Extra 1

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What if...

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—¡Estas viva! —Los relojes en su ventana sonaban fuerte y mientras limpiaba su cocina para humanos, cuidaba a su recién llegada.

—¿Quién eres tú? —Sus ojos se desvanecían en lo borroso que era todo, hasta hacerse visible.

—Me llamo Orianna. —Se acercó al pequeño robot en cama.

—Eres un robot. —Desvió su mirada a sus pies, los observo con cuidado y regresó arriba, a sus ojos.

—Así es, soy exactamente igual a mi personaje en League of legends cuando el régimen antiguo estaba vigente. —Se sentó a su lado y le sonrió.

—¿Por qué estoy con vida? —La persona desconocida acarició su rostro de metal, pues al igual que Orianna, esta ya no era humana

—Te salvé la vida. —haciendo un gesto con su mano, le recordó a su invitada lo que pasó ese día cerca del bosque.

—Eso es imposible, ¡estaba muerta! Los oficiales vinieron por mi cuando yo estaba luchando junto a mi equipo, luego ellos se fueron y yo...

—Tu cuerpo era inútil, pero tu cerebro siguió vivo unos momentos más y te ayudé, el maestro, la persona que me recogió y me enseño sobre esto siempre quiso ayudarme cuando yo también estuve a punto de morir, es por eso que sigo aquí y planee hacer lo mismo por los demás. —Tomó su mano y la puso en frente de ella, así podría observarse a si misma.

—No lo entiendo. —Se levantó de la cama, tomo un espejo apresuradamente y se observó, desconocida de si misma.

—La tecnología avanza, empecé a estudiar esto desde hace 3 años y me convertí a mi misma en un robot con su ayuda, él me salvó, pude hacerlo conmigo y también contigo.

—Soy un robot. —Dijo la visitante, se acercó más al espejo y tocó sus ojos de cristal.

—Vivirás aquí, ¿quieres que te llame como un jugador? Yo soy Orianna.

—¿Dónde estamos? —Se alejó de su salvadora, enloqueció de terror por su destino.

—Lejos de las ciudades, el barco del maestro es nuestro único hogar y lo único que necesitas por ahora, soy Orianna. —Dijo el robot como si fuera un disco rayado, cada oración la terminaba de la misma forma.

—Debo volver —La desconocida intentó salir corriendo por las escaleras que la llevarían fuera del barco y se dió cuenta que se encontraba en un mar abierto, sin nada más que eso.

—No podemos, soy Orianna y este es tu hogar ahora—.

—¡Deja de repetir eso! ¡Déjame salir de aquí! —Gritó lo más fuerte.

—Soy Orianna y yo decidiré que es lo mejor para ti. —Se acercó a ella, desarmando una pieza, destruyendo por completo su existencia. —I can fix this— se dijo a si misma el robot que parecía ser dueño del barco.

—¡228! ¡¿Qué es ese escándalo?! —Una criatura que parecía una persona, de altura muy baja subió las escaleras del barco, estaba despeinado,  apenas se había levantado.

¡Maestro yo tuve que desarmarla! —Su mirada se enfocó en el robot destruido. —Puedo arreglarlo, solo debo de...

—228, pequeña jugadora, no tienes que reparar nada, recuerda que ya no tienes más responsabilidades que existir, tú memoria todavía no vuelve, es mejor seguir aprendiendo, ¿deseas saber como volver a armarla? Podemos hacerlo juntos después de desayunar. —Le sonrió y la llevó adentro del barco, pues 228 no había vuelto a ser la misma luego de su muerte cerca de la torre de los 10 santos.

Pero eso no importaba, había vuelto a ser una niña, su conciencia y memoria olvidaron quién era, ahora era una niña, en un cuerpo de robot llamado Orianna y quien cuidaba de ella era el Maestro Heimerdinger, luego de casi caer en la locura la primera vez que revivió en el cuerpo de un robot logró adaptarse a su nueva forma, 228 no recuerda quién fue ni qué fue lo que hizo, pero muchas veces tenía flashbacks y pronunciaba los nombres de sus amigos, sin embargo, ellos nunca se volvieron a encontrar.

The kingdom of darkness in League of legendsWhere stories live. Discover now