Una nueva oportunidad

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I

Abrió los ojos lentamente, su cabeza daba vueltas y cientos de pensamientos recorrían su mente. Estaba desorientada y sentía que llevaba durmiendo mil años. Lo último que recordaba era estar abrazando a Regina, ver la niebla verde acercarse a ellas y rodearlas. Luego nada. En blanco. Miró a su alrededor para ubicarse, pero no encontró nada familiar, nada que pudiera indicarle dónde se encontraba. Sin embargo, casi cómo si algún Dios le hubiera leído la mente, un hombre entró a la habitación.

Lo reconoció enseguida, era Hook, pero llevaba una ropa extraña. Extraña para él, obviamente. A diferencia de sus habituales casacas de pirata, el hombre vestía una especie de traje de smoking, no le quedaba mal, pero era impactante verle así. El hombre se acercó a ella y le dio los buenos días con un rápido beso en los labios que la dejó totalmente descolocada.

"Hoy tengo que trabajar más horas" dijo entristecido. "Pero te juro que te lo compensaré, hoy volveré tarde, pero de ahora en adelante pasaré más tiempo contigo. Te lo prometo" le sonrió y, sin darle tiempo a contestar, miró el reloj y corrió a la puerta. "Llego tarde, adiós cariño"

¿Qué narices acaba de pasar? pensó Emma, que no dudó en ponerse rápidamente en pie e inspeccionar el lugar. Entendía que el vaho verdoso era la Maldición Oscura y que, por lo tanto, ella se encontraba en esta. Eso explicaba la extraña actitud de Hook, pero eso le importaba nada y menos. Tenía que encontrar a Regina, ella era lo único importante. Sin embargo, el sonido del teléfono interrumpió sus planes de ir a buscarla. Siguió el sonido del tono de llamada por toda la casa, que era cómo un laberinto para ella, y cuando lo encontró, descolgó y se lo llevó al oído.

"¿Hola?" contestó algo insegura.

"Miss Swan, ¿es usted?" preguntó una voz masculina al otro lado de la línea.

"¿Gold?" soltó extrañada.

"En efecto, soy yo. ¿Está... despierta?" preguntó temeroso de haberse equivocado.

"Si por despierta quiere decir que sé que este pueblo está maldito... sí, estoy despierta" manifestó encogiéndose de hombros.

"¡Bien!" exclamó el hombre para sí mismo. "Llevo un año estudiando sus episodios y por fin he logrado predecir cuándo va a despertar" explicó.

"No lo entiendo, ¿de qué está hablando? ¿qué narices está pasando? ¿quién ha lanzado esta maldición?" se alteró la rubia.

"No tengo tiempo de explicárselo todo y menos por teléfono" dijo apurado, cómo si tuviera prisa por terminar la llamada.

"Si quiere puedo ir a su tienda-"

"¡No!" la interrumpió. "Es más, cuando termine esta llamada no vuelva a contactar conmigo" Emma se asustó ante esa confesión, algo muy malo estaba pasando en esa ciudad si el mismísimo Dark One tenía miedo. "En el cajón de su mesita de noche hay un pen drive, con un vídeo llamado: Receta de lasaña de Regina. Debe visualizarlo, pero bajo ningún concepto puede dejar que Zelena sepa que está despierta"

"¿Zelena? ¿Quién es Ze-? Ohh... ¿la hermana de la que me habló?" ató cabos.

"La misma, ahora debo irme. Haga lo que le he dicho"

Gold no le dio tiempo a preguntar más, ya que los bips que indicaban el final de la llamada comenzaron a sonar. Emma quedó ensimismada unos segundos, era mucha información de golpe, pero Rumple siempre sabía lo que hacía, así que decidió obedecer. No es cómo si tuviera muchas más opciones, no sabía nada de esa nueva maldición y, tal vez, ese vídeo podría arrojar algo de luz sobre ese misterio.

Swan-Mills: El despertar [SwanQueen]Where stories live. Discover now