57.

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Llegué una de las primeras, el juez aún no estaba en su puesto. Vi a una chica con sus cabellos dorados y ondulados, sujetados en una cola de caballo, jugaba con sus manos, sus pies estaban cruzados. Se veían tan perdida, tan nerviosa. 

-¿Nos sentamos ahí?-señaló Patme. 

Volteé a mirarla.

-Creo que me gustaría platicar con ella-la señalé disimuladamente, ellos se miraron y asintieron.

-Iremos a comprar algo para comer, ¿quieres algo?-me preguntó de manera amable, Alex. 

-No tengo hambre. Tal vez luego del juicio. 

-Está bien-y abrieron la enorme puerta. Volví a mirar a la chica, me acerqué a ella y me senté a su lado.

-Tú... tú debes ser Lady, ¿verdad?-titubeó, no me miraba. 

-Sí. ¿Cómo estás?-dije sinceramente-No quiero que me digas "bien" como hace todas las personas por automático. Quiero saber como estás de verdad-ella levantó su mirada y vi como sus ojos se sorprendieron. 

-Nadie ha querido saber realmente como estoy, ni mi familia, temen decir algo equivocado y herirme, porque ya sabes...

-Eres valiente al venir aquí. Si no fuera por una buena amiga, yo no estaría aquí. ¿Entonces, como estás... realmente?

-Ya ha pasado un año. Lucho constantemente, con mis pensamientos, con mirarme al espejo. Me sentía utilizada. 

-¿Y crees que algo cambio? ¿Algo mejoró darle tiempo al tiempo?

-No del todo, pero ya no pienso tanto en eso. Mi familia no lo denunció por mí, yo no quería. No quería porque solo quería olvidar, no quería hablar públicamente sobre esto. Solo quería convencerme de que solo fue una pesadilla y ya, que pronto olvidaría. Pero las semanas pasaron y nunca fue una pesadilla, me aislé hasta el punto de caer en una depresión. 

-Lo lamento tanto-la miré preocupada.

-Tranquila, no estoy bien del todo, pero intento vivir mi vida otra vez. Cuando supe que él estaba detenido, sentí una alegría inmensa. Dije "alguien está haciendo lo que yo nunca me atreví a hacer" porque en mi caso nunca hubo testigos. Nadie me salvó-sentí como se me estrujo el corazón al mirarla, aún estaba dolida, aún había sentimientos acumulados en su interior-Pero ahora...

-¿Ahora qué?-ella tomó mi mano. 

-Ahora al saber que es posible que tenga una sentencia, me siento tan fuerte, porque quiero que se haga justicia, la necesito. No quiero que nadie pase lo que tú y yo tuvimos que pasar. Ninguna persona merece pasar por algo tan...

El juez apareció por otra puerta la que estaba al lado de su puesto. Las puertas enormes se abrieron. Y vi a dos jóvenes más, una chica de cabello oscuro, era morena y la otra de más adulta. Se me hizo un nudo en la garganta, ¿él era capaz de abusar de una señora, ya adulta? No conocía sus límites hasta ahora, joder era un monstruo. 

Ellas me miraron y se acercaron a nosotros. 

El jurado estaba presenta y listo. El juez nos miró a cada una de nosotras. 

-¿Eres Lady, verdad?-la señora adulta me miró.

-Sí, lo soy.

-Me alegra que se esté haciendo justicia, y que al fin la policía tome en cuenta nuestro caso. 

-Yo también-le di una sonrisa cómplice.

Entonces entraron mis amigos ellos se sentaron detrás de nosotros. 

EFÍMERO  [2]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt