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— Hola, EunJi... —alzo mi vista para ver a Dylan, sonrió devolviendole el saludo y terminando de meter mis cosas en la mochila— ¿Crees que podamos hablar?

— Claro que sí. —respondo sin borrar mi sonrisa, acabo de meter mis cosas y me pongo de pie, nos dirigimos al patio para hablar mejor allí.

Ambos nos sentamos en un banco donde da el sol, el invierno en Corea es horrible, muchísimo frío.

— ¿Y bien? —pregunto después de unos segundos en silencio, Dylan hoy parece muy sumergido en sus pensamientos.

— Quieto decirte algo.. —asiento con la cabeza, escuchando con atención— Tienes algo aquí. —señala su barbilla, indicandome.

Paso mi mano por mi mentón, esperando quitar lo que dice Dylan que tengo, parece que no lo logró porqué Dylan se acerca a mi y quita mi mano para pasar la suya, con mucha delicadeza.

— ¿Qué hacen? —la voz de SeoJun hace que Dylan se alejé de mí, sonrió viendo a mi novio sentarse entre ambos.

— Tenía algo en la barbilla y me estaba ayudando a quitarlo. —expliqué, se quedo unos segundos viendo a Dylan antes de mirarme a mí, me sonrió dejando un neso en mi mejilla— Dylan quiere decirme algo, debes irte. —le susurre, hizo un tipo de puchero.

— Si te da caramelos yo también quiero uno, ¿si? —reí asintiendo con la cabeza, él se levanto y se despidió de Dylan con una sonrisa.

Siempre que nos veíamos, Dylan me daba caramelos, él siempre tenía en su bolsillo, era encantador, y sus caramelos eran realmente buenos, por eso lo decía SeoJun.

— Eres mi única amiga aquí —empezó, sonreí por lo dicho— y por ello quería despedirme antes de irme. —mi sonrisa se esfumó al segundo.

— ¿Te vas? —él asintió con la cabeza— ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? —pregunté rápidamente, Dylan me dio una sonrisa de boca cerrada.

Vale, casi me atraganto y todo al hablar tan rápido, pero es qué me habia tomado por sorpresa.

— Uno: Estados Unidos. Dos: De aquí dos semanas, cuando acabé el curso. Tres: para estudiar.

Ah, mierda.

Se me había olvidado que dentro de dos semanas era fin de curso, habia estado tan ocupada que la mente se me iba a otras cosas.

***

— ¿Qué es lo que te pasa? —preguntó mi hermano, sin quedarle más remedio.

Me había sentado a su lado en el sofá, suspirando unas cuantas veces, esperando a que me preguntará que me pasaba.

Había tomado una decisión y quería que él la supiera, que me diera el punto bueno.

— Creí que no preguntarías. —sonreí acomodandome como los indios, mirándole mientrás el miraba la televisión— Verás, ¿si sabes que dentro de dos semanas es fin de curso? —SuHo asintió, haciendo un "mhm" como respuesta.

— ¿Cuándo acabé te irás para Estados Unidos como lo tenías planeado, no? —preguntó, dándome un vistazos rápido.

— Ese es el caso... No quiero ir.

Nada más escucharme se giró en mi dirección, confundido, queriendo saber el porqué, lo conocía.

— ¿Cómo qué no quieres ir, EunJi? —preguntó interesado, presentándome ahora toda su atención, habia bajado hasta el volumen de la televisión.

— Es que no irme de Corea. —expliqué, haciendo un puchero— No quiero dejar todo lo que tengo aquí.

Silencio.

SuHo pareció pensar en algo, como si lo que acabará de decir tenía otro sentido, qué lo tenía, por supuesto, cuándo se dio cuenta me miró a los ojos con un ápice de molestia.

— ¿Con eso te refieres a SeoJun?

Lo sabía, claro que lo sabía, lo único que me ataba a Corea era él y SeoJun, nadie más, porqué Dylan también se iba y, aún qué me haya echo muy buena amiga de Kethia y JooKyung no se sentía igual que con ellos.

No respondí, mi silencio era su respuesta, jugué con la almohada que tenía entre las manos, nerviosa por lo que dijera.

— Estás muy equivocada si piensas que voy a dejarte hacer tal cosa, Lee EunJi. —estaba molesto, se le notaba en el tono de voz.

— Es mí decisión, no la tuya, Lee SuHo. —rechiste en un murmuró.

Aún que me importaba su opinión no iba a dejar que se metiera en mi decisión.

— Has estado toda la vida queriendo ir allí a estudiar abogacía, no vayas a ser estupida ahora y no querer ir. —apreté mis labios.

Sí, tenía razón, pero tampoco era para que me llamará estupida y me hablará de tal forma, era demasiado, se estaba comportando mal.

— Te equivocas, SuHo, si quiero ir, pero no quiero dejar lo que tengo aquí. —hable molesta.

— Tienes que ir. —dije, volviendo a mirar la tele.

— No voy a ir. —hable segura.

— Vas a ir, quieras o no.

— No puedes obligarme, y lo sabes.

— Puedo obligarte si quiero. —gruñi.

— Llamaré a papá, soy su favorita y saldré ganando.

SuHo no dijo nada más, le volvió a poner volumen a al televisión y se quedo unos minutos mirándola, por supuesto volvió a hablar;
— Haz lo que quieras, sólo lo decía porqué se supone que era tú sueño.

×××

Love, M 🧡

Don't let me go   ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora