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La confusión se apoderó de mí en segundos, y es qué no entienda a lo que se refería.

¿Todo lo que me hacía? ¿En presente?

No entendía, lo único que había hecho estos dos meses de relación habia sido darme amor, era un total cursi conmigo. Sí, habíamos tenido unas pocas discursiones, pero es normal, cada pareja tiene las suyas, y ni siquiera habían llegado a gritos, habian sido más discursiones tontas.

— ¿Qué quieres decir? —la confusión era notable en mi voz.

Pare de andar, estabamos a dos cuadras de mi casa pero quería ver a SeoJun a la cara, sentía que algo no iba bien y el ni siquiera me estaba mirando a la cara, solo estaba mirando al frente.

— SeoJun. —lo llamé, agarrandole de la cazadora para que se girara a mirarme, lo hizo, quedó justo enfrente mío.

— Nunca quise estar contigo. —hablo mirandome a los ojos, sus manos metidas en sus bolsillos con mucha tranquilidad.

Fruncí el ceño levemente, si antes no entendía nada ahora menos.

Iba a contestarle pero habló de nuevo;
— Ni siquiera quiero estarlo en este momento. —su voz fue fría, cortante.

— SeoJun, qué... —no me dejo hablar, me interrumpió.

— Fue un reto. Todo este tiempo he estado jugando contigo. —solté una carcajada, estaba bromeando, debía estarlo, no podía creer eso, vamos, era una broma.

Mis ojos se llenaron de lágrimas a los pocos segundos, SeoJun seguía serio, no estaba bromeando.

— ¿Qué quieres decir? ¿Todo este tiempo...? —mi voz salió quebrada.

¡Ni siquiera sabía que decir!

— No has sido nada para mí, solo un juego, un simple reto. No eres nada.

— Un reto. —murmuré, mirando mis pies, más para mí como para él— ¿Un maldito reto, SeoJun? —alcé mi rostro mirándole, él asintió sonriendo.

Sonriendo. Estaba sonriendo.

El coraje que me dio en ese momento fue increíble, tenía ganas de darle un puñetazo, más no se lo dí, me quedé mirándole unos segundos, perdida en lo que estaba pasando.

Había empezado a llover, no me dí cuenta cuando pero, cuando lo hice estaba toda mojada por la lluvia, era fuerte.

— ¿Estás bien? —preguntó, había agachado mi cabeza, lágrimas cayendo por mis mejillas.

Estaba viéndome vulnerable y eso me jodia aún más, no me gustaba, pero me estaba sintiendo mal realmente, él no estaba bromeando, lo fuera sabido si fuera así, lo conozco.

Lo conozco. No, no lo hacía, había estado mintiendome en la cara todo estos días y ni en cuenta de ello, se había burlado de mí, se había reído de mí, solo había sido un maldito reto.

Un maldito reto, eso era lo que había sido.

Y encima tenía el descaro de preguntarme si estaba bien, maldito idiota.

— ¡Oh, sí, estoy perfectamente! —limpié mis lágrimas inútilmente porqué seguía llorando— ¿Por qué me lo dices ahora? —pregunté entredientes, me obligué a mi misma a no seguir llorando, volví a limpiarme las lágrimas y le miré a los ojos..

— Aún que no quiera estar contigo no quiero que pierdas tu oportunidad de ir a estudiar lo que quieres. —me hizo reír.

— Qué considerado, fíjate. —hubo unos segundos de silencio en los que solo nos miremos, no quería seguir hablando con él, no quería seguir ahí, mojandome debajo de la lluvia.

Me giré sin decir nada y empecé a andar, no pude más, las lágrimas empezaron a brotar de nuevo, está vez muchas más, me dolía el pecho, era un sentimiento diferente, me sentía vacía, me dolía el corazón.

Acababa de romper mi corazón.

— ¡Ey! ¿No vas a decirme nada? —su mano tocó mi hombro, girandome hacía él.

Le empujé, no quería que me tocará.

— ¿Qué es lo que quieres escuchar, mhm? —le pegué un prqueño empujón en el pecho— Qué eres una persona detestable por jugar con lo sentimientos de una persona, eres mentiroso, —le pegué otro pequeño empujón— cruel, —otro— doble cara —esta vez no pude, me agarro de las muñecas, dejándome inmóvil— y encima, eres mala persona. —alcé mi voz, tratando de soltarme de su agarre, lo logré—

》Sí, ¡eso es lo que és el gran Han SeoJun! Una mala persona. —noté que mordió el interior de su mejilla, sus puños ahora apretados, su cabello y ropa pegandose a él por la lluvia— Eres despreciable, Han SeoJun.

Y lo peor era que aún así, sabiendo que había estado jugando conmigo todo esté tiempo, no podía odiarlo, por eso estaba llorando, por eso sentía rabia y coraje, porqué no podía odiarlo.

Vi la intencion de SeoJun, quería hablar, decir algo, pero simplemente le callé girandome de nuevo, está vez no se interpuso en mi camino, no lo volvi a escuchar detrás mío.

Cuando ya estaba una ciadra alejada me senté en un banco, llorando, quería dejar de hacerlo pero no podía, mi corazón dolía, mi pecho se apretaba.

Un coche paso por enfrente mío, rápido, de un color azul eléctrico, a los diez segundos el coche volvió a aparecer, la o él que estaba dentro empezo a retroceder, paró, apagó las luces y salió del coche, era un chico.

Hasta que no llego a estar enfrente no reconocí a Dylan.

×××

Love, M 🧡

¹ Don't let me go   ✔Where stories live. Discover now