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— ¿Qué está pasando? —preguntó molesto, su tono de voz lo delató, miré a SeoJun en ayuda y como supe que no iba hacer nada, hablé yo.

— ¡Hermanito! —exclamé, y sin más, lo abraze.

No sé cuanto tiempo hacía que no lo abrazaba, pero podía decir sin exagerar que más de tres meses, nunca había conocido a un par de hermanos que se daban amor entre abrazos y besos, y nosotros dos no éramos los exclusivos.

— No te hagas la cariñosa ahora. —dijo apartándome, miró a SeoJun molestó.

— Estaba mirando si tenía una mancha. —habló, dijo lo primero que se le ocurrió por la cabeza, que era lo más estupido.

— ¿En los labios?

— ¿Tienes envidia? —se burló SeoJun, con una sonrisa llena de burla, me aguante las ganas de reír al ver la cara de SuHo.

Mi querido hermano iba a decir algo, pero una cuarta voz detrás de él lo interrumpió, salvando a ambos del momento.

— ¡JooKyung! No sabes cuánto me alegrl de verte, cuñadita. —saludé, mi hermano me dio una mirada de aviso que ignoré completamente.

***

La cita habia ido maravillosa, me la pasé muy bien con SeoJun, pero ¿cuando no me la pasaba bien con él? Siempre reíamos de cualquier estupidez, y ni siquiera teníamos que esforzarnos. SeoJun me hacia feliz, y me daba mucha tranquilidad.

Cuando llegué a casa de mi primera cita con SeoJun, SuHo me esperaba en el salón, me dijo que me sentará con él y, cuando lo hice, empezó a darme un sermón de hermano mayor.

Ahora, había quedado con Dylan, porqué habia acabado mis horas de trabajo y estaba aburrida, pero, mi querido novio estaba trabajando en modelaje, quise ir a verlo, pero no quería interrumpir asín qué llamé a Dylan, para pasat un rato juntos.

Llegué al restaurante que quedemos, al verlo me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla, para después sentarme en el otro lado de la mesa.

— Estás muy guapa. —dijo sonriendo.

— Gracias, aún qué acabo de salir del trabajo, no creo que sea para tanto. —reí.

— Siempre estás guapa de todas formas.

— ¡Oye! —exclamé, sintiendo mis mejillas arder— No es para tanto. —hable sonriendo, Dylan rió.

— Si tú lo dices...

El camarero llegó a nuestra mesa, pedimos de cenar y después estuvimos hablando mientrás esprabamos la orden.

— Por lo tanto... —me explicaba Dylan, una cosa que realmente me estaba dando mucha gracia.

Me levanté de la mesa tan impulsada por lo que estaba escuchando, qué parecía que me acababan de dar la noticia de que iba a ser mamá.

Miré a Dylan paniqueada, él me miro confundido, sin entender que pasaba, pero por mi cara supo que algo no iba bien.

Despedirme e irme corriendo de allí me tomó menos de diez segundos, dejé sólo a Dylan en el restaurante y empecé a correr como nunca.

No tengo ni idea de cuánto fue que corrí, no sé con cuántas personas choqué, o las miradas confundidas que recibí, o la gente que se reía de mí por solamente correr, solo sé que cuándo llegué a mi destino las piernas me temblaban, sentía que me iba a caer al suelo en cualquier momento, tenía sed, estaba mareada y me faltaba el aire.

Justo, antes de pasar una carretera ví a los dos chicos que esperaba encontrarne en cuanto llegara a la empresa.

Parecían estar discutiendo.

SeoJun intentaba hablar con SuHo pero éste solo le empujaba, no quería hablar, no en ese momento.

SuHo procedió a pasar la carretera, dejando hablar sólo a SeoJun, el cual no se rendía, sin nisiquiera mirar la calle los pasaron, como Pedro por su casa.

Mal.

Todo mal.

Chillé.

Chillé tanto que sentí que se me raspo la garganta.

Habían atropellado frente a mí a los dos chicos que amaba.

Corrí hacía mi hermano, donde mis piernas me llevaron primero, me arrodillé ante él y inspeccione todo de él, empecé a llorar viendo como no reaccionaba.

— ¡Llamen a una ambulancia! —chillé— ¡Llamen a una ambulancia, por favor! —chillé, rogando porqué alguien me hiciera caso y llamará— ¡Por favor, háganlo! —rogué.

***

La ambulancia llegó, me metí en la que se llevo a SeoJun, me dolía dejar a mi hermano solo pero quería ir con él.

Pusieron a los dos chicos en la misma habitación, con camas separadas, obviamente.

SuHo había despertado a la hora, me sentí aliviada, muy aliviada, igual me quedé ahí a dormir para ver cuando despertaba SeoJun.

Me senté en una silla, al lado de la cama de SeoJun, pasé mi mirada de SuHo a él, le cojí la mano, entrelazando su mano con la mía.

Estaba preocupada, aún que ya me habían dicho que estaba bien, qué no había sido nada grave.

No sé muy cuando fue que me quedé dormiendo, pero caí rendida, estaba cansada y mis ojos me fallaron.

***

Al día siguiente, me levanté por las voces, abrí mis ojos y ví una silla delante mía, se encontraba la mamá de SeoJun en la habitación, le estaba dando de comer.

Me levanté de la silla, había pasado la noche muy incómoda, pero, por lo menos, había dormido algo.

— ¡EunJi! ¡Despertaste! —saludó la madre de SeoJun, le sonreí alzando mi mano para saludarla, el sueño todavía me tenía dominada.

SuHo y mi novio me miraban con una sonrisa.

— Buenos días, señora Han. —hice una reverencia, ella rió, me había dicho mil veces que no hacía falta que hiciera eso con ella, pero seguía haciéndolo por respeto— No sabéis cuanto me alegro de qué estéis bien. —le dije a los chicos, con un pequeño suspiro.

— Gracias por quedarte, EunJi. —agradeció la señora— ¿Quieres algo de comer  He traído mucha comida. —mi sonrisa se ensacho, SeoJun rió por lo bajo.

— ¡Claro qué sí! —dije— Estoy muriendo de hambre, ayer no cené y hoy no he comido nada, bueno, eso porqué me acabo de levantar. —dije y reí.

Conocía a la mamá de SeoJun hacía mucho, por eso no sentía vergüenza.

— En el carrito hay una bolsa llena de comida, come lo que quieras. —hablo sonriendo.

×××

Love, M 🧡

¹ Don't let me go   ✔Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin