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Han pasado unos meses, no sé cuantos, quizá los suficientes para decir que tengo ya veinticuatro años. 

¿Y qué está pasando justo ahora? 

Jamás pensé que aquel libro que publique me llevaría al éxito, estaba llegando a más países, escribí otras novelas que no se quedaron atrás, y seguí avanzando en este viaje de escritora que jamás pensé cumplir. Tuve muchas entrevistas, y aunque yo no soy buena con las palabras, conteste cada pregunta que me hacían. 

Estoy tan alegre, y recibo muchos mensajes de cariño y de agradecimiento, porque algunas de mis lectoras, se identificaban tanto y aunque me agradecían, yo me sentía más agradecida por ellas, porque gracias a ellas y ellos, que se dieron el tiempo de observar mi libro en esa librería y quien sabe pensar <<este libro vale la pena leer>> y lo compraban y lo leían. Todas esas personas tienen mi corazón. 

Ahora junto a Nolan estamos rumbo a Londres, tomados de la mano, subiendo a su auto.

Aquí estamos, él y yo. Seguimos juntos y seguiremos hasta donde nuestro amor nos lo permita. 

-¿Nerviosa?-dice el chico de cabello negro que está a mi lado, haciendo círculos en mi mano con su dedo pulgar.

-Un poco sí. 

-July se pondrá feliz al vernos. 

-¿Tú crees? Siento que se decepcionó un poco conmigo por no poder asistir a su boda.

-Ella lo entendió. 

-No estoy segura de eso-dije comenzado a morderme la uña. 

-Pues sea como sea le alegrara volver a verte.

-Claro, si no le da un paro ahí mismo porque no le avisamos que iremos.

-Oye, July es más fuerte de lo que crees, tú lo sabes, yo lo sé.

-En eso tienes razón. Sé que será así. Conoceré a Tom en persona, ¿crees que sea tan bueno para July?-lo miré con incierto.

-July se ha vuelto más sabia con el pasar del tiempo, sabes que ha pasado por mucho y no se metería en una relación a menos que no esté lista, seguro ese hombre es muy bueno para ella.

Solté un fuerte suspiro. 

-Nos toca subir, vamos al ataque.

-¿Al ataque?-comenzó a reírse con muchas ganas-Ni que estuviéramos yendo a la guerra-volvió a reírse y yo le di una mirada de pocos amigos-Okey, me callo.

Y sonreí en mis adentros. Entonces luego de poner las maletas en la parte trasera, estábamos con nuestros cinturones de seguridad bien puesta. 

Él me dio un beso en la cabeza. 

Y yo recosté mi cabeza en su hombro. Él me puso sus audífonos y me concentré en la música y dejé todo ir, solo sentir el momento. Mientras él conducía.

- - -

Habíamos llegado.

Y ahora estábamos con nuestras maletas a nuestro lado, frente a la que fue mi casa. Él tocó dos veces y una mujer con el cabello recogido en un moño desordenado y unas canas a la vista, nos miró a ambos atónitas. 

-Tú... y tú, ustedes-corrió a abrazarnos a ambos con lágrimas en los ojos-Aquí estás, al fin te tengo en mis brazos, mi pequeña Lady.

Eso ablandó mi corazón y las lágrimas también me comenzaron a salir.

-Aquí estoy, mamá-me abrazó con más fuerza.

Ella nos hizo pasar y nos sentamos en el mueble. 

EFÍMERO  [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora