Carta VIII

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A Elle;

Aw.

Hoy me han mandado una foto.

Muestra unas flores.

Unas flores tiernas, enclenques y frágiles.

Como tú.

La diferencia es que tú creabas una coraza que parecía indeleble.

Yo sabía que no era así.

Y aún así no me dejaste ayudarte.

La dulce imagen me la ha enviado Lynn.

¿La recuerdas? Era tu mejor amiga.

Tenía los ojos claros y cristalinos.

Parecía que de un momento a otro se iban a romper en mil y un pedazos.

Tenía la piel casi tan blanca como tú; se le notaba la falta de melanina.

Su cabello estaba teñido de un rosa pálido, aunque ella decía odiar este color.

Lynn es un misterio indescifrable, y creo que tú lo sabes mejor que yo.

Te echa de menos, ¿sabes?

Está hueca.

Vaga por los pasillos del instituto siendo un alma en pena, arrastrando su tristeza allá donde va.

Quisiera saber en qué lugar se dejó su antigua sonrisa limpia y deslumbrante, porque te juro que iría y la traería de vuelta.

Ah, espera.

Te la llevaste tú.

Marc.

ElleWhere stories live. Discover now