gente.
- Así que Druig, ¿eh?, que romántico cliché, ambos abrazados, viendo el sol en el atardecer.- se burló Kingo.
- Cierra la boca, Kingo, solo somos... amigos.- dijó mientras atacaba a un Desviante, moviendo la mano, haciendo crecer desmedidamente un árbol cerca y aplastandolo, una de sus kinesis desarrolladas, la dendrokinesis.
- Los amigos no se besan, Aisha.- canturreo Kingo.
- Somos amigos que se gustan, sin etiquetas.- declaró la chica, aunque internamente deseaba que Druig le propusiera finalmente ser más que amigos.- y ambos estamos bien con eso.- dijó para matar finalmente al Desviante, incendiando al Desviante.
- Son una buena pareja, la pirómana y el telepata.
Y si las miradas mataran, Kingo estaría 20 metros bajo tierra, propina de Aisha.
Acabaron con los Desviantes y entraron a la fortaleza.
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Después del show que Sprite les brindó a los humanos, llega Aisha, en el momento equivocado.
- Mi bella Makkari, llegas tarde.- escucho a Druig hablarle a la eterna.
Auch. "Mi bella ...", ¿no se suponía que ese era su apodo?, Aisha, que iba llegando, retrocedió un poco, dolida. Druig no percibió su presencia, y cuando vió la química que Druig y Makkari tenían, el como se miraban, sintió como su corazón se destrozaba. Siempre había sentido inseguridad con la relación tan cercana de Makkari y Druig, pero jamás lo había reprochado porque sabía que Makkari no tenía idea de lo que Druig y ella tenía, además, pensaba que solo deliraba. Aplastó la carta en su mano, que idiota se sentía, al menos se había salvado de la verguenza del rechazo, o no por completo, no la había rechazado directamente, pero como dicen: las acciones valen más que mil palabras y se sentía avergonzada, que estúpida era.
BINABASA MO ANG
My kind of woman - Druig · Eternals
RomanceEl amor puede ser de las sensaciones más fantásticas que cualquier ser vivo puede experimentar alguna vez, sin embargo y lamentablemente para Aisha, no siempre es correspondido y el amargo sabor de un corazón roto es difícil de quitar. Pero el tiemp...