Cap 2

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Las semanas pasaban volando, para ser exactos cuatro semanas, un mes. Diario Viktor y Yuuri llegaban a la hora indicada y tomaban al bebé entre sus brazos, daban de comer, sacaban el aire, jugaban con el y lograban sacarle unas carcajadas. Al fin era momento, al fin el pequeño Yuri podría llegar a su casa.

-señores nikiforov me alegro tanto- expresaba la cuidadora del lugar con una gran sonrisa para luego mirar al pequeño bebé- te extrañaremos pequeño yuraccha, dile a tus padres que te traigan de visita- expreso cosquilleando el cuello del menor el cual rio un poco

-claro que lo haremos- expreso Yuuri con una sonrisa besando la mejilla de la chica en forma de despedida

-una cosa más, tenemos unas fotos de su estadía aquí, desde su llegada, ya saben, para cuando sea mayor- expreso la joven entregando un álbum de fotos a la familia la cual la abrazo y agradeció

-mi pequeño Yuuri no crecerá más, será un bebé por siempre- expreso Viktor en broma a lo cual Yuuri tomó el álbum

La pareja comenzó a caminar por los pasillos blancos del lugar intentando guardar un poco la emoción que tenían al traer al bebé entre sus manos. Al llegar a la recepción principal tomaron la carriola que previamente habían dejado ahí y Yuuri tomó al bebé de los brazos de Viktor para comenzar a acomodarlos; el pequeño yuri contaba con una abultada chamarra como azul marino la cual hacía parecer al bebé ser un pequeño oso de peluche relleno de felpa. Ahora Yuuri colocaba almohadas a su alrededor, una manta entra sobre el pequeño la cual cubría todo menos su rostro y un pequeño colgandijo en la parte superior de la carriola el cual tenía forma de tigre y cada que se movía sonaba una campanita dentro de este llamando la atención de Yuri el cual movía varias veces con sus guantes de nieve puestos.

-listo....tú crees que tendrá frío?- pregunto Yuuri observando a su pequeño bebé quien estaba completamente tapado

-Yuuri no creo que Yuri vaya al polo norte esta semana- expreso Viktor observando a su hijo el cual parecía prepararse para una tormenta de nieve pero que sonreía al verlos parados frente a él

La pareja tomó rumbo hacia la entrada principal despidiéndose de todas las personas presentes las cuales al igual despedían al pequeño Yuri que sonreía feliz. En la entrada principal Viktor sacó la carriola mientras el pequeño Yuri observaba ansioso todo aquello que había fuera de aquel lugar, el cielo azul, árboles, pájaros, mientras sus pequeños pulmones se llenaban del frío aire de Rusia su nariz no pudo evitar soltar un estornudo el cual sacó una risita de sus padres los cuales limpiaron su nariz.

-oh!, hoy es el gran día!- expreso la trabajadora social con una sonrisa tan amplía que parecía que su cara dolía

-claro!, muchas gracias por todo- expreso Viktor sonriente estrechando la mano de la señora

-claro, la visita la haremos lo antes posible. Estaría bien la próxima semana?, lunes?, yo puedo el lunes, el lunes estaría bien?- preguntaba la señora con un tono arrogante lo cual ambos mayores se miraron confundidos y asintieron rápidamente

La señora apuntó rápido aquella fecha en su tabla de notas y se despidió de ellos tomando paso dentro del edificio. Los mayores le restaron importancia a lo sucedido anteriormente y caminaron hacia su auto. A pesar de traer una silla especial para el pequeño bebé Yuuri prefirió tomarlo entre sus brazos y colocarlo en sus piernas mientras tomaban rumbo hacia la carretera.

Durante el camino la música en la radio sonaba a un volumen bajo que era cómodo para los tres, mientras el pequeño en las piernas de Yuuri observaba atento todo lo que pasaba por aquel lugar, árboles, carros, motos, cielo, mostrándose curioso ante su primera salida, mientras Viktor manejaba igual no podía evitar echar miradas a su esposo el cual explica al pequeño bebé que era cada cosa del lugar como si este entendiera.

-vamos al parque?- pregunto Viktor con una sonrisa mientras conducía

Aunque el albino no lo pudiese notar sabía que los ojos de su esposo se abrían iluminado ante aquellas palabras mientras asentía repetidas veces.

Cerca de su casa se encontraba un parque infantil, desde hacía tiempo pasaban por ahí con la esperanza de algún día dejar de ser espectadores, aunque claro, al fin había llegado el día.

Bajaron del auto y comenzaron a caminar rápidamente hacia los juegos, el rubio aún era muy pequeño para la resbaladiza o el sube y baja pero en cambio de eso se encontraban columpios para bebés en el cual colocaron al rubio el cual reía a carcajadas ingenuas a cada movimientos mientras movía sus pequeños pies frenéticamente en el aire.

Después de media hora el pequeño rubio quedó completamente agotado, quedó dormido sobre el hombro de Yuuri el cual sobaba su espalda esperando que esté no despertara.

Al llegar a su hogar los, ahora, jóvenes padres quitaron sus abrigos y el del menor, el nipon comenzó a cambiar cuidadosamente a su hijo por una pequeña pijama afelpada en forma de dinosaurio y colocándolo sobre la cuna que se encontraba al lado de su gran cama. Viktor y Yuuri se recostaron sobre la cama, Yuuri tomó lugar sobre el pecho de su esposo y suspiro ampliamente cerrando sus ojos dispuesto a dormir y que al día siguiente su nueva vida comenzase.

-Gracias por estar a mi lado Viktor- susurró el nipon somnoliento recibiendo un beso de parte de su esposo

Era el comienzo de su nueva pequeña familia.

Proceso de adopcionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora