Cap 10

739 88 3
                                    

Ahora toda la realidad caía sobre el y lo abrumaban como un mar el cual lo arrastraba por el suelo, aquel señor del centro de adopciones y la trabajadora social se encontraban frente a él, sus expresiones denotaban tristeza pero no tanta como la que a él lo rompía en esos momentos.

-señor katsuki, Yuri apenas tiene 6 meses y se encontrará con el echo de agresión homofóbico y asalto a mano armada, tuvo suerte de que aquella pareja haya estado ahí y lo haya reconocido además de no haber llevado a yuri...lo lamento señor katsuki, el departamento familiar quiere rectificar la adopción...- comentó el señor mayor con un nerviosismo el cual sudaba por su frente

Todo callo sobre Yuuri como un balde de agua fría, acaso querrían arrebatarle a su pequeño yurio de las manos?, el lo había tenido todo y ahora simplemente no conseguía nada, las lágrimas bajaban por sus rojas mejillas mientras a su lado su madre lo abrazaba, su corazón latía rápido alertando a la máquina de al lado la cual pitaba rápidamente.

-lo lamento mucho, el centro de cuidados de menores volverá a hacerse cargo de Yuri hasta que el departamento familiar nos diga cual sería su veredicto final....- comentó la señora ganándose una mirada casi de odio del nipon el cual apretaba sus puños

-usted no lo lamenta, deje de decirlo así, se alegra....no..no md pueden hacer esto, es mi hijo, yurio es mi pequeño hijo.....no se lo lleven, el tiene que estar conmigo...lo tengo que cuidar- de cual el nipon entre lagrimas desesperado

-lo siento señor katsuki...haremos lo posible por que el consejo familiar entienda la situación...tiene que esperar- expreso el señor mayor para luego ambos tomar rumbo hacia la puerta

El japonés se olvidó del dolor de sus huesos, de sus dos costillas rotas, de su ojo inchado cual tomate, de su mejilla del mismo tamaño, ahora solo dolía su corazón, dolía el sentir el cálido abrazo de su madre, dolía no poder abrazar a su pequeño Yuri mientras este hacía ruidos para llamar su atención, dolía saber, que a pesar de haber despertado, tal vez no lo volvería a ver.

Los días pasaron, una semana extensa para el japonés el cual había estado mayormente sedado en el hospital gracias a sus ataques. Ahora se encontraba en su casa, sus padres en la sala cocinaban, su hermana limpiaba a pesar de que la casa no se había ensuciado y Viktor llevaba comida al cuarto en el cual nadie comía.

Viktor simplemente podía tomarse una semana para estar con su esposo, hacia tres dias que había llegado y hacia 6 días que Yuuri había salido del hospital, no comía, no hablaba, simplemente mecía su delgado y golpeado cuerpo en aquella silla donde el solía mecer a su bebé. Viktor se dirigió hacia el cuarto que era de su pequeño, con una bandeja en manos la cual traía crema de brócoli, el ruso se adentró dejando la bandeja en una pequeña mesa cercana y arrodillándose ante su amado tomando las manos de este el cual ya ni siquiera volteaba a mirarlo.

-Yuuri, amor, tienes que comer- comentó Viktor intentando buscar la mirada de Yuuri

-porque?- pregunto este sin más llamando la atención de Viktor el cual tomó sus manos y las colocó sobre su cara intentando volver a sentir aquel cálido tacto el cual ahora le hacía falta

-come por yurio, a el no le gustaría verte de esa manera...Yuuri...yo también estoy devastado, el también era mi hijo pero tú eres el amor de mi vida, haces que mi corazón se rompa...Yuuri yo te amo, por favor, come un poco- expreso Viktor casi al borde de las lágrimas frotando las manos de Yuuri sobre sus mejillas

Yuuri dirigió su mirada hacia el ruso y las lágrimas volvieron a salir de sus ojos, tomó al ruso por el cuello y lo abrazó, aquello había sido la primera muestra de afecto que el nipon le había mostrado al ruso en tres dias.

-Viktor lo extraño mucho...extraño a nuestro hijo...no se si llora, no se si ríe, no se si come, si juega, no se nada de él....necesito a nuestro hijo...- expresaba Yuuri entre llantos para después sentir como el ruso apretaba su agarre y su respiración comenzaba a ser irregular al lado de su oído

-yo también lo necesito...- susurró Viktor

Ambos se quedaron ahí un buen rato hasta que Yuuri callo rendido sobre el hombro de su esposo. Viktor suspiro y limpio algunos rastros de lágrimas de sus ojos, tomó a su esposo con delicadeza de no despertarlo y salió de la habitación, lo había cargado tantas veces que sabía exactamente el peso de su amado y sabía que en esos momento el estaba más ligero que de costumbre; lo llevo hacia su habitación, acomodo en su cama y colocó una pequeña almohada a su lado viendo como rápidamente el nipon la abrazaba y escondía su cara en esa intentando percibir cierto aroma. El celular de Viktor sonó y este suspiro saliendo de la habitación para contestar.

-hola?- pregunto Viktor frustrado mientras masajeaba la cíen

-buenas tardes, disculpe, señor nikiforov?. Hablo del centro de adopción, Yuri esta en el hospital....- expreso la voz a travez del teléfono

-que?!- gritó conmocionado llamando la atención de todos en la casa los cuales subieron al segundo piso a ver que pasaba

-soy la cuidadora de yuri, hacia unas semanas que el dejo de comer, está deprimido y hoy lo llevaron al hospital en el área infantil, el consejo familiar aún no emite su decisión pero es claro que Yuri necesita de sus padres ahora, por favor, vayan rápido- expreso la mujer atravez del teléfono

Viktor asintió emocionado y colgó la llamada mientras miró a sus suegros y cuñada por unos segundos, su mirada no era triste, su mirada era determinada, emocionada y preocupada, era hora de recuperar a su pequeño.

Proceso de adopcionWhere stories live. Discover now