23.

18 1 0
                                    

Mi corazón seguía latiendo. 

Iba camino a la escuela otra vez, lo único que hice fue entrar a la biblioteca, sentarme en una mesa y apoyar mi cabeza ahí. 

Recordando en lo que podía haber cometido. No era lo suficiente valiente para cometerlo o simplemente era muy cobarde para hacerlo. 

Planeaba quedarme al menos aquí las tres primeras clases. Ojalá todo hubiera sido diferente, para mí, para ellos. No me hacía bien pensar en el pasado lo sabía, claro que lo sabía, pero pensar en el futuro no me ilusionaba, más bien me asustaba. Ni que decir de mi presente.

-Nadie vendrá a salvarte recuérdalo, por eso sé fuerte. No recuerdes mi muerte, ni la de tu madre. Recuerdo todo lo bonito que pasamos, y aunque mi corazón ya haya dejado de latir ten  presente mi pequeña Daidi, que siempre te querré. 

Recordé la nota de papá...

Tome mi mochila y corrí por los pasillos, mis cabellos levantándose con cada zancada que daba, empuje las puertas y salí corriendo de ahí. 

Pero entonces él me tomo de mi muñeca, me hizo detenerme.

-¿A dónde vas?-frunció el ceño preocupado, trague saliva siendo incapaz de responderle. 

-Solo quiero huir-entonces el paso su brazo por mis hombros.

-Si es así, hagámoslo juntos, que se joda el resto-levante mi vista hasta ver sus ojos, estaba sorprendida pensaba que él no me apoyaría. Nolan sin duda siempre me sorprendía.

Llegamos hasta su casa y saco de su auto.

-Vamos sube- ordeno y así lo hice. No sabía a donde iríamos, él simplemente sabía que no quería estar en la escuela. Luego de muchos minutos, él dirigió su rostro a mí-¿Esta vez que pasó?

Me paralicé, porque él parecía saber perfectamente que me pasaba.

-Nada solo...ya sabes las clases me abruman-le mentí, pero no quería hablar de eso ahora.

-¿Por qué lo haces? ¿Por qué me mientes?

-Nolan, no es tan fácil...

-¿Mentirme?

-No, decirlo. Quisiera decírtelo, quisiera contártelo todo, pero no sé de qué me servirá, o sea no me ayudará de nada.

-La última vez, si funciono-afirmó con seguridad.

-Pero volví a caer, siempre es una lucha-suspiré ofuscada. 

-Y quiero estar en cada una de ellas, no quiero dejarte sola en esto-pronunció de manera serena, odiaba cuando Nolan me hacía sentir tan especial, porque temía perderlo. Que en algún momento de mi vida, él ya no formará parte de ella, no quería, no podría asimilarlo.

Lo miré por unos segundos y dirigí mi mirada hacia la ventana. No quise emitir palabra alguna. 

Él no me forzó seguir hablando sobre eso. Y seguimos conduciendo, por la otra ruta como la primera vez, en medio de la noche. La diferencia es que ahora era de día. 

-¿Y en serio jamás lograste averiguar nada de tu padre?

Él tosió, sorprendido por mi pregunta bien directa.

-Sinceramente jamás me intereso, no quise averiguar nada sobre él. Solo sé que tiene otra familia, fuera de eso, nada más. No quiero saber de él, si es feliz o si está triste. No quiero saber, porque él nunca se interesó por mí. 

-Lo siento-emití de manera tímida.

-No te disculpes, no tienes nada que lamentarte, mi padre era un desgraciado y nada borrara lo que me hizo pasar, pero eso ya está en el pasado. 

EFÍMERO  [2]Where stories live. Discover now