010

2.2K 277 73
                                    

Maratón 1/2

Aleixander Malfoy

— ¿Qué quieres hacer primero?— le pregunto a Cole tan pronto entra a la casita.

— Bueno...—me mira a los ojos intensamente y trato de descifrarlo, inclinando mi cabeza con curiosidad. Se sonroja intensamente y carraspea.— Lo que tú quieras hacer.

— ¿Si? Perfecto entonces, sé exactamente lo que quiero hacer.— El traga fuerte y tengo que retener mi risa, decido dejar de molestar al pobre Chico.— La tarea de gramática.

— Oh. Está bien.— ignoro la decepción clara en su rostro y me pongo manos a la obra en la tarea.

Es claro que Cole siente atracción por mi, y es claro que yo también la siento por el pero, yo no me siento listo para actuar en estos sentimientos aún.

"— No es que tengas miedo de que te guste, tienes miedo de que no lo haga porque eso significaría que aún sientes algo por Gilbert."

Maldito Bash con su maldita sabiduría.

Así que he estado evitando cada pequeño e inocente gesto sugerente del rubio, y el simplemente cree que yo no comprendo sus intenciones cuando me invita, como hoy, a pasar tiempo a solas. Pobre, como dijo Bash, me estoy haciendo el Gilbert.

—Aleix.— me volteo para verlo y mi contestación a su llamado muere en mi garganta cuando pone ambas manos en mis mejillas y me besa de golpe. Sus labios suaves se mueven lentamente sobre los míos y siento sus manos temblar por miedo al rechazo.

¿Qué estoy haciendo?

Pongo una de mis manos en su nuca bruscamente y sin darle tiempo a reaccionar, le devuelvo el beso de forma feroz. Cole jadea y da su mejor esfuerzo para ponerse a mi ritmo, y es cuando muevo mis manos a sus mejillas lentamente para separar el beso.

Nuestras frentes quedan juntas y sus manos bajan a mis hombros mientras que las mías se quedan en su rostro. Suelta un suspiro entrecortado mirándome fijamente a los ojos y me sonríe. Le devuelvo la sonrisa y no puedo evitar también reírme. Nos separamos lentamente y muy pronto volvemos a hacer la tarea, las estúpidas sonrisas nunca abandonan nuestros rostros.

Cole se fue de la casita primero, afirmando que tenía que ayudar a su madre y que por eso necesitaba llegar antes del anochecer. No supo cómo despedirse hasta que yo tomé la decisión por él dándole un leve beso en la mejilla.

Recogí mis cosas y comencé a caminar en dirección a mi casa, la que comparto con Gilbert y Bash, porque los extraño y hoy planeo dormir ahí. Además, no puedo esperar a hablar sobre esto con Bash, tengo que contarle lo qué pasó para que el me diga qué es lo que siento, porque yo mismo no lo comprendo en este momento.

El beso con Cole me gustó, de eso no hay duda alguna. Esta vez a diferencia de las otras, no puedo compararlo con Gilbert. Nuestro beso fue uno muy breve, el primer día de clases cuando me empujó tan fuerte contra la madera que todavía hay una marca en ese lado de la escuela.

Cuando voy llegando a la propiedad, veo como Bash sale del granero. Le chiflaría pero no se hacerlo, así que pongo mis manos sobre mi boca para crear eco y le grito su nombre para que se de cuenta de mi presencia. Una sonrisa blanca adorna su rostro cuando me ve y levanta su mano derecha para saludarme.

—No te recomendaría que vayas a la casa, Gilbert compró una botella de quien sabe que y está camino a un coma etílico en su habitación.

—¿Qué? Pero si Gilbert no bebe.

—Lo mismo dije. Antes salió bastante feliz de la casa pero volvió ya con la botella a la mitad y triste, no me quiso decir por qué.

—¿Te falta mucho? Puedo hacerles de cenar y cuidarlo hasta que se me pase.— Bash niega y se voltea para seguir con su trabajo.

—Estaba pensando en ir con Mary, se lo prometí. Es bueno que estés aquí porque no puedo dejar a Gilbert solo pero si no quieres quedarte, yo lo hago.

—No, no. Vete, yo me encargo.— pongo la mano en su hombro como despedida y comienzo a caminar hasta la casa.

—¡No te aproveches de mi hijo!— chilla con voz aguda y no puedo evitar reírme.

—¡No prometo nada!

—Eso es incesto, son hermanoooos.— oigo que dice cuando ya estoy en la puerta y me despido de él con la mano mientras entro. Cuando cierro la puerta, me sobresalto de inmediato con la vista que tengo de un Gilbert sin camisa totalmente alarmado mientras trata de ponerse su pantalón.

Puedo ver el resto de su ropa tirado en la sala, él me mira sonrojado y trata nuevamente de subirse el pantalón pero su coordinación de borracho no se lo permite. No puedo evitar reírme ruidosamente de él, que sigue tratando de vestirse sin ningún éxito.

—¿Qué diablos, Blythe?— me las arreglo para decir, entre mis carcajadas.

—Pensé... pensé que Bash ya se había ido y no sabía que tú ibas a venir.— dice sin mirarme y luego baja la cabeza, su sonrojo tan fuerte que sus orejas están al rojo vivo. —Me dió calor.

—Claro que te dió calor.— digo, refiriéndome a la botella de whiskey que está en la mesa.

Me acerco hacia el que sigue sin mirarme y tomo su pantalón que está a la mitad de sus muslos, el diablito en mi hombro actúa por inercia después de que se lo subo lentamente y cuando ya está en sus caderas, levanto su barbilla para que me mire a los ojos mientras abrocho su pantalón para él. Puedo ver el trago grueso que baja por su garganta mientras me mira y sonriendo para mis adentros por mi triunfo, me separo de él y camino hasta la cocina para comenzar a cocinar.

—Espero que tengas hambre, te haré una sopa de cebolla francesa. Eso hará que te baje la borrachera.— me volteo a verlo y el se congela en su sitio, pues ya tiene la botella entre las manos para darse otro trago. —¡Oye!

—¿Cómo no quieres que beba después de eso?— se queja con franqueza y aprovecha que me quedo sin palabras para volver a pegarse de la botella.

Camino rápido hacia él para quitársela pero atrapa mi mano en la suya y me mira fijamente mientras da un, dos, tres grandes tragos a la botella y luego la baja y la deja en la mesa. Su mano que sostiene la mía se mueve hasta su nuca y hace que la deje ahí, siento que estoy hipnotizado viendo sus hermosos ojos café y no me muevo aún cuando sus manos se posicionan en mi cintura. Sigue mirándome fijamente y pasa su lengua por su labio inferior.

¿Cómo puede pasar de tierno a esto en un segundo? Jesús ampárame, amén.

~~~~~~~>

Hola! Muchísimo tiempo sin pasar por aquí pero WOOOOWWWW QUE CAPITULAZOOOOO

No les preguntaré si les gustó, sé que le gustó picaronas

Y adivinen qué, es maratón, si señor. Así que sigan leyendo! Que se viene lo sabosho.

Lau❤️

Pride - Gilbert Blythe Where stories live. Discover now